Publicado en la Revista El Observador (Octubre de 2018, edición 107) |
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Museo
En la Península de Santa Elena, sitio de extrema sequía por la Corriente Fría de Humbolt y de escaza vegetación donde vivieron los habitantes de las Vegas hace ± 10.000 años antes del presente, en la costa ecuatoriana. Asentamiento, inicialmente estudiado por Edwar Lanning en 1974, y llamado las Vegas, por un rio cercano que llena su cauce solo en época de lluvia, y Karen Stother quién continuó la investigación desde 1971 por encargo de Olaf Holm, Director del Museo del Banco Central del Ecuador en Guayaquil. Los habitantes de esta cultura vivían de la caza, pesca y recolección. El 50 e los alimentos provino de animales terrestre, el 35 e pescado marino y el 11 e moluscos de manglar y playa (Stother, 1988). Fue esta científica quién descubrió el sitio y lo investigó por 16 años. Desde 1996 está abierto al público como Museo Amantes de Sumpa; centro cultural realizado con varios aportes: la donación del terreno para la construcción de este museo lo efectuó el Consejo Cantonal de Santa Elena; el edificio principal y las instalaciones administrativas fueron edificadas con el apoyo de la Fundación Pro Pueblo de la Cemento Nacional; el montaje museográfico se realizó con financiamiento del Banco Central; los voluntarios que viven en la península y son parte de la Fundación. Los Amantes de Sumpa colaboran en la parte administrativa y la Comisión Fulbright en el asesoramiento, financiaron la venida de la Doctora Karen Stother. Conformación del Museo Está dividido en 4 salas: Cementerio.- Es unos de lo más antiguos de América, con distintos patrones de enterramiento y diferentes urnas. Entierro primario, se han hallado más de 200 osamentas, siendo el basural más importante llamado OGSE 80, porque se encuentra al oeste de la Provincia de Guayas, para datación se utilizó el método del Carbono 14 y el de termoluminiscencia; la osamentas están intactas, especialmente las denominadas “Amantes de Sumpa” por el cual lleva el nombre este museo; son dos osamentas en una posición entrelazados o de abrazos, demostrándonos que en esta cultura existió unión, afecto, es el legado que dejaron; no usaban vestimenta, sino un taparrabos, que elaboraban con piel de animales y cortezas de árboles, como: algarrobo, zapote de perro; los Amantes de Sumpa estaban protegidos por 6 piedras sobre las articulaciones, que la salvaguardaban para que sus almas no se escapen, porque temían que sus almas se lleven a otros familiares; las piedras eran muy importantes porque utilizaban para sus rituales: Limpieza del Cuerpo, ofrendas en los difuntos y protección; provocaban el fuego, empleaban laminas, cuyos filos cortantes eran herramientas de trabajo. Enterramiento secundario, son cuando las osamentas han sido manipuladas y han sido trasladadas de un sitio a otro, en paquetes; observamos una mujer de 40 a 45 años de edad, junto a un joven de entre 14 años de edad; relacionándose madre e hijo; siendo una característica familiar de la época. Enterramiento masivo, es una fosa ovalada en donde se encuentra varios cráneos (10 a 15) y huesos dispersos, junto a ellos se les colocó sus pertenencias más queridas, para que la utilicen en la otra vida: caracoles, restos de concha, cangrejos; como utensilios para sus actividades diarias; cucharas, colmillos de saíno (tenazas para mover cosas calientes). Sala Etnográfica Es una sala de exposición permanente, ilustra lo que hacen los arqueólogos, analizan científicamente los restos recuperados en excavaciones científicas, como fitolitos, cuerpos microscópicos de sílice formados en las células de las plantas; una vez que estás mueren y se descomponen, solo los fitolitos permanecen en el suelo y no se destrozan; la forma del fitolito nos permite identificar las plantas que se descompusieron antiguamente en la tierra. También en esta sala se analiza el uso ritual de los pigmentos, antiguamente la gente molía los minerales como el carbón de leña, piedra caliza y el ocre (óxido de hierro), para decorar sus cuerpos y utilizar en ritos mortuorios; se pintaban la piel y aplicaban color a los muertos o a los huesos desenterrados, para de esta manera dar protección mágica a los vivos y a los difuntos. Sigue la exposición con la época aborigen, colonial, republicana; particularizando cuatro culturas importantes de la costa ecuatoriana: Vegas, Valdivia, Guangala, Manteña – Huancavilca, son restos originales de la costa norte ecuatoriana. De la época colonial, están expuestos los diferentes oficios: Hilado de algodón criollo, cerámica en sus inicios; fundición del metal, uso del petróleo, construcción de hornos para coser el petróleo y sacar brea, que era impermeabilizada en las embarcaciones; también como elaboraban ladrillos, fotos de épocas pasadas; tradiciones alfareras de la provincia. En la época republicana, las costumbres y tradiciones de la costa, costumbres con los difuntos, de ponerles el cordón del muerto; ellos decían que se defendían del maligno; el muerto era enterrado con las cosas que más quería, para utilizarlo en la otra vida; admiramos también en noviembre la mesa de los angelitos y la mesa de los adultos. Casa de campo Se descubre la costumbre de los abuelos, ambientada en la época de 1930, su forma de vida, costumbres, actividades, talleres tradicionales; tejido en paja toquilla, fogón, cerámica, telar, cuarto de dormitorio (petate, no utilizaban cama, sábana colorida llamada pinganilla (retazos de colores), baúl de ropa; candil, fogón, lavadero de madera (fuera de casa). Navegación Existe una muestra de una balsa pequeña con tres troncos del mismo material, utilizada desde las Vegas; bajíos, especies pequeñas de redes; piedras que servían de ancla y otras para sumergirse en el agua, estas se amarraban en la cintura para pescar, por la fuerza que hacían en los pulmones morían jóvenes. |
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