Que el Gobierno Nacional pretenda reducir el presupuesto para la educación, es simplemente, imperdonable. Es una clara demostración que existe una gran diferencia entre el discurso del señor Presidente Moreno, y la practica. Las campañas publicitarias que difunde el gobierno en los medios públicos y privados, los discursos de las autoridades, las promesas de campaña, están alejados de la realidad. La educación no puede, no debe, pasar a un segundo plano, porque eso significa retroceso, ignorancia, poca visión del presente y el futuro; significa que los centros de educación superior, dejen de investigar, que la educación académica sea pobre, por lo tanto, los resultados, serán deficientes. Bien que las universidades hayan anunciado marchas de protesta en las principales ciudades del país, en defensa de sus sagrados presupuestos. Lo que debería hacer el gobierno, es reducir el cálculo para la burocracia dorada que está intacta en las instituciones públicas, recuperar el dinero que se llevaron los que se hacían llamar revolucionarios de "manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes", y que se extradite a los capos del saqueo nacional, empezando por el jefe mayor de la mafia.
La Libertad de Expresión, ni se compra, ni se vende, ni se transa.
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El Observador
www.radioelobservador.com
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