viernes, 2 de noviembre de 2018

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Publicado en la Revista El Observador (Octubre de 2018, edición 107) 

Realidad nacional
No ¿somos 19,4 millones de habitantes?
Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC, la población real del Ecuador en el 2017,  era de 16,4 millones de habitantes. Sin embargo el Registro  Civil, encargado de elaborar el padrón electoral que fue  enviado al Concejo Nacional Electoral, CNE, indica que el número de votantes, en febrero y abril del 2017, eran  12´735.792 votantes, significa que el Ecuador contaba con una población de, 19´420.000 habitantes, o sea tres millones más. 

Esta escandalosa y solemne mentira, estaría incrementando la población de manera inexplicable, en 2,7 millones de actas de defunción sin depurar en el listado o padrón electoral facilitado por el Registro Civil, para el proceso electoral de febrero y abril del 2017. 

El doctor Gustavo Vega, Presidente del Concejo Electoral Transitorio, en relación a los anteriores CNE y los procesos electorales que dirigieron, declaró que no serán inquisidores.  Nadie tiene razón para dudar de lo que haga a futuro el CNE, pero no puede ser un hecho “sin relevancia”, que había 2.7 millones de difuntos, que participaron en el proceso electoral del 2017. 

Para el analista político doctor Diego Delgado Jara, los sucesivos procesos electorales turbios o fraudulentos, deben ser investigados, “lo exige la conciencia moral y cívica de la República! ¡No es solo un mandato legal! Los señores vocales del CNE no pueden esquivarse de averiguar con la mayor seriedad y decirle la verdad al Ecuador”. 

Asegura  que  el CNE dispone, desde el año 2010, de las copias escaneadas o computarizadas de todas las firmas, rúbricas, y hasta huellas dactilares, de todos los ecuatorianos que viven hoy, o que existieron, y que registraron sus firmas desde cuando se creó el Registro Civil a inicios del siglo XX.  “Con 2,7 millones de difuntos que ahora recién van a depurar el padrón electoral? ¿Y sostener  qué, no hubo FRAUDE?”, sería una tomadura del pelo a los ecuatorianos.Si el padrón electoral fue realizado solo con la información del Registro Civil, se cometería un grave error el tomar esa misma fuente como única y valedera para investigar y peor aún para validar procesos electorales pasados y futuros. Si esto volviese a ocurrir,  se estaría validando y manteniendo los mismos mecanismos que posibilitaron que el correismo se haya mantenido en el poder y con carta abierta para el saqueo y la persecución en el país. “Señores del CNE, eso no puede volver a pasar”, admite el politólogo.. 

Los datos del INEC, nunca los consideró el CNE.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC, ha sido el organismo más respetado del país en cuanto a la seriedad de sus cifras demográficas. Su valor queda evidenciado cuando los municipios, consejos provinciales, y todos los GADs del país, utilizan sus datos para las distribuciones económicas sin disputas.

 Sin embargo, las cifras, en los últimos años, no han sido consideradas por el Consejo Nacional Electoral. Sus datos no permitían inflar el padrón con VOTANTES FANTASMAS o DIFUNTOS, como se ha denunciado en varios medios de comunicación. 

Toda la planificación oficial del país, en el campo de la educación, salud, vivienda, labores del Banco Central o del IESS recurren a los datos de la misma entidad, precisamente por su confiabilidad. Pero las cifras del INEC no se han respetado ni toman en cuenta en los procesos electorales. 

¿Qué razón tenía el  CNE correísta para prescindir siempre de los datos del INEC?. Es que solo así,  podía INFLAR el padrón electoral faltando a la verdad y abriendo la puerta para acomodar los resultados presidenciales y de la Asamblea Nacional!. Con el 100 el CNE, obteniendo a su favor, una mayoría legislativa, aprobar leyes para la depredación y el saqueo nacional. 

La inmensa mayoría de la sociedad ecuatoriana sabe que jamás “ganaron” las elecciones. Entre los  responsables de este manejo espantoso, unos se encuentran enquistados en ministerios y embajadas, otros, en las provincias se encuentran camuflados, no levantan la cabeza y se corre el riesgo de que las elecciones seccionales en marzo del 2019, adolezcan de credibilidad y transparencia.

Los fraudes electorales, en el 2009, 2013 y 2017, han servido para el saqueo del patrimonio social y nacional de nuestra Patria con la aprobación de leyes infames que deben ser declaradas NULAS, porque provienen del robo electoral y delitos sucesivos contra la voluntad del pueblo, por  destruir las organizaciones sociales, inmovilizándoles para impedir  el justo reclamo frente al robo y pillaje más descarado de la historia republicana.

liquidaran  subsidios, pero no los privilegios
La política social del gobierno ecuatoriano, no ha logrado desprenderse de los enfoques asistencialistas, de focalización del gasto, a través de subsidios condicionados. Como es sabido, tales subsidios representan la columna vertebral de la política social neoliberal impulsada por los organismos multilaterales para enfrentar (y reproducir) la pobreza, y se constituyen en una forma de construir lealtades frente a los proyectos políticos y de afirmación del “control social”.

Todo tipo de asistencialismo económico-social tiene que ser rechazado, por sus costos para el Estado, deben ser eliminados en parte, porqué generan irresponsabilidad familiar y maternal, ya que se embarazan para obtener recursos económicos, aniquilan la voluntad, la necesidad de trabajar, la iniciativa laboral, del esfuerzo mínimo, para terminar fomentando el ocio, admite el analista político Dr. Diego Delgado Jara.

Además contribuye a generar desempleo desde el Estado y del sector empresarial privado, porque, más fácil es entregarles dinero antes que generar fuentes de empleo tanto públicos como privados, resultándoles más económico entregarles 50 dólares mediante los Bonos de Desarrollo Humano, en lugar de pagarles el salario mínimo de 318 dólares. 

El Dr. Diego Delgado Jara, recomienda que los subsidios deben ser focalizados, entregados a niños en abandono, personas discapacitadas o especiales, a ancianos que no tengan familiares y de manera general construyendo y mejorando la atención de manera real y efectiva en hospitales públicos con extensión obligatoria,  atención y tratamientos en clínicas y hospitales privados,  educación gratuita en todos los niveles, obras de infraestructura vial, saneamiento ambiental, planes de agua potable, entre otros.

El festín de la patria, del que se regodearon decenas de personajes con pocos de ellos en la cárcel, dejó la nefasta crisis económica con una descomunal deuda pública, obras inconclusas y con sobreprecios, hidroeléctricas inacabadas o con fallas estructurales, despilfarros que acrecentaron los negocios privados, para mayor ganancia de los corruptos que coparon todos los sectores. 

Para pagar una porción de las deudas, tapar los más pequeños huecos de la corrupción y reducir una mínima parte del enorme déficit fiscal, no se ha encontrado mejor manera que ejecutar una impresionante campaña para acabar con los subsidios a los combustibles: nafta, gasolinas, diésel y gas licuado de petróleo, que se dice ha subido en un 72El costo de los subsidios ascendería a unos 1.700 millones de dólares.

Desde el año 2015 hasta el año 2018 el Estado ecuatoriano ha entregado 15.714’000.000 de dólares en subsidios, de los cuales en su distribución o entrega por sectores podemos observar que los únicos y verdaderamente beneficiarios son los estratos medios y la burguesía comercial-financiera-empresarial, agroindustriales y terratenientes-
Los sectores vulnerables o necesitados continúan siendo la minoría y los que menos beneficios reciben, cuando ellos, deberían ser los más favorecidos y mejor atendidos, no solamente con la entrega de Bonos de Desarrollo Humano o como quieran llamarlos, sino creando verdaderas y permanentes fuentes de trabajo para una sobrevivencia con dignidad y sin humillaciones.

El subsidio a los combustibles sirve a ricos y pobres por igual, pero es el pueblo el que paga el subsidio a las gasolinas, diésel y gas que usan los automóviles de alta gama, los todoterrenos o 4/4 y las bombonas de gas que usan para calentar el agua de piscinas y negocios privados. El subsidio generalizado es injusto porque no es equitativo, pero liquidarlo sería empobrecer más a los pobres, a los desempleados y subempleados porque subiría el costo de la vida. 

Se ahondaría la brecha entre pobres y ricos, las desigualdades serían insuperables y las injusticias sociales serían más execrables. Los subsidios tampoco acaban con todas las injusticias y abominaciones.

Liquidarán los subsidios, pero no los privilegios que perdonan impuestos y millonarias deudas a poderosos y tramposos empresarios, banqueros, financistas, petroleros nacionales y transnacionales. El pueblo no debe pagar el costo de los latrocinios, las corrupciones y los despilfarros de este perverso sistema.

Si eres rico, empresario o banquero, te perdonan deudas por no pagar impuestos. Si eres de clase media, pagarás hasta el último centavo de impuestos y si te retrasas multas. Si eres pobre, no te prestarán un centavo, pero tendrás derecho a morir como naciste, y en el entretiempo, si te portas bien, podrás ver a Sharon “La Hechicera” en televisión.P

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