¿El Ecuador podrá algún día vivir sin Ivonne Baki?
Como ningún otro político activo, Ivonne Baki ha estado vinculada a los últimos cinco gobiernos del Ecuador. Su relación comenzó en 1998 cuando fue nombrada por el entonces presidente Jamil Mahuad como embajadora del Ecuador en Washington y sigue hasta ahora que es embajadora en Qatar por decisión del actual mandatario Lenín Moreno.
Entre el gobierno de Mahuad y el de Moreno, Baki fue coordinadora del concurso Miss Universo durante el gobierno de Lucio Gutiérrez y con Rafael Correa fue jefa negociadora de la iniciativa Yasuní, cuyo propósito fue recaudar fondos internacionales para dejar bajo tierra el petróleo que hay en ese parque natural. Propósito fallido. En la Embajada en Washington repitió con el gobierno de Gustavo Noboa, luego de la caída de Mahuad. Antes de ser nombrada embajadora en Qatar por Moreno, fue candidata para volver a la Embajada en Washington.
En definitiva, durante los últimos 20 años Baki ha ocupado cargos de alto perfil y no ha tenido problema en ir de la mano con gobernantes que ideológica y políticamente están en las antípodas. Si hasta hace relativamente poco era la punta de lanza de un proyecto impulsado por el correísmo, ahora vuelve a aparecer en medio de un inmenso despliegue mediático a propósito de la visita del emir de Catar, donde ella es embajadora. Baki es todo un fenómeno.
¿Por qué ha podido posicionarse tan bien? Básicamente, porque siempre se asume que tiene excelentes y únicas relaciones con importantes actores de poder internacional. Cuando Mahuad la reclutó se decía que su amistad con la familia Bush y los Clinton iba a ser de gran utilidad para el Ecuador. Cuando Noboa decidió dejarla en el cargo fue por el mismo motivo. Cuando Lucio Gutiérrez le encargó la organización del concurso de Miss Universo fue por una supuesta amistad de Donald Trump. Y cuando Correa la nombró como jefa negociadora de la iniciativa Yasuní fue por su supuestas conexiones con los circuitos internacionales de poder. Incluso fue la figura clave para armar la visita que Correahizo junto a gran parte de su gabinente a Carolina del Norte, en EEUU, para encontrarse con el excéntrico magnate David H. Murdoch quien fundó un inmenso campus universitario dedicado a la invetigación de la fórmula de la eterna juventud. En esa reunión se dijo que Murdoch iba a invertir millones de dólares en proyecto en Yachay para investigación de plantas curativas de la Amazonia ecuatoriana.
Ahora es embajadora en Catar porque se supone que sus vínculos con los árabes son muy importantes. En otras palabras, Baki ha ocupado papeles estelares porque siempre ha sido vista como una maestra del networking mundial que podría conectar al Ecuador con grandes oportunidades. Que alguien haya ocupado durante 20 años ininterrumpidos cargos tan visibles, por el hecho de ser una reconocida socialité internacional, no es algo que hable muy bien del Ecuador. Parece describir el parroquianismo que también afecta a las elites del país.
La trayectoria de Ivonne Baki representa esa conducta tercermundista que consiste en pensar que los problemas de una persona, en este caso de un país se van a arreglar o los objetivos se van a conseguir porque el amigo, el compadre o el pariente tiene buenas conexiones con gente influyente y no como resultado de una política sostenida de Estado.
Resulta preocupante que dos gobiernos la hayan colocado como embajadora en Washington por haber sido supuestamente una celebridad social en Washington y que un tercero, el de Moreno, también haya pensado en ella para las mismas funciones y por el mismo motivo. Es más, cuando Alexis Mera no tuvo el beneplácito del gobierno de EEUU para ser embajador de Moreno en Washington, hubo un sector de opinión que pidió que Baki sea la candidata. “Terna para emb. de EEUU anuncia la Canciller enviará al Pdte. LM? Tienen la mejor candidata posible, amiga personal de él y Trump; Ivonne Baki” puso en ese entonces en su cuenta el activista político y ex periodista Carlos Vera. ¿Cómo es posible que en tantas ocasiones el nombramiento para el cargo diplomático más importante para un país como el Ecuador haya respondido a consideraciones sociales?
Ahora Baki ha regresado al Ecuador a propósito de la visita del emir de Catar, un país con una inmensa riqueza económica al que el Ecuador, desde el gobierno de Correa, lo ve con particular interés para que haga inversiones y anime la alicaída economía ecuatoriana. Con su visita amplificada sobre todo por los medios estatales, Baki nuevamente ha encarnado la figura del personaje que, gracias a sus buenos oficios y relaciones, va a salvar al país. La visita del emir fue promocionada por el aparato de propaganda del gobierno como un logro extraordinario de su política exterior. Sus operadores convirtieron al tema en tendencia en redes sociales.
Veinte años después desde que Mahuad reclutó a Baki, el país parece no haber cambiado y sigue viéndola como la relacionista pública que va a enderezar las cosas. No parece haber importando si quiera los informes que Contraloría hizo sobre su gestión tanto al frente de Miss Universo como de la iniciativa Yasuní. En el caso de Miss Universo, Contraloría en el 2005 emitió un informe con 47 observaciones al manejo financiero y administrativo del concurso y a la Fundación Ecuador 2004, que se encargó del concurso. Contraloría, en ese entonces, observó que la Fundación a pesar de haber tenido ingresos de 17 millones de dólares, no pudo solventar todos los gastos por lo que tuvo que pedir dinero de otras fuentes.
En el caso del Yasuní, Contraloría también elaboró un informe en el que se observan los gastos (en total 9’445.017 dólares) que se hicieron durante su gestión para pagar almuerzos y cenas, para la compra de esferográficos que nunca se usaron y pagos a deportistas famosos para que aparezcan como sponsors de la iniciativa, entre otros. Roque Sevilla, quien fue director de la iniciativa hasta finales del 2009, cuestionó en algún momento el rumbo que tomó el proyecto luego de su salida. “Nosotros éramos cuatro personas que no cobrábamos… En 2010 Correa contrata a Ivonne Baki, quien tenía un sueldo y armó una farándula de 20 personas, se hacían tómbolas y cosas curiosas… Nosotros logramos compromisos por más de 1 600 millones trabajando gratis, pero la siguiente directiva solo obtuvo un resultado patético de menos de diez millones, eso fue casi nada”.
El hecho cierto es que parecería que el Ecuador es incapaz de sobrevivir sin la asistencia de esta relacionista pública internacional. Ecuador parece padecer de un síndrome de país solitario y abandonado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario