miércoles, 1 de agosto de 2018

¿Por qué no auditan también los aviones de Lenín Moreno?

  en La Info  por 
Lo más increíble del anuncio sobre la auditoría al uso de los aviones presidenciales es que no se haya hecho muchísimo antes. Y lo segundo es que en la auditoría anunciadapor la Contraloría y en la solicitud de investigación hecha por la bancada legislativa Partido Social Cristiano no se incluya el uso que se ha dado a los aviones durante la administración del actual presidente Lenín Moreno y se haya enfocado exclusivamente en la administración de Rafael Correa.

Establecer cómo y para qué se usaron los dos aviones que adquirió el gobierno de Correa es un acto básico de responsabilidad pública que se fundamenta en la necesidad cívica de que no exista impunidad. Los aviones fueron utilizados sin ninguna normativa, regulación ni control de organismo independiente alguno durante el correato. En esos vuelos no solo hubo un uso abusivo e irresponsable de bienes y fondos públicos sino que también pudo haber habido, precisamente por la falta de regulación y control de aviones que no siempre se someten a inspecciones internacionales, transporte ilegal de personas o de dinero. Correa, durante casi todo su mandato, usó los aviones de forma absolutamente discrecional, como si se hubiera tratado de un bien de su propiedad.
Los pocos datos que soltó César Rohon, asambleísta socialcristiano que ha tomado la batuta en el tema, son ya muy inquietantes. De acuerdo a la información que recopiló del Ministerio de Defensa, se sabe que hay vuelos que se hicieron sin pasajeros y únicamente con tripulación, otros que se hicieron a paraísos fiscales y muchos sin siquiera la presencia del presidente de la República. “¿Si no transportaba gente qué creen que llevaba?”, se preguntaba en Twitter la periodista María Josefa Calderón. No hay que olvidar que varios expertos han señalado que el Falcon, de fabricación francesa, es capaz de volar sin escalas a países como Qatar o Dubai, lo cual evita que le hagan inspecciones cuando no está el presidente a bordo.
Al no haber ningún control institucional, los únicos datos que se tuvieron del uso que Rafael Correa hizo de los aviones venían de personas que hicieron seguimientos con limitadas aplicaciones en línea. El tuitero @Kirkshan, por ejemplo, detectó vuelos insólitos como por ejemplo uno hecho el Legassy a Caracas horas antes de que Lenín Moreno asumiera el mando.
El uso de los aviones, en especial del lujoso Falcon que fue el segundo que compró Correa, representó como pocas cosas el abuso en el gasto público y el despilfarro inmisericorde durante los años del correato, así como la opacidad y la falta de rendición de cuentas que hubo durante todo su mandato. Su uso fue tan grosero y sospechoso que cuando se anunció la auditoría de la Contraloría, Correa reaccionó torpe y visiblemente nervioso con un mensaje en Twitter diciendo que era tan delicado el uso que le daba a a los fondos públicos que en el avión llevaba comida en tarrinas, lo que desató toda una ola de chistes y burlas en redes sociales.
Sin embargo, el hacer una auditoría enfocada exclusivamente en el período del gobierno de Rafael Correa, como ha hecho la Contraloría, o a los dos últimos años de ese régimen como ha pedido el Partido Social Cristiano y no al manejo que Lenín Moreno ha dado a esos dos artefactos,resta autoridad moral y credibilidad a la iniciativa que, a todas luces, es tan necesaria como responsable. No fiscalizar el uso de los aviones durante el mandato de presidente Moreno haría que se piense que se actuó políticamente y no en función de un principio de responsabilidad pública.
Moreno, que no cumplió su promesa de vender al menos uno de los aviones, hecha en agosto del 2017 como parte de un supuesto plan de austeridad, no ha hecho nada para eliminar la opacidad con el que Correa administró los aviones. En efecto, desde el 24 de mayo del 2017 hasta ahora, período que no será auditado por la Contraloría y que tampoco ha sido incluido en el pedido hecho por el PSC, no se ha establecido ninguna normativa o regulación para el uso de los dos artefactos. ¿Cómo, quién y cuándo decide que esos aviones pueden ser usados?  ¿Qué criterios hay para disponer su uso y asegurarse que sea de estricto interés público? ¿Quiénes, además del presidente, puede viajar en ellos? Si no hay transparencia ni control en el uso de los aviones, las dudas que generaron los vuelos hechos durante el gobierno de Correa irremediablemente se repetirán para los vuelos hechos durante el mandato de Moreno.
Por ejemplo, mientras el presidente Moreno se hallaba en Europa hace pocos días haciendo uso del Falcon, el Legassy -de fabricación brasileña- hacía desplazamientos dentro del Ecuador sin que se sepa con qué fines y con qué pasajeros. También está el caso del uso que tuvo uno de los dos aviones para los desplazamientos de la ex canciller de Moreno, María Fernanda Espinosa, como el vergonzoso y vergonzante viaje que hizo en julio del 2017 a bordo del pretencioso Falcon en calidad de besamanos de la dictadura institucional de Daniel Ortega y su patética esposa Rosario Murillo en Nicaragua. El tuitero @Kirkshan detectó asimismo vuelos que aparentemente no tenían ninguna razón institucional y en los que no parecería estar el presidente a bordo, como aquel que el Falcon hizo por la La Florida, en los EE.UU.
César Rohon, el asambleísta socialcristiano que lleva adelante la iniciativa de fiscalizar el uso de los aviones presidenciales, ha pedido información exclusivamente de los dos últimos años del gobierno de Correa. Cuando 4Pelagatos le preguntó las razones por las que no incluyó al mandato de Moreno, Rohon dijo que le “parece muy bien” que sean incluidos. Sin embargo cuando pidió los datos al Ministerio de Defensa obvió ese pequeño detalle.
La única persona que hasta ahora ha remarcado la necesidad y ha presionado para que se investigue cómo se manejó el tema durante el gobierno de Moreno es el legislador Fabricio Villamar de CREO. Villamar ha presentado un pedido a la Contraloría para que se audite el uso que María Fernanda Espinosa hizo de uno de los aviones mientras fue canciller de este gobierno e incluso incluyó en su pedido al avión de Petroecuador que, se sabe, fue utiilizado varias veces en vuelos no reportados por el ex canciller correísta Ricardo Patiño. Sin embargo, su pedido no ha tenido eco.
Si realmente se quiere que la auditoría al uso del avión o de los aviones presidenciales sea un acto administrativo serio, responsable y que siente un precedente, se debe incorporar el gobierno de Moreno. Un experto en el tema aeronáutico dijo a 4Pelagatos que el examen se debe hacer incluso con perros expertos en detectar drogas o dinero y que se debe pensar en la conformación de una veeduría con especialistas en el tema.
Con ciertas diferencias de forma más que de fondo, Moreno ha administrado los aviones presidenciales bajo la misma modalidad que su antecesor. Si se investiga al uno se tendría que hacerlo al otro. De lo contrario, el resultado del esfuerzo quedará incompleto y marcado con la aborrecible marca de la dedicatorio política.

No hay comentarios:

Publicar un comentario