Lenín Moreno prefiere patear el balón para delante
El gobierno de Lenín Moreno se somete a una cura de adelgazamiento: a eso se resume el paquete de medidas que anunció esta noche el Presidente y dos de sus funcionarios: Eduardo Jurado, secretario general de la Presidencia, y Richard Martínez, ministro de Economía. Con ellas buscan enfrentar los problemas estructurales del Estado y el endeudamiento que suma, según cifras dadas por Jurado, más de 60 mil millones de dólares.
El gobierno hace un movimiento políticamente conservador: evade el terreno minado de los subsidios. Con excepción de la gasolina Súper cuyo galón pasa a costar $2,98. Es el subsidio menos oneroso y el que el gobierno puede explotar, en su discurso, como aquel que beneficia a los sectores privilegiados de la población. Se suma el diesel de los sectores industriales que está en estudio y subirá para ciertos sectores. El gobierno no ha dado fecha de aplicación ni ha dicho quiénes serán los afectados.
¿Qué ahorro causará la disminución de esos dos subsidios? Jurado habló de más de $100 millones. Entre 120 y 150 millones de dólares dijo Richard Martínez, ministro de Economía, a 4Pelagatos. ¿Qué seguridad tiene el gobierno de que los consumidores de gasolina súper no se trasladen a la gasolina Extra? Ninguna. Pero para mermar esa posibilidad se les promete mejorar la calidad que pasará de 90 a 92 octanos.
El gobierno decidió aplicar la cura de adelgazamiento al aparato del Estado para probar que el ejemplo empieza por casa y que, en forma alguna, afectará a los más pobres. En esa línea, el Presidente anunció la reducción del número de ministerios a 20. Habrá fusiones: por ejemplo los ministerios de Comercio Exterior y de Industrias o de entidades, como el SRI y las Adunas o la secretaría del agua y el Ministerio del ambiente. Otros desaparecerán como el ministerio de Justicia o la Secom. De 135 instituciones que encontraron, solo habrá 97 en 2020. Ya desaparecieron 13 y otras 20 lo harán este año. Unos 920 funcionarios perderán su trabajo. El nivel salarial del sector público también será revisado. Hay muchas distorsiones en los altos cargos (tres veces el salario que se paga en el sector público).
El Estado venderá 1000 vehículos (además de los 377 que dice haber vendido). El gobierno anuncia ahorros por la optimización en la administración de empresas estatales o por la suspensión de compras directas que, según el Presidente, sumaron $18 000 millones en el correísmo, perjudicando al país por $1400 millones. Solo por ese rubro, dijo esta noche Lenín Moreno, habrá un ahorro de $400 millones. A esas medidas se agregan algunas simbólicas (pero que también cuestan) como suspender la seguridad a los ministros (salvo a aquellos cuyos cargos conllevan peligros ciertos) y hacer que paguen sus cuentas de celular. Hay en curso otras medidas que conciernen los activos del Estado y que se aplicarán con la asesoría del Banco Interamericano de Desarrollo.
No obsta: el anuncio de esta noche, en cadena nacional, es estrictamente político. Y se puede resumir así: adelgazamiento del Estado, no tocar el grueso de la sociedad, golpear simbólicamente a los sectores más acomodados, anunciar dos medidas para encontrar la plata de los corruptos (primas del 20% de lo encontrado y no castigo para los coimadores que delaten), $1300 millones para dinamizar, en particular, las Pymes, la construcción y el agro y mantener (y aumentar) el volumen de bonos en el sector social.
En claro, el gobierno, presionado por la economía, decidió anunciar ahorros por cerca de mil millones de dólares, el mismo día que el Registro Oficial publicó la Ley de Fomento Productivo que facilitará, eso espera Carondelet, las primeras inversiones de un paquete de 9 mil millones prometido por los empresarios. Este ahorro no será, en absoluto suficiente, si se mira el hueco fiscal en las finanzas públicas. Pero el gobierno juega a ganar tiempo, sabiendo que se le vienen años aún más delicados en el plano fiscal. En realidad, Moreno y su equipo manejan una teoría curiosa: hacer el ajuste en el poder Ejecutivo e incitar a los otros poderes a hacer lo mismo, conscientes de que así mandan un mensaje que les permite ganar credibilidad en el mercado interno e internacional porque saben que tendrán que buscar nuevas fuentes de financiamiento.
Esta teoría puede ser entendida como la pedagogía que Moreno hace a la sociedad para que vea que por él empieza el ejemplo. De hecho, esa es la base conceptual que explica por qué en vez de eliminar los subsidios a las otras gasolinas (que todo el mundo sabe que benefician a todos aquellos que están por encima de la línea de pobreza) el gobierno prefiere establecer un diálogo sobre ese tema sin fecha y sin norte. Todo esto para que la sociedad se convenza de que esos subsidios deben ser focalizados, como si ese tema no hubiera sido sobre diagnosticado en el país.
Moreno y su gobierno probaron este noche, otra vez, que están dispuestos a hacer solo una parte de la tarea. Eso les permite ganar tiempo… aunque eso signifique perder tiempo para conectar a la sociedad con la cruda realidad de su economía.
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