La CFN pagó 10.5 millones por la sede que valía 6
En el proceso de compra de un edificio en una de las zonas más comerciales de Quito la Corporación Financiera Nacional perdió cerca de 5 millones de dólares. En realidad no es que a la CFN se le haya perdido ese dinero durante la compra sino que por por factores bastante insólitos -que se detallarán más adelante- esa institución del Estado pagó una cantidad ridículamente superior a lo que debía haber pagado por la compra del inmueble, según una auditoría de Contraloría.
La historia es la de la compra del Planitum G, un edificio con una superficie de 8113 metros cuadrados de construcción, 12 pisos y 4 niveles de parqueaderos por el que la CFN desembolsó 10 millones 500 mil dólares. Actualmente es la sede de esa institución financiera del Estado.
Todo inició en el 2014 cuando al entonces gerente de la Corporación Financiera le comunicó al gerente de Inmobiliar de que estaba interesado en comprar el edificio Plantinum G, que entonces estaba en construcción y que está ubicado en la calle Iñaquito entre Corea y Av. Naciones Unidas. Le comunicó también que la institución tenía 10.5 millones de dólares para la transacción.
La respuesta de Inmobiliar fue positiva. A un alto funcionario de esa agencia estatal que se encarga de los bienes inmuebles del Estado le pareció que no había nada malo en la iniciativa e invitaba al gerente de la CFN a que presente el proyecto al directorio de la institución. Eso sí, le decía que para que pueda comprarlo, la CFN tenía que declarar al Platinum como propiedad de utilidad pública o de interés social. Además, le anotaba que, de acuerdo a la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública, el monto que se pagara debería ser de acuerdo al avalúo catastral del Municipio y que el precio que se conviniera no podría exceder del 10% sobre dicho avalúo.
Todo parecía ir muy bien. El Directorio de la CFN aprobó la compra y el Platinum fue declarado en poco tiempo como un inmueble de utilidad pública. ¿El precio? Un funcionario del municipio dijo haber el cálculo de acuerdo a los catastros y el resultado era 11’154 326 dólares.
Pero las cosas terminaron complicándose años más tarde cuando Contraloría decidió hacer una auditoría a la transacción. Ahí, los auditores se encuentran con que, según la información que había en los catastros del Municipio, el valor del predio era mucho menor al que se había pagado: apenas 6′ 084 274 dólares. El dato sin duda resultaba inquietante. El equipo de auditoría descubrió, luego de haber hecho algunas indagaciones con funcionarios del Municipio de Quito, que un cambio hecho en los catastros durante los días de la compra del edificio había ocasionado el aumento drástico del precio del inmueble.
Cuando se profundizan las investigaciones y se llama a los involucrados en el tema, la Contraloría encuentra que el empleado municipal, que hizo los cambios, modificó la valoración de los ascensores del edificio lo que hizo que el valor del Platinum se disparara en cerca de 5 millones de dólares. Cuando el gerente de la CFN y el directorio de esa institución vieron los avalúos en la página web del Municipio, efectivamente el edificio aparecía como si costase 11 millones de dólares, pero cuando el equipo de auditoría hizo el examen aparecía que costaba apenas algo más de 6 millones (finalmente se pagó 10.5 millones). ¿Por qué había cambiado tanto el valor? De acuerdo al informe de Contraloría, los funcionarios del Municipio creen que hubo errores durante los días de la compra. ¿Pura coincidencia o alguna viveza criolla? Contraloría, en realidad, no ha logrado establecer si hubo o no una acción deliberada para beneficiar a los propietarios del edificio u otros interesados en la compra pero si encuentran responsabilidades de quienes intervinieron en la compra por el pago en exceso.
Las conclusiones de Contraloría
Según Contraloría, el empleado municipal que hizo los cambios “realizó el movimiento de actualización de los adicionales constructivos (ascensores) de los 66 predios de la propiedad horizontal del edificio ‘Platinum G’, sin contar con la documentación que respalde y justifique el mismo, por lo que al 22 de abril de 2015 se incrementó el avalúo catastral de 6′ 084 274 dólares a 11′ 154 326, información que al servir de referencia para la adquisición de la Torre A, del citado edificio, ocasionó que el Gerente General de la CFN comprometa y posteriormente se pague al vendedor recursos en más por 4 415 725 dólares, con relación al valor de la negociación que fue de 10 500 000”.
Sin embargo, los auditores también señalan en el informe que el jefe zonal de catastros del Municipio también tiene su parte de culpa por no “controlar la actividad catastral”, lo que permitió que el valor del avalúo aumente en 5′ 070 052 sin documentación sustentatoria”.
Los empleados de la CFN también llevan su parte en el informe de Contraloría. Así se señala que el gerente de la CFN suscribió el acta de negociación el 6 de mayo de 2015, con el Gerente General de la Compañía CECSA (la empresa dueña del edificio) a base de los certificados de catastros en propiedad horizontal, obtenidos de la página web del Municipio el 22, 23 y 24 de abril de 2015, donde el avalúo del edificio Platinum fue de 11 154 326, certificados que según afirmación del Gerente General de la CFN, le fueron proporcionados por los gerentes: de la División Administrativa, de Legal y Patrocinio, y del Oficial de Cumplimiento, con lo cual no se evidenció que los citados servidores realizaron trámites administrativos y legales para efectuar la compra del inmueble como son la obtención de los certificados de la Dirección de Avalúos y Catastros del Municipio, en fechas anteriores al 22, 23 y 24 de abril de 2015, originando que la negociación se efectúe por un valor superior del avalúo catastral indicado por el Municipio del Distrito Metropolitano de Quito como correcto en 6 084274 de dólares”. Es decir, que estos funcionarios de la CFN no cumplieron con su obligación de haber visto los catastros en los días previos como aparentemente están obligados de acuerdo a las normas de contratación pública.
¿Por qué no se aprovechó la Plataforma Financiera?
El caso plantea muchas interrogantes. Si duda la más visibles es si hubo o no una alteración de los datos catastrales con el fin de beneficiar a alguien en la compra del edificio. Pero también es inevitable preguntarse si era realmente necesaria la compra de ese edificio cuando el gobierno de Correa no solo que tenía muchos edificios vacíos sino que había planificado la construcción de la Plataforma Financiera, ubicada muy cerca del edificio Platinum. En efecto, de acuerdo a información del Municipio, la Plataforma Financiera fue aprobada por esa institución en abril del 2014; es decir, un mes antes de que el gerente de la CFN haya solicitado un informe de Inmobiliar para hacer la compra. Es evidente que cuando se decidió comprar el edificio Platinum ya existía el proyecto de la Plataforma Financiera que fue inaugurada casi al final del gobierno de Correa y que sufrió graves inundaciones a los días de haber sido inaugurado.
¿Por qué los planificadores del gobierno de Correa, que se llenaban la boca sobre la importancia de la planificación centralizada, no previeron que en la Plataforma Financiera podía funcionar la CFN? De hecho, en la Plataforma no funciona actualmente la CFN puesto que, de acuerdo a declaraciones hechas por los encargados de dicha plataforma, la CFN había recién adquirido el edificio cuando se inauguró el inmenso edificio donde funcionan todas las instituiciones financieras del Estado.
En conclusión, a los 5 millones perdidos durante la compra del edificio habría que agregar la consideración de que quizá la CFN no tenía ninguna necesidad de comprar un edificio nuevo. Plata botada, como se dice.
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