jueves, 30 de agosto de 2018


Jaime Rene Cedillo Feijóo
a y paciencia de las autoridades del Municipio de Cuenca, y del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Este es un atentado a la ciudad, calificada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Seguramente, están esperando que se caiga, para enseguida levantar una edificación "moderna", con la complicidad de funcionarios que deberían ser sancionados, por hacerse de la vista gorda, tal como ha sucedido en otros muchos casos, como la villa Roselena, en la avenida Solano. Aprovechando un feriado, llegaron los monstruos de acero y en un santiamén la echaron abajo. A los responsables de ese entonces, cuando se les pidió explicaciones, se dieron golpes de pecho, se echaron la pelotita y con el paso del tiempo, todo quedó en nada. Así de complicidad en complicidad, se va perdiendo nuestro maravilloso patrimonio arquitectónico. Cuál es la opinión de los entendidos, de los especialistas, por favor. Foto El Observador.
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