Así se arma un Gabinete itinerante en el Gobierno de Lenin Moreno
Cerca de USD 20 mil paga la Presidencia de la República por la organización y logística de los gabinetes itinerantes en el interior del país. Los requerimientos del Gobierno "en territorio" están minuciosamente detallados en un contrato firmado por el Palacio de Gobierno con una empresa que también provee el mismo servicio a los asambleístas y organizó varios eventos en 2014 para Yachay.
06 de agosto del 2018
REDACCIÓN PLAN V
El Gobierno "en territorio". El nuevo cliché del metalenguaje palaciego -reemplaza a decir de gira o en el interior del país- se registra en varias partes de un contrato firmado el 23 de febrero de 2018 entre el Palacio presidencial, representado por el subsecretario de Gestión Interna de la Presidencia de la República, Nelson Samaniego, y la empresa Southconsult, representada por Diego Custode Salmon, y al que tuvo acceso PLANV. La empresa brinda, desde diciembre del año pasado, un servicio similar para la Asamblea Nacional, como la organizadora de todos los eventos del Palacio Legislativo.
Siguiendo la tradición correísta, el Gobierno de Lenin Moreno anunció el año anterior que, por lo menos una vez al mes, el Gobierno en pleno, en un grupo que se estima conformado por 100 personas, sin contar con la seguridad y el personal de apoyo, se trasladaría fuera de la capital para sesionar en alguna localidad del interior de la República. Pero, como el estilo es el hombre, hay importantes diferencias entre las salidas "al territorio" del Gabinete de Moreno y el de Rafael Correa. Empezando porque el mandatario suele prescindir de los pantagruélicos desayunos en algún mercado popular, de recorrer algún largo trayecto en bicicleta poniendo a prueba el estado físico de los escoltas, o de viajar en horarios insólitos.
El actual mandatario suele prescindir de los pantagruélicos desayunos en algún mercado popular, de recorrer algún largo trayecto en bicicleta poniendo a prueba el estado físico de los escoltas, o de viajar en horarios insólitos como hacía Correa.
Dada su edad y discapacidad física, el presidente Moreno le ha bajado al exigente ritmo de su antecesor en el Palacio de Carondelet. Pero ello no impide que trasladar al Gabinete en pleno, asesores y funcionarios sea todo un operativo que el Palacio ha encomendado a una empresa privada, a la que contrató con régimen especial, invocando a las excepciones que están previstas en la Ley de Contratación Pública para actividades y servicios comunicacionales.
En efecto, en el portal de Compras Públicas aparece el proceso de licitación, vía régimen especial, del servicio de organización y logística de los gabinetes itinerantes. En los considerandos, se consigna que la visita del Gobierno al interior de la República es, ante todo, una tarea comunicacional, por lo que se acogen a las excepciones que permiten la contratación directa de una empresa para que brinde un servicio que, sin embargo, tiene poco o nada de comunicacional: el contrato refiere de manera detallada lo que más podría considerarse un catering: carpas, mesas, sillas y la provisión de comida para todos los asistentes están minuciosamente descritos en el documento.
De manera que, citando el mismo articulado con el que el Municipio de Quito contrata servicios como el manejo de sus redes sociales, el Palacio presidencial contrató el sistema de organización de por lo menos 11 gabinetes itinerantes que deben realizarse en este año en distintas localidades del interior del país.
Según un informe preparado por la Subsecretaría de Gestión Logística y Protocolar de la Presidencia, el costo de referencia de organizar los gabinetes itinerantes en el actual Gobierno fue de USD 321 mil. Cuatro empresas recibieron invitaciones para prestar este servicio al Palacio, una vez que la Presidencia certificó que no está en capacidad de brindar el servicio por sí solo: Expoeventos, Prime Shows and Events, Coordinamos Promoservice y Southconsult, con RUC 1792099765001. Esta última empresa recibió la adjudicación del servicio, al haber obtenido 100 sobre 100 en su calificación.
La organizadora de eventos de los poderes del Estado
Al final, la adjudicación a Southconsult se realizó por USD 341.148,64, con un plazo de 324 días. Esta empresa, constituida en 2007, tiene como objeto social la enseñanza, pero en especial, la capacitación para guías turísticos, cocineros y personal de restaurantes. También consta en su objeto social brindar servicios logísticos y preparar y distribuir alimentos y bebidas. Sus accionistas son Pablo y Juan Diego Cisneros Crespo, así como Diego Custode Salmon, quien es su representante legal.
La empresa había organizado, antes, un evento para la polémica universidad Yachay, el "Sillicon Valley" del correato. Se trató del evento "Gestión de parques tecnológicos y programas de innovación en América Latina", que se efectuó el 12 y 13 de noviembre 2014, con un costo de USD 135,729.35 y un plazo de 20 días. Con Yachay la empresa tuvo varios contratos más, algunos por más de 300 mil dólares, para la organización de eventos.
Southconsult ha trabajado también con la Empresa Metropolitana de Aseo de Quito, que le entregó un contrato de un año en agosto de 2016 por USD 95 mil para organizar eventos en los que la empresa municipal informa de los servicios que presta. Pero durante el correato, la empresa fue una de las organizadoras de eventos oficiales del Consejo de la Judicatura, así cono la contratista de prácticamente todos los eventos de la Cancillería, en especial, durante la gestión de Ricardo Patiño en el Palacio de Najas. El contrato con la Cancillería superó los tres millones de dólares.
El 20 de diciembre de 2017, cuando aún era presidente de la Asamblea Nacional José Serrano, se le entregó un contrato por USD 506,546.00 por brindar servicios de logística, coordinación y organización de eventos para el Palacio Legislativo. De esta forma, la empresa es la organizadora de eventos tanto del Poder Ejecutivo, cuanto del Poder Legistivo, y actualmente tiene dos contratos vigentes con ambas funciones del Estado que se aproximan al millón de dólares.
El 20 de diciembre de 2017, cuando aún era presidente de la Asamblea Nacional José Serrano, se le entregó su más grande contrato: USD 506,546.00 por brindar servicios de logística, coordinación y organización de eventos para el Palacio Legislativo. De esta forma, la empresa es la organizadora de eventos tanto del Poder Ejecutivo, cuanto del Poder Legistivo, con dos contratos vigentes con ambas funciones del Estado que se aproximan al millón de dólares.
Este portal escribió por correo electrónico a Diego Custode, solicitándole una entrevista sobre sus contratos de eventos con los principales poderes del Estado, pero no obtuvo respuesta. También se comunicó con Stephanie Crespo, funcionaria del Palacio que despacha en el Edificio El Comercio en el Centro Histórico de Quito, que alberga oficinas de la Presidencia y que actualmente sería la administradora del contrato, pero tras aceptar en primera instancia una entrevista, declinó luego hacer cualquier comentario al respecto.
La dieta del Gobierno
El contrato describe con detalle la forma en la que el Gobierno saldrá fuera de la capital a cualquiera de las provincias del Ecuador continental, por lo que excluye expresamente a Galápagos. Muchos apartados del contrato ponen énfasis en la comida: así, el organizador deberá presentar un "catálogo gastronómico" con cinco opciones de plato fuerte, postre, bebidas y refrigerio, poniendo énfasis en la comida típica de cada sitio a visitar.
El contratista se obligó con el Palacio a entregar varios productos. Uno de ellos, la organización del gabinete itinerante. El contrato describe que para la sesión del presidente y su gabinete ampliado se deberá disponer de varias mesas y por lo menos 100 sillas, así como un atril. Las mesas y sillas deberán estar cubiertas de tela blanca, no brillosa, y de ser necesario, el sitio donde se reúna el Gabinete deberá contar con calefacción o aire acondicionado.
Los baños para los asistentes, precisa el contrato, deberán contar con por lo menos 12 rollos de papel higiénico, dos paquetes de toallas húmedas, cuatro paquetes de toallas de manos, dos frascos de gel antibacterial, dos frascos de jabón líquido, y cuatro pastillas de ambientales para baños.
Pero, ¿qué comen y beben los ministros y sus comitivas en estos eventos? café pasado, aguas aromáticas, edulzantes sin calorías y azúcar común, un frasco de miel, jugos, agua saborizada, yogurth, agua con gas y sin gas, bebidas gaseosas, entre otras cosas, como frutos secos como almendras, avellanas, nuez, pistachos, frutas deshidratadas, frutas frescas cortadas y sin cortar, así como bocaditos de sal y de dulce como empanadas y quimbolitos.
A media mañana, los miembros del Gobierno reciben un refrigerio ejecutivo, que consiste en comida típica del lugar. Un refrigerio similar se entrega a por lo menos 30 personas de los medios de comunicación.
La sesión de Gabinete termina con un almuerzo para, por lo menos 100 personas, que son los altos cargos de la Función Ejecutiva, sus asistentes y asesores. El almuerzo, insiste el contrato, también debe ser de comida típica de la región.
El Gobierno ofrece también otro almuerzo, bimensual, para otras 100 personas, al que son invitadas las autoridades y personalidades del sitio que se visita.
La carpa presidencial
Para las necesidades especiales del presidente Moreno, el contrato prevee la instalación de la "carpa presidencial en territorio". Esta suerte de residencia oficial en campaña del primer mandatario está, en realidad, conformada por tres carpas de 36 metros cuadrados, destinadas a albergar y dar privacidad al jefe del Estado.
Para las necesidades especiales del presidente Moreno, el contrato prevee la instalación de la "carpa presidencial en territorio". Esta suerte de residencia oficial en campaña del primer mandatario está, en realidad, conformada por tres carpas de 36 metros cuadrados, destinadas a albergar y dar privacidad al jefe del Estado.
Según el contrato, la primera carpa es la carpa garaje. En ella ingresa el vehículo presidencial y el mandatario es ayudado a bajar por sus escoltas. La segunda es la Sala presidencial propiamente dicha, en donde debe haber una mesa de reunión para el círculo íntimo del mandatario, con seis puestos. La tercera carpa contiene un baño portátil para personas discapacitadas que es de uso exclusivo del presidente. Las tres carpas cuestan USD 2520 según el contrato, más de lo que costaría una suite en un hotel de lujo en cualquier ciudad del interior del país. Las carpas, señala el contrato, deben tener su propio piso y estar debidamente climatizadas. Esta suerte de suite cuenta con su propia estación de bebidas y bocadillos, que están pensadas para por lo menos 20 personas del entorno más cercano del mandatario. En la carpa presidencial, según el contrato, se sirve lo mismo que en el resto del evento, con la posibilidad de un refrigerio especial reforzado que no tienen en el resto del Gabinete.
Las comidas en tarrinas
Quienes sí comen en tarrinas en estos eventos no son ni el presidente ni sus ministros. El contrato prevee servir comidas en 17 tarrinas para el personal de la seguridad presidencial, a quienes se les sirve o almuerzo,o refrigerio o merienda en envases desechables, sin olvidar el ají y las salsas. Estas tarrinas son entregadas a un funcionario del Palacio, sin que el contrato especifique la forma en la que serán distribuidas.
Los costos de estas comidas, sin embargo, varían en función del rango del asistente al evento. Así, mientras las comidas en tarrinas están presupuestadas en USD 18 cada una, lo que suma por 99 jornadas USD 30 294, el almuerzo de los altos cargos del Gobierno debe valer no menos de USD 48,50 por cada uno, sin contar los USD 22,50 que debe costar cada "refrigerio ejecutivo" del Ejecutivo, valga la redundancia. Es decir, las comidas de los altos cargos del Gobierno durante el Gabinete cuestan USD 71 por persona, lo que significa USD 7100 por jornada.
Quienes comen por menor valor son los 30 miembros de medios de comunicación oficiales, cuyo refrigerio está presupuestado en apenas USD 12,50.
Curiosamente, este contrato tiene una cláusula de confidencialidad contra el contratista, que, en teoría, impide conocer cualquier detalle de, por ejemplo, el menú del presidente y sus ministros, so pena de acciones legales.
Cuestan menos que las sabatinas
El contrato ofrece también un costo final de cada gabinete estimado en USD 19.933, que por once gabinetes alcanza un valor total de USD 219.263. A eso se suman USD 50.040 por seis almuerzos con autoridades (que se efectúan cada dos meses) y USD 5000 por otros requerimientos.
A los costos del evento en sí hay que sumar los gastos en que incurre cada funcionario que viaja hacia el sitio del evento. Este portal pudo obtener una liquidación de viáticos de Andrés Mideros, secretario de Planificación y Desarrollo, quien viajó el 18 de agosto de 2017 a la cuarta sesión de Gabinete ampliado itinerante que tuvo lugar en Santa Rosa, provincia de El Oro.
La liquidación contiene el gasto en hotel del funcionario, que recibió USD 80,80. La razón es que todos sus desplazamientos por vía aérea los realizó en un vuelo logístico de la Fuerza Aérea Ecuatoriana. El documento no indica si Mideros también gastó en alimentación o simplemente se asumió que comió en el Gabinete, pero a los costos del evento hay que sumar los viáticos de cada funcionario, que dependen de su rango e institución.
Las pautas de la invitación a los ministros a estos eventos también constan en el documento público: así, se pide a los funcionarios estar quince minutos antes, asistir a toda la agenda prevista, limitar la presencia del personal de apoyo "a lo estrictamente necesario", se prohíbe el uso de celulares y de cualquier medio electrónico, obligando a los funcionarios a salir del sitio del evento para cualquier llamada, entre otros aspectos. Este portal intentó obtener de la Secretaría General de la Presidencia de la República, que organiza el evento, más precisiones sobre estas políticas, pero no obtuvo respuesta.
Se estima que las sabatinas del ex presidente Correa, en cambio, llegaron a costar hasta 43 mil por sesión, lo que significa más de 160 mil dólares mensuales. Los gabinetes de Moreno, entonces, cuestan menos.
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