domingo, 11 de marzo de 2018

¿Dónde está el Museo?



Publicado el 8 marzo, 20187 marzo, 2018 por AGN

[Mario Jaramillo Paredes]

La última vez que viajé a Quito, reservamos con mi familia un tiempo para visitar la Sala de Arte Colonial que había pertenecido a los Museos del Banco Central.
Después de sortear el pesado tráfico de Quito, llegamos al edificio de la Seis de Diciembre. Los dos primeros empleados que vimos, con un gesto de burocrático aburrimiento, nos enrumbaron a la parte trasera del enorme edificio, en una zona que lucía abandonada. Guiados por descoloridos carteles, llegamos al sitio en donde se supone que estaba la sala de Arte Colonial.
Puertas cerradas y silencio sepulcral dieron paso en unos cuantos minutos a un guardia que, a diferencia de los empleados con los que nos topamos al inicio, hacía honor al hecho de laborar en la Casa de la Cultura. Su respuesta fue culta pero desalentadora. Señorcito, la Sala que usted busca está cerrada desde hace años y nadie puede entrar. Pero en todo caso así le dejara pasar, no podría ver nada porque las cosas están desordenadas y hay mucho polvo.
El Museo del Banco Central del Ecuador surgió -en parte-como una respuesta acertada que sus directivos dieron a la obligación que tenía la institución de mantener reservas de oro como respaldo a la emisión de moneda. Comprar piezas arqueológicas de oro constituyó el punto de partida de lo que años después serían los museos del Banco.
A finales de la década de los sesenta del siglo pasado, el Gerente de aquel entonces, Guillermo Pérez Chiriboga, junto con Hernán Crespo Toral, planificaron la creación de un Museo que pudiera mostrar al público las colecciones de arqueología que se habían formado. Hernán Crespo había estudiado en Francia y, precursor de la museología profesional, organizó con sus conocimientos y la pasión que tenía por la conservación de nuestro patrimonio, el Museo que años después se diversificó dando origen a otros similares en ciudades como Guayaquil y Cuenca.
A la colección de arqueología siguió la de arte colonial y republicano del siglo XIX. Fueron la base del mejor museo que ha tenido el Ecuador y sirvieron, además, para conservar en el país, colecciones que, de lo contrario, habrían ido a parar en el extranjero. El rescate de ese patrimonio, su magnífica presentación en las salas de los Museos del Banco Central, la labor que cumplieron de difusión y valoración de nuestra cultura y los miles de seres humanos que se beneficiaron de contemplar y conocer esos tesoros artísticos, fue el mayor legado del Museo y de su gran organizador, el cuencano Hernán Crespo Toral.
Rodrigo Crespo Toral, que no creó museos pero en cambio con bienes y persona creó el Conadis en los años noventa y con ello fue el que inició la lucha a favor de los discapacitados, pregunta en una publicación, dónde se encuentra el Museo fundado por su hermano Hernán y me invade la indignación de saber que la Sala de Arte Colonial está cerrada desde hace años. Justamente en los años en que el país tuvo la mayor riqueza de su historia y que se evaporó con la mayor corrupción que registra la República. Una corrupción que merece un museo para mostrar lo que nunca debe volver a repetirse. (O)

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