Me parece que una forma de aplaudir el esfuerzo, a veces heroico, de quien funda y dirige una revista es evocar la historia de cómo surgieron en nuestra vida cultural cuencana las
revistas y destacar la duración de algunas de ellas. Quiero que con este artículo llegue mi congratulación para Jaime Cedillo Feijóo por ser el fundador, director y mantenedor de una
revista que ha perdurado por veinte años y que llega a su edición a superar los cien números lo que vale decir, que ha tenido una regularidad casi bimenstrall hasta la fecha.
revistas y destacar la duración de algunas de ellas. Quiero que con este artículo llegue mi congratulación para Jaime Cedillo Feijóo por ser el fundador, director y mantenedor de una
revista que ha perdurado por veinte años y que llega a su edición a superar los cien números lo que vale decir, que ha tenido una regularidad casi bimenstrall hasta la fecha.
Enhorabuena para la revista y para su empeñoso editor y director. Quienes nos vinculamos con el mundo editorial sabemos de la complejidad del proceso de preparar una obra y esta vigilante de todos los detalles para lograr la armonía entre la forma y el fondo, entre el continente y el contenido, lo que se puede apreciar fácilmente en El Observador.
Una revista que recoge muchos temas que están sujetos a diversas opiniones, como son esencialmente los periodísticos, puede tener personas que la elogien pero también detractores
y hasta enemigos, pero nadie podrá dejar de reconocer que en los veinte años de vida y en los ciento y más números publicados hay un enorme trabajo, tenacidad, inteligencia, constancia y, sobre todo, libertad para recoger la opinión y el criterio de los colaboradores y, en particular de su director. Una revista con estas características debe pervivir por muchos años.
y hasta enemigos, pero nadie podrá dejar de reconocer que en los veinte años de vida y en los ciento y más números publicados hay un enorme trabajo, tenacidad, inteligencia, constancia y, sobre todo, libertad para recoger la opinión y el criterio de los colaboradores y, en particular de su director. Una revista con estas características debe pervivir por muchos años.
Juan Cordero Íñiguez,
Cronista Vitalicio de Cuenca.
Cronista Vitalicio de Cuenca.
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