jueves, 22 de marzo de 2018

HOMENAJE A LA REVISTA EL OBSERVADOR POR SUS VEINTE AÑOS DE EXISTENCIA



Me parece que una forma de aplaudir el esfuerzo, a veces heroico, de quien funda y dirige una revista es evocar la historia de cómo surgieron en nuestra vida cultural cuencana las
revistas y destacar la duración de algunas de ellas. Quiero que con este artículo llegue mi congratulación para Jaime Cedillo Feijóo por ser el fundador, director y mantenedor de una
revista que ha perdurado por veinte años y que llega a su edición a superar los cien números lo que vale decir, que ha tenido una regularidad casi bimenstrall hasta la fecha.
Enhorabuena para la revista y para su empeñoso editor y director. Quienes nos vinculamos con el mundo editorial sabemos de la complejidad del proceso de preparar una obra y esta vigilante de todos los detalles para lograr la armonía entre la forma y el fondo, entre el continente y el contenido, lo que se puede apreciar fácilmente en El Observador.
Una revista que recoge muchos temas que están sujetos a diversas opiniones, como son esencialmente los periodísticos, puede tener personas que la elogien pero también detractores
y hasta enemigos, pero nadie podrá dejar de reconocer que en los veinte años de vida y en los ciento y más números publicados hay un enorme trabajo, tenacidad, inteligencia, constancia y, sobre todo, libertad para recoger la opinión y el criterio de los colaboradores y, en particular de su director. Una revista con estas características debe pervivir por muchos años.
Juan Cordero Íñiguez,
Cronista Vitalicio de Cuenca.

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