Vida de Cuadritos / El regreso triunfal de Buba
Por Martín Arceo
S.
mar, 13 ene 2015 09:30
México, DF. Buba siempre ha estado ahí. Luchando
contra la indiferencia, a favor de la inclusión, en repudio a la estulticia y
en pro del bienestar común. Buba es a veces Quijote, otras Sancho, siempre con
botecitos de miel y hiel para salpicar con ellos una realidad que agobia,
alivia, salva y repele.
José Quintero, creador de Buba,
presentará este viernes 16 de enero a las 20 horas los dos primeros tomos
recopilatorios de las andanzas de su niña/monstruo/ángel/alter ego en El
Cantón –que ofrece cocina de barrio y cerveza artesanal—, ubicado en la calle
Vicente Guerrero 118 del barrio de San Mateo en Metepec, estado de
México. Estos trabajos ya se consiguen en las principales librerías y
tiendas de cómics, así como en https://www.kichink.com/stores/buba-chop.
Quintero indicó en entrevista que los
volúmenes 1 y 2 de Buba “no se publican en rigor como fueron apareciendo,
sino que a la hora de recopilarlas le di como un ritmo, un criterio
editorial, un orden distinto al que fueron siendo creadas, pero sí guarda más o
menos cierta cronología. Se supone que iban a ser libros recopilatorios. Sobre
la marcha vi que ponía todo en un libro iba a estar muy denso.
“Esta idea de poner una página par con
un texto para aligerarlo, porque era muy pesada la lectura, hizo que me
diera cuenta de que daba para más. Entonces van a ser tres
volúmenes, los dos primeros son en blanco y negro, todo el trabajo de (la
revista de historietas underground) El Gallo,
en (el suplemento Histerietas de) La Jornada,
y el tercero es el trabajo de color que se publicó en La Mosca”.
Comentó que “en la revisión del volumen
1 pasó como dijera Carlos Monsiváis, que te enredas para explicarte mejor, como
la escritura es muy barroca, uno de mis temores era que se enredara o se
empantanara al lector. La idea original era que el texto fuera explicativo,
como ‘un detrás de las cámaras’, qué ocurría cuando se dibujaban las
páginas, porque de hecho, hay viñetas, frases o historietas completas enteras
que son crípticas, en el sentido de que hay cosas que se desconocen o que
perdieron el contexto, que se debían puntualizar”.
Al tener enfrente su trabajo y
revisarlo, José descubrió que “hay demonios en esta obra que yo creía que
estaban superados pero vuelvo a ellos, como el tema de dios, mi transición del
teísmo al ateísmo lo hice con la Buba, fue el personaje que me ayudó a
desarrollar esa serie de inquietudes, las desarrollé y las hice públicas.
“Así hice mi transición de los 18 a los
24, 25 años, fue un periodo en el que consolidé mi ateísmo y desde el volumen 1
yo creía que me había curado y no, en el 2 siguen saliendo cuestiones en cuanto
al concepto de dios, más que la idea el feelingjudeocristiano
persiste, toda la ideología y la iconografía católica persisten, las
referencias de Cristo ya como símbolo, de Dios como una idea, como un concepto
más allá del catolicismo, como un ente universal, eso sigue ahí, también las
cuestiones sentimentales, esta cosa así como cursilona que tenía en la juventud
yo creía que estaba resuelta y pus no, sigue ahí de vez en
cuando.
“Y también me pasó con el volumen 2, y
esto sí me da un poquito de miedo y a ver cómo lo recibe la gente, el regresar
a los tópicos urbanos, una carga política como de malestar, de desencanto, la
sentí mucho ya al ver los libros publicados. El volumen 1 no lo tiene
tanto, es así como más naif, el 2 es más pesado, como en un estado
de ánimo más de pesadumbre que tiene un buen sector de la población, y es
desagradable. No me arrepiento, pero siento ese peso, son como demonios nuevos,
el de la política, el de la consciencia, el agravamiento de la crisis son como
nuevos demonios.
“Sí veo que hay una continuidad de
obsesiones, de temas, de estilo incluso, pero también motivos, el religioso, el
amoroso o afectivo, el urbano y recientemente el de la política o de la muerte,
que también se va desarrollando como muy densa, también esta obsesión que es
nueva, o más bien que la siento más cercana, porque uno va envejeciendo, ve que
se mueren cuates o familiares, tons tiene otra connotación,
veo como una galería de temas que se consolidan y no se vencen, como que
regresan.
“Y finalmente presento temas que no
pertenecen al individuo, sino a la colectividad, el libro lo que hace es
colectivizar, socializar ideas o emociones, pero no se superan en el sentido
que no son cosas que se quedan atrás, que se borran, y van dejando como
marcadores de temas que permanecen, no se desechan, se reciclan.”
Je suis Charlie
Imposible no referirse a la agresión
que el semanario Charlie Hebdo sufrió el 7 de enero
pasado, por el cual el domingo se realizó una movilización internacional con
pivote en las calles de París (http://www.jornada.unam.mx/2015/01/12/politica/002n1pol). La
comunidad comiquera mexicana se conmovió en especial ante
la muerte de Georges Wolinski, quien visitó nuestro país para la
convención Conque de 1999.
Mientras la indignación se expresa, el
dibujante mexicano Jorge Break (autor de la serie Meteorix)
pregunta y se responde en Facebook: “¿Qué están buscando los gobiernos de la
Unión Europea con esta marcha de Todos somos Charlie? Convencer a
los ciudadanos de que les quiten unas poquitas libertades para tener la amada
‘seguridad’”, al tiempo que el guionista y caricaturista gringo
Larry Hama propone: “¿Y si tomamos la energía que gastamos en
ofendernos, y la usamos para hacer sonreír a alguien?”
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