viernes, 23 de enero de 2015


30S: El día en que triunfó la insensatez y la impunidad 

Por Jeanette Hinostroza

JanetDespués de cuatro años el gobierno no entiende que por más que gasten millones en propaganda, no nos van a convencer de que el 30 de Septiembre hay algo que celebrar. Es más ridículo todavía pensar en que este fatídico día, pueda formar parte de las fechas importantes de nuestra historia. Por favor, pero si ni siquiera tuvieron poder natural de convocatoria para la marcha que organizaron, esta vez también le tuvieron que pagar a la gente para que ayude a llenar la Plaza de San Francisco y empleados de varios ministerios me contaron que los burócratas fueron nuevamente obligados a marchar en las calles y luego a ir la fiesta en donde los “artistas” verde flex repitieron el libreto de siempre: bailaron, cantaron y alzaron las manos en señal de triunfo. Los empleados del Estado no recibieron mails o cartas físicas con la orden de ir a apoyar el evento programado para “celebrar” el 30S, sino que emisarios de las propias entidades públicas se habrían encargado de ir de puesto en puesto haciendo la invitación verbal y recordando las consecuencias si faltan a la cita.
El 30 de Septiembre perdimos todos, no hay nada que celebrar. Pregunto: ¿Ya se sabe quién asesinó a Froilán Jiménez? ¿Dónde están las balas que les sacaron a los fallecidos? ¿Ya se descubrió quién ordenó el ataque militar en un sector donde había dos hospitales? ¿Dónde están los responsables del supuesto intento de golpe de Estado? ¿Hay alguna razón para bailar y cantar en una de las plazas emblemáticas de la ciudad?. El 30S es el día en el que triunfó la impunidad y la insensatez.
Desde el día en que la Policía Nacional decidió sublevarse en protesta por la eliminación de algunas prebendas económicas (lo que fue muy insensato) ; y que el Presidente Correa cometió la imprudencia de ir al Regimiento Quito a encender los ánimos de los sublevados (lo que fue inexplicablemente insensato), los ataques a la prensa se recrudecieron; siguen culpando a la prensa de los hechos sin presentar una sola prueba (lo que no solo es insensato, sino audaz).
La campaña de desprestigio ha sido intensa y desgastante; pero hoy, cuatro años después de los hechos, se confirma que no ha tenido resultado esperado, una encuesta publicada por CEDATOS, revela que la prensa ha incrementado su credibilidad en los últimos 7 años, ubicándose en el 55%, el mismo nivel que tiene el Presidente Correa. La gente nos sigue creyendo porque sabe que decimos la verdad.
Quizá lo único que tenemos que celebrar es que el pueblo ecuatoriano no tiene un pelo de tonto, lo que entre otras cosas explica la pésima imagen de la Asamblea y los Asambleístas cuyo nivel de confianza no llega ni al 38%; la Asambleísta María José Carrión de Alianza País, se paseó por algunos medios de comunicación esgrimiendo el absurdo pretexto de que su desgastada imagen se debe a “casos como el de Galo Lara”, haciendo de menos los argumentos presentados por las personas que participaron en la encuesta, que claramente dijeron que la mala imagen la atribuyen a que la Asamblea no tiene su propia agenda, sino que solo sigue la marcada por el Presidente Correa; la Asambleísta Carrión y los otros 99 verde flex tienen que darse cuenta que la gente está cansada de pagarles un sueldazo para que solo levanten la mano sin discutir, opinar y sobre todo defender los intereses del pueblo que los eligió.
Es inaceptable que mientras calientan su curul, le hayan abierto paso a la reforma legal que les quita el 12% de las utilidades a los empleados de las telefónicas; y que en vez de promover la educación en salud, apoyen el cuento de los impuestos a la comida chatarra, que lo único que busca es sacarnos más plata para financiar el enorme gasto público.
Tampoco es aceptable la explicación, de que los supuestos hechos de violencia protagonizados por los estudiantes del Colegio Mejía, justifican la paliza que les metió la policía y que todavía los tengan en la cárcel violando sus derechos.
Por último este 30S sirvió para que los Asambleístas confirmen lo que ya sabían, que el 70% de los ecuatorianos no está de acuerdo con las enmiendas constitucionales y que para hacer una reforma que le de paso a la reelección indefinida, exigen que antes haya una consulta popular.

El gobierno sigue en campaña e intenta mostrar su supuesta fuerza política pagando gente para que salga a las calles; ya es hora de que se bajen de la tarima, el 23F el pueblo ecuatoriano ya les demostró cuál es la verdadera democracia.

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