El 30 de
septiembre fue una jornada de rebelión con alta dosis de violencia, dice
general Ernesto González
Ante los
cuestionamientos por los términos 'retenido' y 'secuestrado', que utiliza en su
libro titulado Testimonio de un Comandante, el exjefe del Comando Conjunto de
las Fuerzas Armadas, Ernesto González, dijo este martes que su libro está
basado en hechos.
"Yo no sé
si una persona que está secuestrada pueda llamar por teléfono, dar ruedas de
prensas, dar disposiciones, por eso mi libro está basado en hechos", dijo esta mañana el general al noticiero de Ecuavisa.
González,
quien presentó su libro el pasado jueves, indicó que la operación militar, el
30 de septiembre de 2010, no era considerar al hospital de la Policía como un
objetivo sino rescatar al presidente Rafael Correa y trasladarlo al Palacio de
Carondelet.
El general
explicó que la operación se realizó con los altos estándares de calidad, al ser
ese día -a su criterio-, una jornada de rebelión con una alta dosis de
violencia.
Durante el
último enlace sabatino, el presidente Correa refirió: 'yo no he leído el libro
del Comandante Ernesto González, que él no sepa que retención forzada es igual
que secuestro es mal manejo de lenguaje, que él crea que en el 30S no hubo un
golpe de Estado en el sentido tradicional, es su problema':
González
indicó este martes que lo que ha señalado en el libro es que no conocieron que
se estaba planificando un golpe de Estado. "Tal es así que el director
nacional de Inteligencia... ese día se encontraba en un seminario internacional
de Inteligencia con varios países de la región".
Puntualizó
que más allá de la semántica, entre retenido y secuestrado, lo que ha narrado
son hechos. "Así hemos manejado los términos desde cuando se realizaron
los informes, en hechos. El Presidente quedó retenido o secuestrado es
indiferente en este caso el concepto de las palabras, lo que sí es que su vida
corrió peligro y que él no podía salir de las instalaciones del hospital de la
Policía Nacional".
Labor
de militares
González
indicó que las Fuerzas Armadas del Ecuador están sobrecargadas en sus misiones
fundamentales subsidiarias y otro tipo de actividades, y que en la página 94 y
95 del libro detalla esas misiones, como el control del uso indebido y desvío
ilícito de combustible, operativos conjuntos para el control aduanero, acciones
de control de ingreso a la zona intangible Tagaeri y Taromenane, control de
mercadería vía carreteras, entre otras.
De acuerdo
al general González, lo que piden es una racionalización de esas tareas porque
la institución tiene primero que cumplir sus misiones constitucionales, apoyar
a la Policía Nacional, pero en asuntos puntuales de seguridad interna del
Estado, seguridad y controlar el tráfico ilegal en frontera, límite marítimo,
etc. (I)
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