viernes, 30 de enero de 2015

Raúl sostuvo un encuentro con el mandatario venezolano Nicolás Maduro. Foto: Estudio Revolución
SAN JOSÉ.— Con el compromiso suscrito por la Celac de trabajar intensamente durante los próximos años en ejes fundamentales como la pobreza extrema, la desigualdad, la educación, la ciencia, el medio ambiente, la infraestructura, el financiamiento para el de­sarrollo y la conectividad, culminó la III Cum­bre del mecanismo integrador que une las voces de los 33 países de la región.
Al asumir la presidencia pro témpore del bloque, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa agradeció la confianza y el afecto, “cuenten con Ecuador para impulsar con todas nuestras fuerzas la anhelada integración”. Consideró que la Comunidad empezó hace siglos con los pueblos milenarios y recordó que “estamos haciendo realidad el sueño de nuestros libertadores”.
Valoró luego que “la unidad nos hará grandes ante el mundo, hemos avanzado pero tenemos que ir más rápido”. Los pueblos, dijo, esperan manos visibles y soluciones concretas, “para que el espíritu integrador se fortalezca tienen que palpar los resultados”.
 En su enérgico mensaje, Correa destacó el rol fundamental que asume la Celac en el nuevo cambio de época. “Estamos haciendo cosas inéditas”, dijo, y llamó a continuar reem­plazando la “institucionalidad decadente, cuyo tiempo ya pasó”.
En este punto volvió a tocar el tema del boqueo a Cuba, “el mayor atropello al derecho internacional y a los derechos humanos en nuestro continente”. Comentó que lo sucedido el 17 de diciembre pasado entre la Isla caribeña y Estados Unidos, es una victoria del pueblo cubano, una verdadera lección de dignidad y soberanía. Que los nuevos horizontes no nos hagan olvidar que Cuba sigue siendo víctima de medidas insoportables, expresó.
El nuevo presidente pro témpore apuntó que la Celac debe jugar un papel protagónico en el proceso de descolonización en  la región y prestar su apoyo incondicional al diálogo de paz en Colombia.
Expuso que como bloque tenemos que mantener el diálogo con otros actores internacionales, actuar con posiciones comunes para que se escuche nuestra voz. América Latina y el Caribe, son un estandarte internacional, “no tengamos miedo al rol que la historia nos ha asignado, tengamos fe”, concluyó.
En esta sesión final de la III Cumbre, los Jefes de Estado y de Gobierno aprobaron la Declaración Política, el Plan de Acción, así como 27 Declaraciones Especiales, en las que se incluyeron asuntos como el reclamo argentino de soberanía sobre las Malvinas, el apoyo a los diálogos de paz en Colombia, la lucha contra la corrupción, la actuación de la Celac en las Naciones Unidas, la situación política en Haití y el flagelo mundial de la droga.
La Declaración Política de la Cumbre, re­sultado de más de dos meses de negociaciones, reiteró la vocación integradora de la re­gión, que se reafirma como zona de paz. Los firmantes del documento se comprometieron con el multilateralismo, el diálogo entre na­ciones, la solución pacífica de controversias y el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional. Además,  reconocieron el derecho de cada uno de los países del área a escoger su forma de organización política y económica.
 Al término de la última jornada de la cita que sesionó en el municipio de Belén, a 15 kilómetros de San José, el Presidente cubano Raúl Castro Ruz sostuvo un encuentro con el mandatario venezolano Nicolás Maduro Moros, a quien desde su discurso en la sesión plenaria había reiterado el más firme respaldo, así como la condena a las sanciones unilaterales impuestas y a la continuada intervención externa en Venezuela.
En el encuentro, donde se trataron temas de interés bilateral, participaron Delcy Ro­dríguez y Bruno Rodríguez, cancilleres de Ve­nezuela y Cuba, respectivamente; Elías Jaua, ministro para las Comunas y Pro­tección So­cial; así como la compañera Cilia Flores.

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