Caso Balda: Correa ahora sí se siente perdido
El proceso en contra de Rafael Correa por el secuestro a Fernando Balda cobró hoy un giro inesperado: apenas comenzó la audiencia preparatoria de juicio –es decir cuando la jueza evalúa si hay elementos suficientes para procesar al ex presidente por la autoría intelectual del secuestro– el abogado de Balda, Felipe Rodríguez, lanzó la bomba: Diana Falcón, la ex agente de inteligencia que participó en el secuestro en Bogotá fue visitada la víspera en la cárcel 4 por la asambleísta Sofía Espín y por Diana Cadena, asistente Cuapolicán Ochoa, abogado de Correa.
A partir de ahí, la audiencia cambió. El abogado de Balda y los otros sujetos procesales que estaban en la sala, lucían peturbados por la noticia. Luego, durante un receso declarado por la jueza Camacho, fue el mismo Fernando Balda quien dio más detalles de la denuncia. Según él, le ofrecieron a Diana Cadena protección de las Naciones Unidas en el caso de que se retracte de todo lo que ha dicho. Ella se ha declarado culpable de coordinar el secuestro en Bogotá. Ella y el otro ex agente Raúl Chicaiza, son las dos piezas clave en el proceso. Los dos se han confesado autores del delito y han dicho que cumplían órdenes superiores que salían de la Secretaría Nacional de Inteligencia y de la Presidencia de la República. Sin ese testimonio, Correa podría respirar un poco más tranquilo.
Según Balda, Cadena es una operadora correísta que trabaja con Ochoa y tiene muchos vínculos políticos con el asambleísta Virgilio Hernández que también estaba en la sala. Incluso mostró fotos suyas. El caso se complicó para la defensa de Correa porque la asambleísta Espín reconoció en la Asamblea haber visitado a Falcón en la cárcel. Arguyó haberlo hecho por simple preocupación por sus derechos humanos.
Luego de la denuncia de Balda se presentó ante la prensa el abogado Caupolicán Ochoa. En una sobresaltada rueda de prensa, él no negó que Yadira Cadena, su asistente, hubiera ido a la cárcel a visitar a Diana Falcón. Ochoa llegó a preguntarse dónde están los movimientos que defienden los derechos humanos de las mujeres para que vayan a proteger a Falcón que, según él, ha sido sometida a una presión de los abogados de Balda y de la Fiscalía para declararse culpable. Ochoa no quiso reconocer que Paredes trabaja con su estudio jurídico pero cuando los periodistas prácticamente lo encerraron para que conteste la pregunta se limitó a decir que Cadena, “no tiene una relación de dependencia conmigo”. La declaración de Ochoa se produjo luego de que casi todos los periodistas habían visto a Cadena en la sala, junto al sitio donde el abogado de Correa estaba sentado.
El momento más intenso del escándalo se produjo cuando habló el abogado de Falcón, Diego Chimbo. Visiblemente afectado, dio más detalles que, según él, le compartió la propia Falcón. Espín y Cadena le dijeron a la ex agente que si se retracta y dice que mintió durante todo el proceso, ellas le podían garantizar una protección de las Naciones Unidas y un asilo en Bélgica. Chimbo dijo que los ofrecimientos de Espín y Cadena son falsas pues ni las Naciones Unidas pueden dar protección ni ellas podían ofrecer asilo en Bélgica, donde vive Correa.
Chimbo dijo que era evidente el intento de fraude procesal por parte de Espín y Cadena y que pondrá una demanda en contra de ellas. “Se está tratando de presionar y de engañar a mi defendida”, dijo Chimbo quien aseguró asimismo que su otro defendido, el ex agente Raúl Chicaiza, también ha recibido ofertas por parte de operadores del correísmo para que cambie de posición dentro del proceso.
Según el abogado de Balda y de Falcón, lo ocurrido es una grave intromisión de la defensa de Correa en el proceso por lo que dijeron la Fiscalía debería actuar. Tanto Felipe Rodríguez como Diego Chimbo dijeron que resultaba muy extraño que la defensa de Correa se interese en los derechos humanos de Falcón precisamente cuando faltaba un día para la audiencia y no durante los meses del proceso en los cuales ha estado en la cárcel.
La noticia que se destapó en la audiencia sin duda expresa la angustia por la que atraviesa la defensa de Correa. Sin argumentos para sostener la inocencia del ex presidente, que significaría que ni supo ni participó en el diseño del operativo, sus abogados se han limitado a tratar de anular el juicio o poner trabas formales como decir que el fiscal Pérez Reina no tiene nombramiento o que la jueza Camacho no es competente por ser parcial.
La única forma en que el proceso diera un cambio radical a favor de Correa sería que tanto Falcón como Chicaiza cambien de posición. Ellos han decidido acogerse a un proceso de colaboración con la Fiscalía admitiendo su participación en el caso y dando toda la información que tienen. Es precisamente su versión la que tiene a Correa tan comprometido en el caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario