martes, 6 de enero de 2015

'La persecución contra Leopoldo López es política'



Según expertos, propuesta del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de canjear al dirigente opositor, lo ratifica.


Leopoldo López se entregó a las autoridades el 18 de febrero del 2014, tras ser acusado de instigar las protestas estudiantiles de entonces.
Caracas. La propuesta hecha por el presidente Nicolás Maduro de “canjear” al dirigente opositor venezolano Leopoldo López por el preso puertorriqueño Óscar López Rivera –cumpliendo pena en territorio estadounidense– no tiene precedentes en Venezuela y es ilegal acorde con las leyes del país.
Así lo explicaron a EL TIEMPO el abogado especialista en derecho penal y profesor Alberto Arteaga y uno de los abogados defensores de López, Juan Carlos Gutiérrez, quien aseguró que las palabras del presidente Maduro “ratifica” el carácter político de la detención de López.
Sobre la posibilidad del canje lo primero que destacan es su carácter ilegal según lo establece el artículo 50 de la Constitución Bolivariana de Venezuela. “Esa propuesta contraviene flagrantemente toda la normativa venezolana, en especial la Constitución, la cual proscribe expresamente la pena de extrañamiento, es decir, el destierro o expulsión del territorio venezolano a algún ciudadano venezolano, bajo ningún concepto”, precisó Gutiérrez. “El canje no tiene base jurídica en Venezuela, sí en los convenios de Ginebra que hemos suscrito, pero estos lo establecen en situaciones exclusivas de conflicto armado, y eso no se ajusta a la legalidad en este momento”.
El doctor Arteaga asegura que con su intervención el presidente Maduro reiteró la falta de independencia del poder judicial que dejó clara en diciembre tras calificar a López de “asesino” y asegurar que “no podía soltarlo”.
“Lo que vemos una vez más es que la persecución contra López es política, y cada vez hay menor empeño en ocultarlo.
El presidente Maduro plantea la hipótesis del canje, que es de imposible ejecución porque no está prevista en nuestro ordenamiento jurídico. Además él no tiene facultad para llevar a cabo ese canje, pues en materia de justicia, cuando se trata de una persona sometida a un proceso o condenada, la única facultad que tiene el presidente es la de indultar, que significa dejar sin efecto una sanción o un proceso en curso sin condición alguna”, destacó Arteaga.
A pesar de tachar de ilegal el canje, la defensa de López –quien ayer por quinta vez se negó a asistir al juicio que se le sigue– aseguró estar a la expectativa de una eventual respuesta del Gobierno estadounidense sobre esa posibilidad. “Queremos saber al menos qué piensa Estados Unidos de esto, si le ve alguna viabilidad político-internacional o si en cambio lo toma como lo que parece, un simple argumento político”.
El Gobierno estadounidense, a través de la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, rechazó la propuesta de Maduro y aseguró que “es lamentable que alguien que debería tener la presunción de inocencia sea sentenciado en televisión nacional por el presidente de Venezuela sin la conclusión de un juicio”.
Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, rápidamente reaccionó por Twitter, asegurando que la liberación de su esposo “no es un tema de canjes, sino de justicia”.
Los miembros de su partido rechazaron cualquier posibilidad de que López salga en libertad bajo la condición de abandonar el país.
“Es público y notorio que eso ya se lo habían ofrecido antes. Están buscando cualquier excusa para salir de él”, aseguró el dirigente de Voluntad Popular, Freddy Guevara.
Por ahora, el juicio a López se encuentra en punto muerto, toda vez que el opositor se niega a acudir a las sesiones a menos que la Corte de Apelaciones se pronuncie sobre los llamamientos de Naciones Unidas que exhortaron al Poder Judicial venezolano a liberarlo.
A finales del 2014, el Comité contra la Tortura y el Comité de Defensa de Derechos Humanos del ente multilateral emitieron sendos informes en los que aseguran que su apresamiento carece de fundamento y debe ser excarcelado.
En Venezuela llamó mucho la atención que ningún otro funcionario de Gobierno saliera en defensa de la propuesta hecha por el presidente Maduro, quien desde ayer se encuentra en una gira por Rusia, China e Irán en busca de nuevas posibilidades de financiamiento para su país. Tampoco el chavismo como grupo político o la Asamblea Nacional, que ayer entró en sesiones, quiso tocar el tema.
Según la ONG Foro Penal Venezolano, el país terminó el año 2014 con 62 presos políticos –además de López, decenas de estudiantes y también abogados– y 157 casos de tortura que se deben resolver, juzgar a los culpables y resarcir a las víctimas.

Valentina Lares Martiz*
Corresponsal de EL TIEMPO

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