Correa convoca tanta gente como culebrero de pueblo

Publicado en enero 22, 2018  en La Info  por Martín Pallares

Correa no convoca en sus giras a más gente que lo que haría la llegada de un circo de medio pelo o un culebrero de esos que lleva en su cuello a una matacaballo enorme para vender a la absorta y aterrada parroquia pomadas milagrosas y pastillas que garantizan erecciones fenomenales.

Al menos eso es lo que mostraron las transmisiones en directo que el equipo de campaña de Correa hizo el lunes 22 de enero,a través de Facebook, de la gira que realizó por Pedernales, El Carmen y Flavio Alvaro, en la provincia de Manabí. Hasta allá llegó para promocionar el voto por el No en la consulta del 4 de febrero.

En Pedernales hubo un desayuno que Correa compartió con una docena de personas, porque las quizá sesenta adicionales que habían en el lugar eran  más que nada curiosos y mirones. Las dos carpas que se habían colocado en la playa marcaban el límite de la asistencia de la gente: más allá solo estaba la playa y el inmenso mar. Con suerte, unas 120 personas acompañaron a Correa y a sus amigos a desayunar, pero jamás la cantidad de gente que, se supone, debería convocar quien se dice es la figura más descollante de la política ecuatoriana en los últimos 50 años.  Unos aplausos por aquí, otros saludos por allá, la intervención de Correa asegurando que votar No es la única forma de salvar la patria, pero en ningún lugar aparecía el líder de multitudes que hasta hace pocos meses llenaba coliseos en la zona con la ayuda que, se supone, llevaba para los damnificados del terremoto.

En El Carmen la situación fue peor. En dos ocasiones Correa recorrió la carretera que divide a esa población por la mitad, montado en un camión desde el cual se amplificaba un gingle que habla de la necesidad de votar No. Correa con micrófono en mano cantaba y avivaba a la poquísima gente que aparecía en la calle. Las imágenes son, sin duda, impactantes. Correa adelante lanzando consignas y acompañado de un puñado de partidarios que agitan banderas y dan gritos a favor de NO, pero la población parece que se hubiera escondido para evitar la llegada de algún indeseado. En el video se ve cómo muy poca gente sale a ver qué es todo ese bullicio mientras la gran mayoría parece hacerse la desentendida. Incluso cuando pasa frente el Municipio, Correa exhorta a los empleados a salir y les anima a no tener miedo de hacerlo. La respuesta es el silencio absoluto.

Así la caravana recorre de crin a cola El Carmen. Cuando los carros ya llegan a las goteras de la ciudad, Correa dio la orden de dar la vuelta. El retorno es prácticamente lo mismo y el silencio en el edificio del Municipio se repite. ¿Es este señor el referente del populismo ecuatoriano? ¿Es el presidente más popular de la historia del Ecuador? Un observador extranjero no podría creerlo. Muy poca gente sale a los balcones a saludarlo y lo mismo ocurre con las personas que están en los almacenes y comedores al nivel de la calle.

Más tarde, Correa fue hasta Flavio Alvaro y lo ocurrido no fue muy diferente, según se vio en las transmisiones.  En esta población, Correa prefirió detener la caravana y explicar a una concentración que se formó junto al camión en el que se desplaza. El resultado, entre 80 y 100 personas que a duras penas siguen el hilo de su argumentación sobre la necesidad de votar No. Luego vuelve a subirse en el camión y otra vez se repite la escena de El Carmen: una ruta casi vacía y unos pocos simpatizantes de cada lado de la calle. Más adelante ordena detener al camión y se baja para tomarse unas selfies con unos jóvenes. Nada que no pueda hacer el campeón de ciclismo del pueblo.

“Nos van a robar la patria los Bucaram y los Nebot”, dice Correa de vez en cuando, evidentemente cuando se percata de que sus argumentos sobre la inconstitucionalidad de las preguntas 2 y 3 no pegan mucho en la gente.

Se podría decir que lo ocurrido hoy fue algo excepcional y que Correa ha estado llenando calles y plazas. Pero no. Basta mirar los otros videos colocados por su misma gente para ver que aquello no ocurre. Correa, al menos por ahora, no convoca mucho más que un grupo de payasos promocionando la llegada del último circo de los Hermanos Gasca o el culebrero con pomadas y viagra genérico.