Un informe especial de Reuters
Por Joshua Schneyer y Nicolás Medina Mora Pérez.
Reuters, Nueva York, martes 26 de noviembre de 2013.
LA AGRESIVA BÚSQUEDA DE PETRÓLEO EXTRANJERO POR PARTE DE
CHINA ha alcanzado una nueva marca, de acuerdo a récords revisados por Reuters:
China prácticamente monopoliza el control de las exportaciones de crudo de una
nación de la OPEP, Ecuador.
En noviembre pasado, Marco Calvopiña, Gerente General de la
compañía estatal petrolera de Ecuador PetroEcuador, fue envíado a China para
ayudar a asegurar USD 2 mil millones de financiamiento para su gobierno. Las
negociaciones, que incluyeron el compromiso de vender millones de barriles de
petróleo de Ecuador a firmas estatales chinas hasta 2020, se lo negoció por
varios días. Calvopiña se puso ansioso y amenazó con retirarse.
"Si los documentos de la transacción de la fase III no
se firman en los próximos días, no podré permanecer en Beijing," escribió
en una carta confidencial revisada por Reuters y enviada al Banco de Desarrollo
Chino (China Development Bank - CDB).
En realidad, Calvopiña no tenía muchas alternativas, excepto
esperar. Maltratado por la mayoría de los prestamistas, desde que declaró la
moratoria unilateral de su deuda externa por USD 3.200 millones el 2008,
Ecuador depende sustancialmente de los fondos chinos, que durante el presente
año se espera que cubran el 61% de sus necesidades de financiamiento, por USD
6.200 millones. A cambio, China puede reclamar para sí el 90% de los embarques
de petróleo de Ecuador durante los siguientes años, una situación inusual en el
diversificado mercado petrolero actual.
"Este es un cambio grande y dramático", dijo René
Ortiz, anterior ministro ecuatoriano de energía y ex secretario general de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). "Nunca antes
Ecuador había comprometido su petróleo a un prestamista."
Ecuador, un pequeño país exportador de la OPEP, bombea
alrededor de 520.000 barriles por día, equivalente al 5% del petróleo del
máximo exportador, Arabia Saudita. Pero el papel que juega China para el país
andino muestra cómo las compañías petroleras del gigante asiático se han
convertido en intermediarios en los mercados de energía lejos de casa. El
petróleo que Ecuador le vende a las compañías chinas puede ser negociado en
cualquier parte. Este año, menos de 15.000 barriles diarios de ese crudo va a
China, casi el 40% menos lo que se envió el 2012. En la actualidad, la mayor
parte va en realidad a Estados Unidos.
El Presidente Rafael Correa, un socialista que crítica el
poder de las compañías petroleras occidentales y las firmas privadas de
negociación de energía, ha dicho que los acuerdos con China son un éxito en la
negociación de aliados cercanos. Ortiz y otros críticos dicen que la
dependencia de liquidez del gobierno frente a préstamos en términos onerosos
podría afectar la competitividad de PetroEcuador, dañar la transparencia de la
industria petrolera ecuatoriana, a cuyo cargo corren la mitad de las
exportaciones de Ecuador, y distanciar al país de otros acreedores.
Los contratos, presentaciones de la compañía y calendarios de
exportaciones de crudo muestran cómo China ha pasado a dominar la negociación
de 360.000 barriles por día de exportaciones de petróleo ecuatoriano desde que
su más grande compañía petrolera, PetroChina, ofreciese los primeros USD 1.000
millones en financiamiento, a mediados del 2009.
Para abril del 2010,
las firmas chinas estaban recibiendo alrededor de una tercera parte de las
exportaciones de petróleo ecuatoriano. Un año después, los volúmenes se habían
prácticamente duplicado. A mediados del 2013, se había asignado a las compañías
estatales de China, el 83% de las exportaciones petroleras de Ecuador.
Cuando se hizo público el último contrato de préstamo, en
agosto, se elevó el monto del financiamiento de China a favor de Ecuador
durante la presidencia de Correa a casi USD 9.000 millones, equivalentes al 11%
del PIB del país.
Alrededor del 60% de estos embarques de petróleo es manejado
por PetroChina, la segunda compañía petrolera más grande, que negocia a través
de ExxonMobil y de su matriz, la compañía estatal China National Petroleum Corp
(CNPC). Según los calendarios de exportación, la compañía estatal UNIPEC, el
brazo de negociación del gigante Sinopec Corp, y otras compañías chinas, se
llevan asimismo volúmenes más pequeños.
La sed de Beijing por recursos naturales ha llevado a que
firmas petroleras chinas ofrezcan cerca de USD 100.000 millones en facilidades
de financiamiento vinculadas al petróleo alrededor del mundo. Estas firmas ya
controlan grandes volúmenes de petróleo de Venezuela, donde China ha negociado
al menos USD 43.000 millones en préstamos; de Rusia, donde el monto podría exceder
USD 55.000 millones; y Brasi, con al menos USD 10.000 millones. En Angola los
acuerdos llegan a alrededor de USD 13.000 millones.
En Ecuador, las compañías chinas también participan en campos
petroleros y en un proyecto de refinería. Pero la mayor parte de los préstamos
no le proporcionan a China un control directo de los pozos petroleros, las
reservas o los oleoductos. En su lugar, los préstamos se pagan con efectivo que
proviene de las ventas de petróleo de PetroEcuador a compañías chinas.
Los chinos "proveen financiamiento para nuestro país y,
a cambio, nosotros les aseguramos ventas de petróleo a precios
internacionales", declaró el entonces ministro de Finanzas, Patricio
Rivera, a la televisión estatal a principios de este año.
PetroChina Internacional le dijo a Reuters que sus arreglos
con Ecuador son "contratos comerciales regulares entre dos
compañías," y "que han probado ser beneficiosos para ambas
partes".
PetroChina se negó a discutir sus términos. Una portavoz de
PetroEcuador se negó a comentar. La oficina del Presidente Correo no respondió
a las preguntas de Reuters.
Los intermediarios, respaldados por Beijing
Los desembolsos que China entrega en efectivo a Ecuador
cubren apenas una parte de los casi USD 13.000 millones que el país podría
recibir por su petróleo. Desde 2009, PetroEcuador ha acordado la venta a
compañías chinas de varios cientos de millones de barriles de petróleo que
valen mucho más que los préstamos recibidos, de acuerdo al análisis que Reuters
hizo de siete contratos diferentes. Con la oferta de PetroEcuador así
bloqueada, otros compradores ahora tienen menos oportunidades de hacerle
propuestas competitivas para comprarle petróleo.
Actualmente, Ecuador deja apenas un 10% de sus exportaciones
de petróleo para venderlas en ofertas al mayor postor, aclaró Calvopia a la
televisión a principios de año. En el pasado, esas ofertas eran mucho más comunes
y con frecuencia se adjudicaban a operadores petroleros norteamericanos o
compañías negociadoras europeas. En una de las tres únicas ofertas abiertas
este año, en septiembre, la española Repsol compró 4,3 millones de barriles.
Las empresas perforadoras chinas vienen compitiendo desde
hace rato con grandes petroleras como Exxon. Desde el 2009, han gastado
alrededor de USD 100.000 millones para invertir en campos de petróleo y gas en
Latinoamérica y otros lugares. A principios de este mes, PetroChina y su
compañía matriz, CNPC, acordaron comprar participaciones en tres campos de
petróleo y gas en Perú por USD 2.600 millones.
Pero los expertos dicen que la estrategia de las compañías
chinas está evolucionando: Ahora asumen el control de flujos de crudo de otras
compañías nacionales petroleras. Los gigantes petroleros chinos incursionan en
la negociación de petróleo, donde compiten con grandes compañías de
commodities, como Trafigura y Glencore.
"Esto es parte de la sofisticación cada vez mayor de las
compañías chinas", asegura Chen Ziwhu, profesor de finanzas de Yale y
especialista en China. Con los préstamos respaldados por petróleo, "las
compañía chinas están dejando de adquirir campos petroleros y pozos".
Los nuevos flujos de petróleo le permiten a China cubrir su
exposición a cualquier variación en el precio del crudo o interrupciones de
oferentes más cercanos a su país, incluyendo a productores de la Opep, como
Arabia Saudita, Irán e Irak.
Aunque las importaciones de petróleo de China siguen subiendo
-han alcanzado alrededor de USD 6.300 millones de barriles diarios en
septiembre-, muchas de sus firmas estatales petroleras ahora negocian más
petróleo en el exterior que el que compran para su país, comentó un funcionario
a Reuters el mes anterior.
Menos del 2% del petróleo ecuatoriano fue exportado a China
durante el segundo trimestre, de acuerdo a datos del Banco Central del Ecuador.
En su lugar, al menos 214.000 barriles diarios se habrían entregado en Estados
Unidos, donde muchas refinerías pueden procesar el petróleo pesado
latinomericano.
Las firmas chinas sirven como intermediarias en la mayor
parte de las ventas de petróleo ecuatoriano, y así mantienen la estratégica
opción de desviar barriles a China si los necesitaran. Mientras el comercio de
China crece en la región, las relaciones de Estados Unidos con Venezuela y
Ecuador, cuyos líderes son críticos abiertos de Estados Unidos, se han
deteriorado.
"Si el control chino sobre la industria petrolera
sudamericana sigue creciendo, podría convertirse en una preocupación para
quienes hacen política pública en Estados Unidos" dijo Riordan Roett,
profesor de ciencia política en la Escuela de Estudios Internacionales
Avanzados John Hopkins, en Washington.
Creciente apalancamiento
El análisis de cientos de páginas de documentos ecuatorianos,
incluyendo memos internos de PetroEcuador, presentaciones y calendarios de
embarques de petróleo, ofrece nuevos detalles sobre cómo China ha llegado a
dominar los flujos petroleros de Ecuador.
Tan pronto llegó al poder en el 2007, Correa, un economista
formado en los Estados Unidos, declaró "ilegítima" y
"odiosa" una gran porción de la deuda externa ecuatoriana, y al año
siguiente anunció su moratoria. Con el Ecuador convertido en un paria en los
mercados de dinero, y el gobierno esforzándose por balancear su presupuesto,
PetroChina le ofreció un salvavidas en julio del 2009, depositando USD 1.000
millones en las arcas ecuatorianas. El acuerdo de "prefinanciamiento"
debía ser repagado durante los dos años siguientes a una tasa de interés del
7,25%. Ecuador comprometió 96.000 barriles por día a compañías chinas.
Inicialmente, PetroChina acordó no vender el petróleo
ecuatoriano a mercados cercanos como Perú o Chile, considerados como "el
mercado natural de PetroEcuador". Por razones competitivas, muchas
compañías estatales de la OPEP retienen un estricto control sobre el destino
final de su petróleo. En un memo de julio del 2009, el ministro de Finanzas de
Ecuador se pronunció en contra de darle a China permiso para vender el petróleo
de Ecuador en cualquier lugar que a ellos les interesara.
Pero a medida que los préstamos siguieron fluyendo, las
firmas chinas consiguieron el visto bueno de Ecuador.
En 2009, Correa fue elogiado por ambientalistas por su plan
de no explotar el petróleo de los campos del ITT (Ishpingo - Tambococha -
Tuputini), intocado por la explotación, un área rica en petróleo del prístino
Parque Nacional Yasuní. Para financiar este esfuerzo, buscó aportes por USD
3.600 millones de países ricos.
Pero ese mismo año, el ministro de política económica de
Ecuador elaboró una presentación privada para el equipo de Correa, revisada por
Reuters, en la cual se comprometió a "realizar el máximo esfuerzo para
apoyar a PetroChina y Andes Petroleum", otra petrolera controlada por
China, "en la exploración del campo petrolero del ITT".
Correa retiró la iniciativa Yasuní en agosto, alegando
insuficiente financiamiento, y señalando que la explotación podrá proceder en
una pequeña área del ITT. Correa dice que se espera que Petroamazonas, una
empresa estatal subsidiaria de PetroEcuador, se encargue de la explotación. No
queda claro si Ecuador va a contar con un socio extranjero.
Después de 2009, los términos de los nuevos préstamos chinos
cambiaron, según aparece en los documentos. Las condiciones de la línea de
crédito por otros USD 1.000 millones del 2010 eliminaron el premio que
PetroChina pagaría por el petróleo ecuatoriano y en cambio autorizaron a que lo
revenda en cualquier mercado.
A principios de 2011, Ecuador recibió otros USD 1.000
millones en préstamo, y autorizó a PetroChina a quedarse con el dinero que
cualquier otra compañía le adeudara a PetroEcuador, si Ecuador fallaba en
cumplir los términos de pago.
Remordimiento del deudor
Petroecuador ha sido sumamente precavido respecto a los
acuerdos. En una presentación de marzo de 2011, advirtió que el reclamo de
PetroChina sobre los flujos de petróleo de Ecuador podría limitar las ventas a
otros compradores que pudieran pagar más. Factores del mercado convergían a
hacer el petróleo ecuatoriano más "competitivo", dijeron, sugiriendo
que menos barriles debían ser comprometidos a Petrochina. Este consejo ni
siquiera ha sido considerado.
PetroChina también se ha asociado con otras empresas
negociadoras de petróleo para revender el crudo ecuatoriano, incluyendo Taurus
Petroleum, una firma domiciliada en Suiza, cuya negociación del petróleo iraquí
provocó en el pasado una investigación de fiscales de Estados Unidos.
Por ahora la habilidad de PetroEcuador para buscar otros
compradores pareciera haberse limitado. Un memorando interno de PetroEcuador,
preparado antes que el Banco de Desarrollo Chino ofreciera su último préstamo,
incluye un sobrio recordatorio: "La transacción propuesta convertirá a CDB
en el principal acreedor de Ecuador". Los créditos chinos estarán ahora
ligados a "la mayoría de los ingresos petroleros ecuatorianos en el medio
y largo plazo."
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