martes, 3 de diciembre de 2013

Cómo China se apropió del petróleo de un país de la OPEP (Ecuador)


Un informe especial de Reuters
Por Joshua Schneyer y Nicolás Medina Mora Pérez.
Reuters, Nueva York, martes 26 de noviembre de 2013.
LA AGRESIVA BÚSQUEDA DE PETRÓLEO EXTRANJERO POR PARTE DE CHINA ha alcanzado una nueva marca, de acuerdo a récords revisados por Reuters: China prácticamente monopoliza el control de las exportaciones de crudo de una nación de la OPEP, Ecuador.
En noviembre pasado, Marco Calvopiña, Gerente General de la compañía estatal petrolera de Ecuador PetroEcuador, fue envíado a China para ayudar a asegurar USD 2 mil millones de financiamiento para su gobierno. Las negociaciones, que incluyeron el compromiso de vender millones de barriles de petróleo de Ecuador a firmas estatales chinas hasta 2020, se lo negoció por varios días. Calvopiña se puso ansioso y amenazó con retirarse.
"Si los documentos de la transacción de la fase III no se firman en los próximos días, no podré permanecer en Beijing," escribió en una carta confidencial revisada por Reuters y enviada al Banco de Desarrollo Chino (China Development Bank - CDB).

En realidad, Calvopiña no tenía muchas alternativas, excepto esperar. Maltratado por la mayoría de los prestamistas, desde que declaró la moratoria unilateral de su deuda externa por USD 3.200 millones el 2008, Ecuador depende sustancialmente de los fondos chinos, que durante el presente año se espera que cubran el 61% de sus necesidades de financiamiento, por USD 6.200 millones. A cambio, China puede reclamar para sí el 90% de los embarques de petróleo de Ecuador durante los siguientes años, una situación inusual en el diversificado mercado petrolero actual.
"Este es un cambio grande y dramático", dijo René Ortiz, anterior ministro ecuatoriano de energía y ex secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). "Nunca antes Ecuador había comprometido su petróleo a un prestamista."
Ecuador, un pequeño país exportador de la OPEP, bombea alrededor de 520.000 barriles por día, equivalente al 5% del petróleo del máximo exportador, Arabia Saudita. Pero el papel que juega China para el país andino muestra cómo las compañías petroleras del gigante asiático se han convertido en intermediarios en los mercados de energía lejos de casa. El petróleo que Ecuador le vende a las compañías chinas puede ser negociado en cualquier parte. Este año, menos de 15.000 barriles diarios de ese crudo va a China, casi el 40% menos lo que se envió el 2012. En la actualidad, la mayor parte va en realidad a Estados Unidos.
El Presidente Rafael Correa, un socialista que crítica el poder de las compañías petroleras occidentales y las firmas privadas de negociación de energía, ha dicho que los acuerdos con China son un éxito en la negociación de aliados cercanos. Ortiz y otros críticos dicen que la dependencia de liquidez del gobierno frente a préstamos en términos onerosos podría afectar la competitividad de PetroEcuador, dañar la transparencia de la industria petrolera ecuatoriana, a cuyo cargo corren la mitad de las exportaciones de Ecuador, y distanciar al país de otros acreedores.
Los contratos, presentaciones de la compañía y calendarios de exportaciones de crudo muestran cómo China ha pasado a dominar la negociación de 360.000 barriles por día de exportaciones de petróleo ecuatoriano desde que su más grande compañía petrolera, PetroChina, ofreciese los primeros USD 1.000 millones en financiamiento, a mediados del 2009.
 Para abril del 2010, las firmas chinas estaban recibiendo alrededor de una tercera parte de las exportaciones de petróleo ecuatoriano. Un año después, los volúmenes se habían prácticamente duplicado. A mediados del 2013, se había asignado a las compañías estatales de China, el 83% de las exportaciones petroleras de Ecuador.
Cuando se hizo público el último contrato de préstamo, en agosto, se elevó el monto del financiamiento de China a favor de Ecuador durante la presidencia de Correa a casi USD 9.000 millones, equivalentes al 11% del PIB del país.
Alrededor del 60% de estos embarques de petróleo es manejado por PetroChina, la segunda compañía petrolera más grande, que negocia a través de ExxonMobil y de su matriz, la compañía estatal China National Petroleum Corp (CNPC). Según los calendarios de exportación, la compañía estatal UNIPEC, el brazo de negociación del gigante Sinopec Corp, y otras compañías chinas, se llevan asimismo volúmenes más pequeños.
La sed de Beijing por recursos naturales ha llevado a que firmas petroleras chinas ofrezcan cerca de USD 100.000 millones en facilidades de financiamiento vinculadas al petróleo alrededor del mundo. Estas firmas ya controlan grandes volúmenes de petróleo de Venezuela, donde China ha negociado al menos USD 43.000 millones en préstamos; de Rusia, donde el monto podría exceder USD 55.000 millones; y Brasi, con al menos USD 10.000 millones. En Angola los acuerdos llegan a alrededor de USD 13.000 millones.
En Ecuador, las compañías chinas también participan en campos petroleros y en un proyecto de refinería. Pero la mayor parte de los préstamos no le proporcionan a China un control directo de los pozos petroleros, las reservas o los oleoductos. En su lugar, los préstamos se pagan con efectivo que proviene de las ventas de petróleo de PetroEcuador a compañías chinas.
Los chinos "proveen financiamiento para nuestro país y, a cambio, nosotros les aseguramos ventas de petróleo a precios internacionales", declaró el entonces ministro de Finanzas, Patricio Rivera, a la televisión estatal a principios de este año.
PetroChina Internacional le dijo a Reuters que sus arreglos con Ecuador son "contratos comerciales regulares entre dos compañías," y "que han probado ser beneficiosos para ambas partes".
PetroChina se negó a discutir sus términos. Una portavoz de PetroEcuador se negó a comentar. La oficina del Presidente Correo no respondió a las preguntas de Reuters.
Los intermediarios, respaldados por Beijing
Los desembolsos que China entrega en efectivo a Ecuador cubren apenas una parte de los casi USD 13.000 millones que el país podría recibir por su petróleo. Desde 2009, PetroEcuador ha acordado la venta a compañías chinas de varios cientos de millones de barriles de petróleo que valen mucho más que los préstamos recibidos, de acuerdo al análisis que Reuters hizo de siete contratos diferentes. Con la oferta de PetroEcuador así bloqueada, otros compradores ahora tienen menos oportunidades de hacerle propuestas competitivas para comprarle petróleo.
Actualmente, Ecuador deja apenas un 10% de sus exportaciones de petróleo para venderlas en ofertas al mayor postor, aclaró Calvopia a la televisión a principios de año. En el pasado, esas ofertas eran mucho más comunes y con frecuencia se adjudicaban a operadores petroleros norteamericanos o compañías negociadoras europeas. En una de las tres únicas ofertas abiertas este año, en septiembre, la española Repsol compró 4,3 millones de barriles.
Las empresas perforadoras chinas vienen compitiendo desde hace rato con grandes petroleras como Exxon. Desde el 2009, han gastado alrededor de USD 100.000 millones para invertir en campos de petróleo y gas en Latinoamérica y otros lugares. A principios de este mes, PetroChina y su compañía matriz, CNPC, acordaron comprar participaciones en tres campos de petróleo y gas en Perú por USD 2.600 millones.
Pero los expertos dicen que la estrategia de las compañías chinas está evolucionando: Ahora asumen el control de flujos de crudo de otras compañías nacionales petroleras. Los gigantes petroleros chinos incursionan en la negociación de petróleo, donde compiten con grandes compañías de commodities, como Trafigura y Glencore.
"Esto es parte de la sofisticación cada vez mayor de las compañías chinas", asegura Chen Ziwhu, profesor de finanzas de Yale y especialista en China. Con los préstamos respaldados por petróleo, "las compañía chinas están dejando de adquirir campos petroleros y pozos".
Los nuevos flujos de petróleo le permiten a China cubrir su exposición a cualquier variación en el precio del crudo o interrupciones de oferentes más cercanos a su país, incluyendo a productores de la Opep, como Arabia Saudita, Irán e Irak.
Aunque las importaciones de petróleo de China siguen subiendo -han alcanzado alrededor de USD 6.300 millones de barriles diarios en septiembre-, muchas de sus firmas estatales petroleras ahora negocian más petróleo en el exterior que el que compran para su país, comentó un funcionario a Reuters el mes anterior.
Menos del 2% del petróleo ecuatoriano fue exportado a China durante el segundo trimestre, de acuerdo a datos del Banco Central del Ecuador. En su lugar, al menos 214.000 barriles diarios se habrían entregado en Estados Unidos, donde muchas refinerías pueden procesar el petróleo pesado latinomericano.
Las firmas chinas sirven como intermediarias en la mayor parte de las ventas de petróleo ecuatoriano, y así mantienen la estratégica opción de desviar barriles a China si los necesitaran. Mientras el comercio de China crece en la región, las relaciones de Estados Unidos con Venezuela y Ecuador, cuyos líderes son críticos abiertos de Estados Unidos, se han deteriorado.
"Si el control chino sobre la industria petrolera sudamericana sigue creciendo, podría convertirse en una preocupación para quienes hacen política pública en Estados Unidos" dijo Riordan Roett, profesor de ciencia política en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados John Hopkins, en Washington.
Creciente apalancamiento
El análisis de cientos de páginas de documentos ecuatorianos, incluyendo memos internos de PetroEcuador, presentaciones y calendarios de embarques de petróleo, ofrece nuevos detalles sobre cómo China ha llegado a dominar los flujos petroleros de Ecuador.
Tan pronto llegó al poder en el 2007, Correa, un economista formado en los Estados Unidos, declaró "ilegítima" y "odiosa" una gran porción de la deuda externa ecuatoriana, y al año siguiente anunció su moratoria. Con el Ecuador convertido en un paria en los mercados de dinero, y el gobierno esforzándose por balancear su presupuesto, PetroChina le ofreció un salvavidas en julio del 2009, depositando USD 1.000 millones en las arcas ecuatorianas. El acuerdo de "prefinanciamiento" debía ser repagado durante los dos años siguientes a una tasa de interés del 7,25%. Ecuador comprometió 96.000 barriles por día a compañías chinas.
Inicialmente, PetroChina acordó no vender el petróleo ecuatoriano a mercados cercanos como Perú o Chile, considerados como "el mercado natural de PetroEcuador". Por razones competitivas, muchas compañías estatales de la OPEP retienen un estricto control sobre el destino final de su petróleo. En un memo de julio del 2009, el ministro de Finanzas de Ecuador se pronunció en contra de darle a China permiso para vender el petróleo de Ecuador en cualquier lugar que a ellos les interesara.
Pero a medida que los préstamos siguieron fluyendo, las firmas chinas consiguieron el visto bueno de Ecuador.
En 2009, Correa fue elogiado por ambientalistas por su plan de no explotar el petróleo de los campos del ITT (Ishpingo - Tambococha - Tuputini), intocado por la explotación, un área rica en petróleo del prístino Parque Nacional Yasuní. Para financiar este esfuerzo, buscó aportes por USD 3.600 millones de países ricos.
Pero ese mismo año, el ministro de política económica de Ecuador elaboró una presentación privada para el equipo de Correa, revisada por Reuters, en la cual se comprometió a "realizar el máximo esfuerzo para apoyar a PetroChina y Andes Petroleum", otra petrolera controlada por China, "en la exploración del campo petrolero del ITT".
Correa retiró la iniciativa Yasuní en agosto, alegando insuficiente financiamiento, y señalando que la explotación podrá proceder en una pequeña área del ITT. Correa dice que se espera que Petroamazonas, una empresa estatal subsidiaria de PetroEcuador, se encargue de la explotación. No queda claro si Ecuador va a contar con un socio extranjero.
Después de 2009, los términos de los nuevos préstamos chinos cambiaron, según aparece en los documentos. Las condiciones de la línea de crédito por otros USD 1.000 millones del 2010 eliminaron el premio que PetroChina pagaría por el petróleo ecuatoriano y en cambio autorizaron a que lo revenda en cualquier mercado.
A principios de 2011, Ecuador recibió otros USD 1.000 millones en préstamo, y autorizó a PetroChina a quedarse con el dinero que cualquier otra compañía le adeudara a PetroEcuador, si Ecuador fallaba en cumplir los términos de pago.
Remordimiento del deudor
Petroecuador ha sido sumamente precavido respecto a los acuerdos. En una presentación de marzo de 2011, advirtió que el reclamo de PetroChina sobre los flujos de petróleo de Ecuador podría limitar las ventas a otros compradores que pudieran pagar más. Factores del mercado convergían a hacer el petróleo ecuatoriano más "competitivo", dijeron, sugiriendo que menos barriles debían ser comprometidos a Petrochina. Este consejo ni siquiera ha sido considerado.
PetroChina también se ha asociado con otras empresas negociadoras de petróleo para revender el crudo ecuatoriano, incluyendo Taurus Petroleum, una firma domiciliada en Suiza, cuya negociación del petróleo iraquí provocó en el pasado una investigación de fiscales de Estados Unidos.
Por ahora la habilidad de PetroEcuador para buscar otros compradores pareciera haberse limitado. Un memorando interno de PetroEcuador, preparado antes que el Banco de Desarrollo Chino ofreciera su último préstamo, incluye un sobrio recordatorio: "La transacción propuesta convertirá a CDB en el principal acreedor de Ecuador". Los créditos chinos estarán ahora ligados a "la mayoría de los ingresos petroleros ecuatorianos en el medio y largo plazo."

No hay comentarios:

Publicar un comentario