miércoles, 9 de julio de 2025

 LA PLUTOCRACIA CONTRAATACA


Por Alberto Acosta


Un 9 de julio de 1925, exactamente hace cien años, la “Revolución Juliana” inició un proceso de afectación del poder plutocrático agroexportador-bancario, que estuvo sustentado sobre todo en la exportación de cacao. Hoy, cien años después, los herederos de esas oligarquías, en un escenario narco-neoliberal, parecen empeñadas en reinstaurar su poder. Con una brutal avalancha de leyes, que configurarían en la práctica la tan anunciada “constituyente exprés” y con otros tantos atropellos, el régimen de Daniel Noboa atropella la Constitución. Pretende profundizar el esquema primario exportador forzando los extractivismos, particularmente minero, al tiempo que se profundiza aún más el poder de la banca privada. 

Recordemos que, hace un siglo, en un pedíodo de prolongada depresión económica, agravada por la corrupción gubernamental, el descontennto social fue canalizado por un grupo de oficiales jóvenes que provocó la denominada “Revolución Juliana”. Se trató de un movimiento transformador que contó con el respaldo de sectores de la clase media, algunos vinculados a empresarios de una incipiente industria. Con esta acción transformadora se dio pa¬so a un proceso de modernización e intervención del Estado, que continúo en ciclos, influyendo en diversas esferas económicas, pero, en especial, institucionalizando la cues¬tión social. La lista de cambios impulsados es larga: se crearon varias instituciones de control estatal y de protección social procurando mejorar las políticas de bienestar y de seguridad, al tiempo que se empezó con un incipiente proyecto industrialista.

Como consecuencia de este proceso modernizador, a traves de la creación del Banco Central del Ecuador, el año 1927, el Estado asumió el monopolio de la emisión de moneda, que antes estada en manos de la banca privada. 

Hoy, diez décadas después, esa banca, empeñada permanentemente en incrementar su poder, en contubernio con el régimen de Noboa, impulsa un cambio legal que posibilitaría la conversión forzosa de las cooperativas de ahorro y crédito en bancos. Esto constituiría un duro golpe a la economía popular y solidaria, base fundamental para la construcción de una economía centrada en el bienestar del ser humano, viviendo en equilibrio con la Naturaleza, y sustentada no en la simple acumulación del capital.

En la actualidad, el narcotráfico parece que ha dado la oportunidad a las viejas oligarquías agroexportadoras, que en realidad nunca dejaron de tener influencia en el Estado, para abrirse a nuevos y muy lucrativos negocios, incluso para acumular nuevos capitales a través del lavado y del mayor flujo de dinero, a más de la exportación de droga. Estos grupos no solo que se han adaptado rápidamente a esta nueva realidad para enriquecerse en una nueva escala, sino que se apoderan más y más del Estado. Así, la riqueza de estas plutocracias, en la medida que declina la época petrolera, en la que el Estado tenía una mayor incidencia, vuelve a tener peso político nacional aprovechando / articulando sus negocios con los narco-dólares. 

En este centenario debemos comprender los avances y retrocesos experimentados, teniendo siempre presente lo complejo que es desmontar el poder que sostiene tantos y tan aberrantes privilegios de los grupos plutocráticos.

Nota. Se recomienda la lectura del libro uno de los mayores historiadores de ese proceso histórico: Juan Paz y Miño; La Revolución Juliana en Ecuador (1925-1931). Políticas Económicas.

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