El país tiene muy mala experiencia con las comisiones o las secretarías anticorrupción creadas por el poder. Porque en los hechos ilustran la contradicción del discurso oficial que, en esos casos, publicita la ficción de gobiernos capaces de auditarse a sí mismo. Este recurso, que siempre persigue alborotar el imaginario popular, en general ha servido de cortina de humo que, a la larga, cubre escándalos y malos manejos. Un hecho es cierto: el poder debe ser controlado por instituciones que no dependan del Ejecutivo. Pero, claro, el poder siempre hace lo contrario. Acaba de repetirse con Lenín Moreno: el pasado miércoles anunció la creación de una Secretaría Anticorrupción liderada por Iván Granda, subsecretario de Acción Política, adscrita a la Presidencia de la República.
Chamorro, habitual invitado a estos actos oficiales, ilustra la realidad-real de estos anuncios que un adagio popular recoge con todas las de la ley: mejor cuéntame una de vaqueros.
Caricatura de Marcelo Chamorro
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