Paco Moncayo y Jorge Yunda: la experiencia versus el candidato "del pueblo"
Son, según las encuestas, los candidatos más opcionados a ocupar el sillón de alcalde de Quito. Paco Moncayo, con una dilatada carrera militar y política, ex burgomaestre de la ciudad por dos periodos, frente a un radiodifusor y ex asambleísta, que tiene gran acogida en los sectores populares quiteños, por su humor y gravitación en la cotidianidad a través de las ondas de radio Canela.
25 de febrero del 2019
REDACCIÓN PLAN V
En 2008 se realizó un concurso internacional para convertir el espacio del ex aeropuerto Mariscal Sucre en un parque, el Bicentenario. ¿Seguirán la idea del proyecto ganador (cosas que no han hecho dos administraciones) o cuál es el plan que tienen para ese espacio?
Paco Moncayo: El concurso, que terminó con una propuesta presentada por la Universidad de Harvard y en la cual participó un quiteño, quedó en nada. No quisieron continuar con eso, como no continuaron con nada de nuestra administración. Hoy tenemos actualizado el proyecto y está en estudio la posibilidad de tener un río serrano, a lo largo del parque. El acuífero de Quito está debajo, y técnicamente se puede bombear el agua y recircularla. Esta es agua natural, tiene una gran significado porque el Machángara está perdido. Ese parque tiene que ser nuestro parque central. Todo el sector alrededor va a crecer hacia arriba y debe ser un sitio de recreación para caminar, ciclear, para los niños, los jóvenes, los adultos.
Jorge Yunda: El Bicentenario es una espacio fundamental en el norte, que debe ser usado con un diseño urbanístico importante. Ahí haría una laguna artificial, los espacios verdes, para la gimnasia, el arte, la cultura, un velódromo y, desde luego dar las facilidades para que la construcción pueda ser fortalecida. Si hay un proyecto ganador, más lo mencionado, hay que respetarlo.
¿Va a continuar con el proyecto llamado Solución vial Guayasamín?
Paco Moncayo: La solución de los técnicos en esa zona fue hacer dos túneles. La de la plaza Guayasamín, que implicaba ir por debajo y salir a la Carolina. Todas las soluciones actuales tiene que pensar cómo alimentar el Metro, el cual está pensado para 400 mil viajes diarios, y lo que hasta ahora está asegurado son 250 mil. La diferencia va a ser subsidio. Hay dos proyectos: recuperar la vía en superficie o hacer el segundo túnel. Los expertos están estudiando si habrá impacto en la construcción del segundo túnel, que afecte al primero; pero la solución en superficie, que no es sino un cajón anclado a la roca, no tendría inconveniente; incluso no afecta al barrio Bolaños. Ambos estudios están listos y si ganamos las elecciones saldrán a concurso en los primeros meses de gestión. Hay que alimentar al Metro, y para eso tenemos provisto el trole desde El Labrador hasta Carapungo. La solución Guayasamín debe llegar con transporte público hasta La Carolina, para alimentar al Metro, y la otra es del valle de Los Chillos, donde hay cuatro alternativas: un corredor metropolitano, un trole, el monorriel y el metrocable. Las cuatro alternativas están estudiadas con costos, ventajas y desventajas. Hasta ahora parecería que la más rentable es el metrocable. Con esta llegamos al antiguo Cumandá, para conectarse con el Metro.
Jorge Yunda: La alternativa es conectar a La Floresta con la Ruta Viva, con cuatro carriles de ida y cuatro de venida. Necesitas un puente y un túnel, de los cuales hay estudios y está el financiamiento. Hay que pensar en tren ligero que una Rumiñahui, Machachi, Tumbaco, la Mitad del Mundo. Creo que es una demanda ciudadana la modernización del transporte en todos los sectores de Quito, en condiciones igualitarias. Hablo de las parroquias rurales y los valles, cuyo transporte público será mejorado sustancialmente.
Jorge Yunda es radiodifusor de la popular Radio Canela. Fue funcionario público y asambleísta nacional.
¿Va a controlar la deforestación del cerro Ilaló y las urbanizaciones en sus laderas? ¿Qué pasa con el plan urbano en los valles orientales?
Paco Moncayo: El problema fundamental es que los valles, de Los Chillos y de Tumbaco es el final del corredor largo de la meseta de Quito. Se están comiendo los terrenos agrícolas; hay una voracidad de crecer de modo disperso, y las ciudades dispersas son antieconómicas, antiambientales, realmente indeseables. Por ahí asoman voces que dice que no puede haber edificios altos en Cumbayá y, discúlpenme, si hablamos de ciudades policéntricas es que debe haber un centro donde se puede crecer en altura. En nuestro plan hay tres parques metropolitanos más: uno en Calderón, uno en el valle de Tumbaco y uno en Los Chillos. Estamos a tiempo, y por supuesto ejercer la autoridad sobre el Ilaló, porque este monte es un capital natural y simbólico que no puede ser destruido y es zona de reserva ecológica. Se debe tener autoridad, hacer que se cumplan las ordenanzas. La ley es la ley, para todos, no solamente para unos pocos, y el que no cumpla la ley debe enfrentarse a las autoridades.
Jorge Yunda: Debe haber una planeación de Quito. Hay que invitar a urbanistas importantes para planear el crecimiento sin afectar las áreas protegidas, como el Ilaló, que no puede convertirse en lo que es ahora El Placer, La Libertad, Pisulí o El Panecillo. El desarrollo en los valles debe ser netamente urbanístico y moderno.
¿Cuál es su propuesta sobre las ventas ambulantes en las calles de la ciudad?
Paco Moncayo: Este es un tema con una solución fácil de decir, y difícil de hacer. Hay que ir a la causa de las ventas ambulantes: la gente compra en la calle. Vamos a hacer una campaña fuerte de no comprar en la calle y sancionar, como se hace en Lima, en Bogotá, a las personas que compran en la calle. En cualquier esquina, el Volvo baja el vidrio y compra tomates, aguacates... ¿Quién tiene la culpa, el que vende o el que compra? Hay que crear cultura de no comprar en la calle. A las personas que venden en la calle hay que darles una oportunidad. Tenemos el proyecto de un sistema de verdulerías para toda la ciudad; convirtiendo al vendedor de la calle en un microempresario, gracias a un capital semilla, de modo que pueda ubicarse en sitios de demanda. La idea es tener micromercados populares para llevar la oferta lo más cerca de la gente. El programa de comercialización incluye un centro logístico de distribución en Tambillo y una jerarquización de los mercados, de grandes, intermedios hasta estos micromercados.
Jorge Yunda: La solución es organizar a la gente. Mientras los 54 mercados, las plazas y las ferias libres se quedan vacías, las calles se están llenando. Debemos tomar las medidas para que la gente retorne a estos sitios adecuados de comercio con promoción. Tengo un plan desarrollado con mercados temáticos, con especialidades y una visión turística. En mi plan de trabajo hay el Quiosquito, donde siempre habrán personas con venta autónoma pero censada, controlada, con visión de Municipio, con cámaras de vigilancia, conexión a internet... Es la única forma de concienciar a la gente, porque el quiteño en un semáforo compra choclos, en el siguiente tomates y limones. La gente tiene que tener conciencia de su responsabilidad.
Paco Moncayo en su oficina de la avenida La Coruña. Este es su centro de operaciones. El Héroe del Cenepa y ex alcalde es un lector voraz. Aún en medio de la campaña está leyendo el gigantesco ensayo "Ideas", de Peter Watson.
¿Qué propone para el transporte público en Quito una vez que entre en funcionamiento el Metro?
Paco Moncayo: El Metro, que es un gran problema financiero, es la gran oportunidad de reordenar el tránsito. Hay que decir que el Metro va a funcionar a partir de agosto del 2020. Hay que hablar sobre esta omisión gravísima del alcalde Rodas, de no haber comenzado, desde unos ocho meses, con el proceso de concesión de la operación. Cualquier alcalde que gane, llega en mayo y la obra debe estar terminada en noviembre, ¿en qué tiempo se puede preparar maquinistas, mecánicos, montar mecánicas, instalar sistemas de recaudación? Poner a operar un metro no se puede hacer en cuatro a cinco meses. Antes de inaugurar el Metro, tiene que estar el nuevo sistema de movilidad. Este implica smart trafic, lo cual significa que nuestro carro, en lugar de que nos estén cambiado de matrícula cada año va a recibir un chip, que tiene que llevar siempre. Con eso se acaban los mamotretos que se llaman peajes, porque ahora son virtuales, se acaban los fotorradares; con esto todos los buses serán controlados y van a tener cámaras para evitar el acoso y el maltrato; con esto se automatizan los sistemas de paradas, para acabar con las carreras y las aventadas. Esto se hace en todas partes. El sistema deberá ser integrado, multimodal de movilidad urbana sustentado. Hay que concesionar los corredores metropolitanos para trasladarnos del uso de diesel a energías limpias. Así vamos a mejorar nuestro aire, hay que descarbonizar el aire de Quito.
Jorge Yunda: Si el Metro transporta 400 mil pasajeros diarios, el costo podría estar en 40 centavos o más. Pero si no, ya estaríamos hablando de un subsidio y si vamos a subsidiar un transporte que solo cubre 22 kilómetros de la ciudad hay que pensar en una alianza público-privada, una posible concesión. Pero ese dependerá de evaluar el funcionamiento, porque los primeros meses será una novelería, pero luego veremos si se sostiene económicamente. El sistema tiene que ser integrado y, de acuerdo a los estudios, dependiendo del número de pasajeros se verá si será municipal o privado. El Metro soluciona solo Quitumbe hasta El Labrador, entre Oriente y Occidente no soluciona nada. Hay que organizar el sistema de transporte público, de tarifa única, digital y electrónico.
¿Cómo va a combatir la corrupción en el Municipio y va a permitir la participación ciudadana en esa lucha?
Paco Moncayo: Apenas asuma el cargo pediré a la Comisión Nacional Anticorrupción que cree un capítulo Quito, porque Quito Honesto, que creamos en mi administración, ha fracasado. Si hubiera funcionado no habría concejales con grillete. El primer día de mi gestión voy a convocar a la Asamblea de Quito, y ese día voy a invitar a todos los empresarios quiteños a firmar un pacto ético con el Municipio, porque el Municipio va a exigir la calificación ISO 17001 antisoborno, para el que quiera contratar con el Municipio. No hay nada que no sea posible si es que la cabeza no está podrida.
Jorge Yunda: En mi plan de trabajo tengo la propuesta de crear un Departamento de Prevención de Delitos Penales, que va más allá de la transparencia, de la anticorrupción, sino de evitarla, no solo combatirla cuando ya se ha dado. Tenemos que invitar a la academia, a la ciudadanía y voy a licitar una auditoría internacional para que con los organismos de control del Estado ecuatoriano pueda haber transparencia del manejo de los fondos de los quiteños. Mientras más personas se involucren se puede prevenir mejor.
¿Cuál es su propuesta para una ciudad más inclusiva para personas discapacitadas, de la tercera edad y de culturas distintas a la mestiza?
Paco Moncayo: La inclusión es un eje transversal a todo mi plan. Se refiere no solo a personas con discapacidad, también a tercera edad, niños, mujeres... Y tiene soluciones prácticas. En la secretaría de Movilidad tiene que estar en silla de ruedas, como secretario. Porque ahí van a saber lo que significa moverse en la ciudad o subirse a un bus; parques, calles, aceras, edificios tienen que ser inclusivos.
Jorge Yunda: No hay una sola vereda o calle de Quito que se pueda transitar con una silla de ruedas. No hay un bus donde puedas subir en silla de ruedas. Si una persona con discapacidad auditiva va a una dependencia pública no hay quien le traduzca en lenguaje de señas. En mi lista de concejales está José Aguilar, una persona con discapacidad auditiva que está liderando este proyecto de ciudad inclusiva. Tenemos un proyecto en torno a que las veredas tengan rampas, que los buses las tengan, que haya traductores de señas, que haya lenguaje braile. Tengo mi abuela de 95 años y no puedo transitar con ella por ninguna vereda de Quito. Hay que aplanar las veredas de Quito, hacer rampas y construir cultura de inclusión.
¿Cuáles serían los ejes que propone para la reingeniería del Municipio, seguirá con lo propuesto por Rodas?
Paco Moncayo: Cities in Motion, que es una ONG internacional califica a Quito en el puesto 140 entre 161 ciudades, sobre la base de varios indicadores, la famosa tela de araña. En gobernanza tenemos 0. Pero es evidente, si no hay alcalde, si hay 21 señores que son alcalditos que se han tomado la administración, que dan cupos para taxistas, que autorizan construcciones... Lo primero que hay que hacer, como dice la Constitución: alcalde es el poder Ejecutivo y los concejales a legislar y fiscalizar. No puede haber 21 comisiones para que los 21 sean presidentes, es una locura. En nuestra administración habrá una comisión por cada eje estratégico, son ocho ejes estratégicos, o sea ocho comisiones. Habrá ocho secretarías, cada una con programas y cada programa con proyectos, con enfoque de sistemas, con indicadores, metas estratégicas. Hay que reorganizar completamente la democracia frondosa del Municipio y la operatividad. Hoy tienen 13 secretarías que no dialogan ni interactúan y el ciudadano va de la una a la otra.
Jorge Yunda: Hay que hacer una reingeniería total. El modelo de gestión ha sido ineficiente. Ni siquiera es por los trabajadores sino por la gerencia, por la cabeza. Tenemos que hacer un municipio eficaz, poner a trabajar a las empresas públicas, que no sean los espacios para solamente llenar los cuotas políticas o para quienes apoyaron en campaña o dar empleo a amigos y familiares. Las empresas deben ser rentables para la ciudad.
¿Cuál va a ser su propuesta en el corto y mediano plazo para solucionar el problema de la basura en Quito?
Paco Moncayo: Hay que unir Emgir con Emaseo, para que haya una sola entidad responsable del proceso. Hay que reestructurar Emaseo a fondo. Si es que la empresa no es capaz de darnos el servicio de recolección a 40 dólares la tonelada tendrán que ver lo que hacen, porque no creo que Quito tenga que pagar 70 dólares, cuando las demás Alcaldías están pagando 40 dólares. ¿Cómo vamos a hacer la separación de la basura, para que en su casa los desechos orgánicos vayan separados de los inorgánicos? Por mi experiencia, creo que la única forma para que haya separación en la fuente, es que la Alcaldía compre la basura a la gente. Una vez al mes se recoge la basura no orgánica y se paga por peso. Entonces la basura va a una de las ocho recicladoras, una por cada administración zonal, donde trabajaran los recolectores. Para los inorgánicos estamos planteando una planta de metanización para producir energía eléctrica. Hay gente que quiere invertir.
Jorge Yunda: Tenemos el programa Reúsa, reduce y recicla. Nuestra propuesta es la de una ciudad limpia, para fomentar políticas respecto a la adecuada gestión de los residuos y escombros y su tratamiento. Mi meta es llegar a eliminar el uso de fundas plásticas y fomentar el uso de fundas de tela, pero con acciones afirmativas. Promover campañas de vecinos que reciclan, con talleres y estrategias de reciclaje comunal, donde entra también el arte. Eso sí, creo que se debe tener tolerancia cero con los delitos ambientales, fruto del mal uso de residuos sólidos, líquidos y gaseosos. Pero, sobre todo tendremos a las empresas responsables funcionando con transparencia y eficacia.
¿Cómo enfrentará los desafíos de regulación a los taxistas y la polémica por los servicios por medio de aplicaciones?
Paco Moncayo: En democracia, las personas son libres de escoger el prestador de servicio. Pero en democracia, también, los prestadores de servicios juegan con las mismas reglas. Compiten con el precio, con la seguridad con la calidad, pero este momento hay desviación terrible en las plataformas digitales: hay personas que tienen 20 o 25 taxis y empleados a los que no afilian al seguro. Un taxista legal tiene que hacer dos chequeos al año, tiene que tener licencia profesional, paga impuestos... o sea, está sometido a una serie de regulaciones, ¿por qué una plataforma puede hacer lo que quiera? Esto es tener empresas de taxis disfrazadas en la plataforma. Ya no se puede deshacer lo que la corrupción ha hecho, porque no tendríamos 20 mil taxistas si no hubiese una corrupción rampante en todo este proceso. Ya heredamos el problema y tenemos que hacer una auditoría, y si no confío yo en una auditoría ecuatoriana, será extranjera, para que audite todo el proceso de legalización a los taxistas. Ellos no son los culpables, son autoridades y dirigentes. Me he reunido con ellos y dicen que pagaron entre 3000 y 7000 dólares para que les legalicen. Eso no puede quedar en la impunidad. Ahora, hay que hacer una plataforma para que el sistema de la ciudad funcione con las empresas extranjeras. De manera que podamos escoger entre servicios legales; porque no es justo que pongamos a competir a un taxista que tiene todos los controles con empresas disfrazadas de plataformas donde no hay ley ni reglas.
Jorge Yunda: Debemos fomentar la competencia. Los 30 mil taxis en Quito tiene que competir con las plataformas internacionales, creando una plataforma quiteñizada, dando calidad de servicio al ciudadano. El Municipio tiene que ayudar en esta plataforma. Les he planteado que tengan promociones de la ciudad, información cultural y turística, que no tienen las otras plataformas. Propuse a los miles de taxistas la "lotería del pasajero": Que cada taxi ponga 20 centavos, son cinco mil dólares diarios. El pasajero se sube en un Uber o en Cabify o en un Chasqui (les di hasta el nombre) y prefiere el Chasqui porque puede ganarse los cinco mil dólares. Hay un sistema de evaluación y se puede calificar el servicio. No vamos a prohibir nada sino fomentar la competencia con calidad y para eso el gremio tiene que unirse. Hay que tener capacitación constante de los taxistas. Son 30 mil personas y pueden hasta convertirse en un medio de comunicación más importante de Quito, pueden ser 30 mil patrulleros para la seguridad.
¿Cuál es su propuesta sobre la inmigración en Quito?
Creo que se debe tener tolerancia cero con los delitos ambientales, fruto del mal uso de residuos sólidos, líquidos y gaseosos. Pero, sobre todo tendremos a las empresas responsables funcionando con transparencia y eficacia: Jorge Yunda
Paco Moncayo: La inmigración es un problema connatural a las grandes urbes. Por eso creamos la Casa del Migrante y tuvimos una ordenanza para las personas en condición de movilidad. Tenemos migrantes del campo a la ciudad, a los cuales hay que ayudarlos a incorporarse a la vida de la gran ciudad con respeto a sus derechos humanos. Tenemos migrantes nuestros en el exterior, cuyos hijos viven con parientes y no hay que olvidarlos y tenemos a los migrantes venezolanos. En el año 2000, cuando llegué a la Alcaldía, el problema de los venezolanos era el nuestro. Teníamos miles de quiteños fuera. La mitad del Cuerpo de Bomberos emigró a España. Estuve en varias ciudades de este país hablando con las autoridades para que a estas personas se les diera la posibilidad de incorporarse con el menor dolor posible. Aquí no podemos ser xenófobos; el problema no es del venezolano, es el de un Estado ineficiente. En nuestra época llegaron colombianos como hoy llegan venezolanos y no sufrieron lo que hoy porque había una planeación. El problema ahora es mayor, porque se suma crisis, desempleo e inmigración y esa es la peor fórmula que puede haber. Tenemos que exigir un proceso de regularización; si no se regulan hay empresarios que les pagan la mitad y por eso botan a los quiteños de los trabajos; no es que los quiteños sean malos, sino que la gente entiende que pierde el trabajo porque pagan la mitad a los venezolanos.
Jorge Yunda: La llegada de cualquier ciudadano, de dentro del país o fuera del país, tiene que darse en un marco de seguridad de los quiteños. Lo que hemos visto, el asesinato de turistas, el crimen contra mujeres, robos, asesinatos de taxistas no puede continuar. Me parece que el liderazgo es para una ciudad sin miedo, una ciudad con tranquilidad, que ahora está perdida. El alcalde tiene que liderar la articulación institucional: el control de armas corresponde al Ministerio de Defensa, que hagan su trabajo; la seguridad es de la Policía, hagan su trabajo... las cámaras deben funcionar, cámaras de alta resolución. La migración debe estar controlada, con la ley en la mano. No pueden llegar delincuentes con armas y pistolas. Debe haber antecedentes judiciales y no podemos permitir que Quito tenga migración descontrolada. No somos xenofóbicos, pero debemos tener control.
¿Qué aportaría para mejorar la seguridad en la ciudad?
Paco Moncayo: Asumiendo el liderazgo de la seguridad. Debemos usar para seguridad la tasa de seguridad que todos los quiteños pagamos. Tenemos que restituir el Consejo Metropolitano de Seguridad, donde se sentaban todas las autoridades y sociedad civil; tener el Observatorio Metropolitano de Seguridad en manos de las universidades, no en manos de los policías y de los fiscales. Tenemos que volver a tener los Consejos Zonales de Seguridad en las ocho administraciones, los consejos barriales, el programa Mi Barrio Lindo y Seguro, con alarmas comunitarias, sensores en los parques, nada de eso es difícil. Y exigir a la Asamblea la promulgación de la Ley de Seguridad Ciudadana. El Ecuador no tiene Ley de Seguridad Ciudadana. Más de diez años no la quieren tramitar, porque los alcaldes saben que esa es una papa caliente y los legisladores prefieren no tratar ese tema.
"Es una vergüenza lo que está pasando con Quito. Esta ciudad llegó a ser entre quinta y séptima destino turístico del mundo; llegó a ser destino de tres noches y hoy es destino de una noche": Paco Moncayo.
Jorge Yunda: La tecnología es una de nuestras propuestas. A Quito no la vamos a dejar con los índices más altos de delincuencia. Quito debe vivir del turismo, no le veo otra salida, pero con seguridad.
¿Cómo estimularía el desarrollo económico?
Paco Moncayo: Es una vergüenza lo que está pasando con Quito. Esta ciudad llegó a ser entre quinta y séptima destino turístico del mundo; llegó a ser destino de tres noches y hoy es destino de una noche; la gente no quiere quedarse en Quito, no quiere venir. Nadie quiere hacer turismo si están matando a los turistas. Un plan implica una ciudad ordenada, con tráfico amigable, con seguridad, con ciudadanos que sepan tratar al turista. Un turista escribió una vez: qué ciudad tan hermosa, qué fantásticos monumentos, pero no volvería nunca, por su gente. Hablaba como extranjero y me querían cobrar el doble. El turismo debería ser el sueldo de los quiteños. Cuando se hace un plan estratégico, se pregunta para qué somos especialmente buenos, en qué podemos competir con cualquier ciudad del mundo. Quito, con el turismo. El Cuzco, Galápagos, Quito, Cartagena... somos un producto potencial que convertimos en un momento en un producto real. Ahora, hay derecho a trabajar, y se ponen un brasero en media vereda. Así se está matando miles de empleos de turismo. Cuando hay una zona rosa, como fue la Mariscal, y la convierte en una zona roja, está matando el turismo. Nosotros mismo lo estamos matando. Esta ciudad debe ser un producto sobresaliente en el mercado de turismo a escala mundial, poniendo énfasis en las ferias y convenciones. A nosotros no nos falta nada.
Jorge Yunda: Estamos pensando en generar una zona franca en la Mitad del Mundo y habrá que seguir impulsándola. Propiciar la simplificación de la tramitología; hay que destrabar Quito para que facilite la inversión. Quito tiene el índice de desnutrición más alto, es en Cotocollao, y es por esa falta de liderazgo. Quito era la ciudad ejemplo del Ecuador y ahora es la última rueda del coche. Nuestras tasas de desempleo, desnutrición, delincuencia, embarazo infantil son las más altas. Quito necesita ser recuperada y recobrar el liderazgo.
¿Cómo puede contribuir el Municipio en el problema de las drogas?
Paco Moncayo: El Municipio puede hacer mucho, en términos de seguridad, en prevención y en el proceso de recuperación. La solución es la relación público-privada, porque hay una serie de organizaciones de la sociedad civil que están trabajando en el tema con calidad. Mi idea es que hay que trabajar en redes, con la participación con toda la sociedad civil. El Municipio tiene que comprometerse con una red de prestadores de servicios para la rehabilitación y la prevención. Ese es un tema de la familia, de la escuela, de la Iglesia, de la sociedad en su conjunto.
Jorge Yunda: En Quito hay 500 ligas barriales. No tiene infraestructura, camerinos, duchas, iluminación, solo están los espacios abandonados. Queremos propiciar las disciplinas deportivas. A la droga no la vas a vencer con bombas y aviones sino quitándole consumidores. El Municipio tiene que tener estos proyectos de cultura, música y deportes en todas las ligas, para que nadie se desvíe por los caminos de las adicciones. Y planeamos a la vez los centros de desintoxicación, que no existen en Quito, por eso los problemas de las clínicas clandestinas en condiciones infrahumanas.
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