¿Quién fue el estúpido que trajo a Rodríguez Zapatero?
No es de sorprenderse que un esperpento como el tiranuelo sanguinario de Nicolás Maduro haya buscado a un gilipollas consagrado y de renombre internacional como José Luis Rodríguez Zapatero para lavarse la cara y legitimar ante el mundo sus horrendos crímenes. No debe ser fácil encontrar en el mercado a alguien que quiera salir por el mundo a defender una causa tan canallesca y siniestra como la de Maduro y su estado malandro.
Pero que Lenín Moreno haya recurrido a esa misma persona para hacerlo pasear y presentarse de arriba abajo en el Ecuador como una forma de prestigiar su gobierno es inexplicable. ¿A quién se le pudo ocurrir traer a Zapatero al Ecuador como herramienta para dar prestigio al gobierno de Moreno? ¿Quién puede a esta altura de la historia pensar que el impopular ex presidente del gobierno español puede aportar un ápice de prestigio a Moreno?
Rodríguez Zapatero debe ser uno de los políticos españoles más desprestigiados de la actualidad, lo cual no es nada fácil si se considera el desprestigio que sufren casi todos ellos. Actualmente, Zapatero es visto como una especie de embajador itinerante del gobierno de Maduro y un alcahuete de excepción de uno de los dictadores más aborrecibles que ha tenido la historia contemporánea de América Latina. Su papel en las negociaciones en las que culpó a la oposición por el fracaso, y su más reciente visita a Venezuela para actuar como observador y legitimador de las fraudulentas e impresentables elecciones del 20 de mayo, lo han colocado en el centro de las más despiadadas críticas. Tuvo que salir del país como delincuente, casi a escondidas, porque la población no perdía oportunidad para abuchearlo e insultarlo.
En una carta pública a Zapatero que se hizo célebre, la eurodiputada española y vicepresidenta de la subcomisión de DDHH del Parlamento Europeo, Beatriz Becerra le decía algunas cosas. “Concede usted credibilidad a un régimen que la ha dilapidado mientras se muestra exigente con una oposición perseguida, encarcelada, exiliada, asesinada. Asesinada, señor Zapatero”, le decía Becerra en una parte de su carta en la que le incriminaba duramente al ex presidente del gobierno español por haber atribuido a la oposición venezolana el fracaso del diálogo en República Dominicana. “Asuma usted su propio fracaso -también le decía-, no culpe a los demócratas venezolanos”.
La posición que Zapatero ha tenido frente a Nicolás Maduro le ha granjeado también la crítica y la condena de su coideario, el también ex presidente socialista del gobierno español, Felipe González. Según él, Zapatero es un mediador escogido “al gusto de Maduro”, que no ha hecho nada para presionar al gobierno venezolano por las dos cosas más críticas de su gobierno: el referendo revocatorio ni la salida de los presos políticos, puntos en los que Zapatero nunca hizo énfasis durante las negociaciones. “Rodríguez Zapatero logró lo contrario a lo que se quería: multiplicar por seis el número de presos políticos, desabastecimiento e inflación, y en ningún momento se ha devuelto poder a la Asamblea democráticamente elegida”, dijo hace poco Felipe González.
Desde hace ya varios meses que se viene cocinando la relación entre Zapatero y Moreno. Cuando el presidente ecuatoriano viajó a Madrid, a finales del 2017, tuvo un encuentro con Zapatero. 4Pelagatos confirmó que fue tras ese encuentro que Moreno decidió echarse para atrás y no hacer una declaración dura de condena en contra del régimen de Maduro. El argumento de Zapatero para disuadir a Moreno fue que Maduro en ese entonces tenía mas de 30% de apoyo electoral y que si se producía un rompimiento muy drástico se podía desencadenar una guerra civil en Venezuela. Zapatero incidió, entonces, para que Moreno pusiera distancia, a nombre de Ecuador, con el régimen venezolano e introdujera la decencia, que la sociedad pide a gritos, que le otorgue a su política exterior. No lo hizo.
Luego Zapatero hizo en abril del 2018 una visita al Ecuador en el marco de una conferencia internacional a Cuenca, donde nuevamente se encontró con Moreno. Un encuentro que, además, produjo incomodidades con el ex presidente de Colombia y ex secretario general de la OEA, César Gaviria, quien no pudo reunirse con el presidente ecuatoriano porque éste le dedicó todo el tiempo que disponía al español. Durante esa visita, el presidente Moreno anunció que Zapatero daría una asesoría a la Escuela de Formación Política e Ideológica de Alianza País. Esa Escuela es un proyecto en que trabaja Moreno desde hace tiempo y que se ha visto impulsado por la ruptura que se produjo en ese movimiento el año pasado. ¿Zapatero teórico de la escuela de formación del partido de gobierno? La sola idea parece un chiste de mal gusto.
Pocos días luego de ese encuentro, Zapatero consumaría uno de sus actos más infames dentro de toda la gestión que ha venido teniendo como supuesto negociador del conflicto venezolano: asistir en calidad de observador para legitimar las más recientes elecciones en Venezuela, que fueron desconocidas por casi todos los países del mundo por lo burdo de su montaje y la miseria de sus motivaciones. Pocos como Zapatero se prestaron para ese triste espectáculo, con la excepción de figurones como Rafael Correa o Diego Armando Maradona.
Luego de su escandaloso apoyo a las elecciones venezolanas, Rodríguez Zapatero voló hasta el Vaticano donde trató de neutralizar cualquier posibilidad de que el papa Francisco cambie su posición benévola frente a la dictadura madurista. Aparentemente lo logró.
Poco antes de la visita que actualmente hace al Ecuador, este canciller itinerante de Maduro estuvo presente en la fiesta que la Embajada del Ecuador ofreció por ocasión de la fiesta patria del 24 de mayo. 4Pelagatos conoce que fue en esa ocasión en que el embajador ecuatoriano, Cristóbal Roldán, le extendió la invitación para que visite el Ecuador. Roldán, se sabe, es amigo muy cercano de Zapatero y padre de Juan Sebastián Roldán, actual secretario del presidente Moreno. ¿Es acaso el embajador Roldán, amigo muy cercano también de Moreno y hasta hace poco, de lo que se sabe, entusiasta admirador de Rafael Correa, el enlace entre el presidente y Zapatero?
Lo cierto es que Zapatero está nuevamente en el Ecuador, esta vez acompañado de su esposa Sonsoles Espinosa. El lunes 28 de mayo dio una conferencia sobre derecho humanitario ante la Secretaría Técnica de Juventudes y el martes apareció acompañando a la esposa de Moreno, Rocío González, en un recorrido por un proyecto de vivienda en el sur de Quito. Ahí alabó la política de vivienda social del gobierno. Poco después viajó a Galápagos con su esposa para conocer las islas, también de la mano de autoridades del gobierno.
Durante su estadía en el Ecuador, Zapatero se dio tiempo para ir a la grabación del programa Hora 25 con el periodista Andrés Carrión, donde compartió el plató con el ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja. Ahí habló, como no podía ser de otra manera, de Venezuela. Quienes lo vieron llegar al canal aseguran que arribó en un carro de la Cancillería ecuatoriana.
Los viajes al Ecuador de Zapatero en tan poco tiempo no dejan de llamar la atención y su aparición en actos públicos de gobierno hacen pensar que definitivamente existe un compromiso mutuo con el régimen. ¿Qué gana el gobierno de Moreno haciendo que una figura tan estropeada y asociada con el narco régimen de Maduro aparezca en las fotos acompañando a la primera dama y en otros actos de gobierno? Cuando Rodríguez Zapatero abandonó la presidencia del gobierno español dejó a España envuelta en la peor crisis económica de su historia democrática y se ganó la fama, entre los españoles, de ser hombre de limitadísimas capacidades intelectuales. Uno de los escritores más prestigiosos y famosos de España, Arturo Pérez Reverte, le dedicó entonces una serie de artículos que se hicieron célebres por la forma en que retrataba a Zapatero. “Bastaba con observarle la sonrisa, sabiendo que, con dedicación y ejercicio, un imbécil puede convertirse en el peor de los malvados. Precisamente por imbécil”. Ahora, Moreno gracias a no se sabe qué acólito suyo, banderea a su gobierno con este personaje que tan bien retrató el gran Pérez Reverte.
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