domingo, 24 de junio de 2018

Drama Humano mejora tu barrio

PARA REFRESCAR LA MEMORIA
PUBLICADO EN LA REVISTA EL OBSERVADOR
FEBRERO DE 2004


"Como un oso hambriento y león rugiente, así es el príncipe impío que gobierna sobre un pueblo pobre" dice la Biblia con apodíctica certeza. Lo dicho se confirma con el dolor de miles de ciudadanos que viven una terrible angustia por las altas planillas de las obras del Programa "Mejora tu Barrio", negocio que atenta el bolsillo de los cuencanos, cuyo drama humano es ignorado por el Municipio, olvidándose de su inexorable misión de ser una entidad de servicio público.
Dolor humano
Humberto Maldonado, de 82 años, tiene su casa en la calle Segundo Cueva Celi, Ciudadela Llacta Huasi. La vía fue pavimentada con el Programa "Mejora tu Barrio" por decisión autoritaria de una directiva barrial que no consultó a los "beneficiarios" del proyecto. Indigente, apenas sobrevive con un ingreso de 30 dólares mensuales y se desespera con una planilla de 836 dólares por las mejoras de su calle. Desesperado, tramita las exoneraciones contempladas en la Ordenanza de Contribución Especial de Mejoras para personas de la tercera edad pero obtiene una ínfima rebaja. Angustiado, engarbullado, confundido, sólo espera de la caridad cristiana para solucionar su problema. Debe cancelar 83 dólares cada 6 meses y debería guardar cada mes 14 dólares. O sea, vivirá con 16 dólares al mes. ¿Será posible?.
Amada Quinche, moradora de la Sangurima y Padre Aguirre recibe una planilla por 1280 dólares por las "mejoras" de su calle. Apenas vive con 50 dólares al mes. Debe ahorrar cada mes 25 dólares para poder pagar una planilla de 150 dólares cada seis meses. ¿Vivirá con 25 dólares mensuales?. Llora y clama porque ni siquiera le exoneraron los costos indirectos a los que tenía derecho por anciana.
Carmen Heredia vive en el camino a Miraflores. Su casa es de precarias condiciones. Por "mejoras" en dicha vía debe cancelar 8680 dólares pero sobrevive con un salario de 300 dólares. Deberá guardar 130 dólares cada mes para pagar los 780 dólares semestrales. ¿Podría mantener adecuadamente a su familia de 6 personas con tan sólo 170 dólares?.
Ana Victoria Marín tiene una planilla de 26100 dólares por el pavimento de la calle Francisco de Orellana en donde tiene su casa. Tiene 180 dólares de ingresos y guardará cada mes 100 dólares para poder pagar 600 dólares bianualmente. ¿Qué milagro hará con 80 dólares mensuales para mantener a 6 personas?.
Sarvelia Gómez posee una casa en la Vega Muñoz y Sangurima. Su planilla es de 2838 dólares. Mujer de la tercera edad que percibe 150 dólares mensuales tendrá que ahorrar 44 dólares mensuales para pagar la cuota semestral de 264 dólares. Con 106 dólares por mes debe velar por 6 personas a su cargo. Débil y angustiada, se ha enfermado con semejante deuda.
Inhumanas Expropiaciones
Marina y Antonio León son 2 ciudadanos octogenarios con un hijo débil mental de 40 años, con quien viven en la avenida 12 de octubre, en donde la Municipalidad expropió parte de su predio derribando parcialmente su casa. Exigían una justa indemnización por el cercenamiento. No aceptaban la propuesta municipal que sólo reconocía 7000 dólares, negándose a firmar el convenio. Carlos Lozada, del Departamento de Avalúos y Catastros llegaba por las noches a amenazarles que si no firmaban el "acuerdo", llegarían con tractores para derribar la casa. Las amenazas iban sobre todo al hijo, a quien se le decía que dicha acción destructora se haría "matándoles a los dos ancianos". Finalmente, amedrentados, firmaron el convenio. Al reclamar su pago, el Municipio quiso cancelar tan sólo 4000 dólares, violando el "acuerdo" convenido a la fuerza. Se les burlaron descaradamente y hasta hoy no se les entrega el dinero a pesar de que expresaron tenerlo presupuestado en el 2003.
Manuel Criollo, de 82 años de edad, vive en las calles 12 de Octubre y Cristóbal Colón. Su casa será cercenada y el Departamento de Avalúos y Catastros, previo a la indemnización, intenta a la fuerza que Criollo firme dicho convenio. Como no existe confianza hacia el Municipio para arreglar el monto de la indemnización, se le amenaza con un juicio de expropiación.
Miguel Guamán, de 40 años, solo, vivía en la calle Cristóbal Colón. Su casa fue derribada para ampliar la vía. Se le ofreció 8000 dólares de indemnización. Jamás le pagaron nada hasta el día de hoy. El ciudadano se quedó en la vía pública. No ha quedado piedra sobre piedra de su vivienda. Antes del atropello, era acosado día a día por Carlos Vicente Lozada, quien llegó un lunes, muy por la mañana, para amenazarle con que debía firmar el convenio -per fas et per nefas- porque a él así le parecía. Lozada Carlos Vicente profirió con prepotencia las siguientes expresiones: "Yo soy el macho del Municipio. Yo soy el duro del Municipio. Allí se hace lo que yo digo porque a mí me tienen miedo...." Como buen imitador del burgomaestre, Carlos Vicente actúa así con todos los ciudadanos a los que se les afecta en sus propiedades cuando el apetito voraz y leonino del municipio decide modificar el ancho de una vía en la construcción de la "Nueva Ciudad".
Se han dado casos de Ripley en el Programa Mejora tu Barrio. La siguiente denuncia demuestra hasta el hastío, el modus operandi de ciertos funcionarios ejecutores del Proyecto. A Rosa Baculima, de 85 años, analfabeta de la Avenida 12 de octubre y Primero de Mayo, le cercenaron su vivienda de forma brutal y sin previo aviso. Cuando la anciana lloraba por tan atrabiliario acto e imploraba a los tractoristas que le dejaran sacar sus cosas, fue "secuestrada" por un vehículo municipal y Carlos Vicente, con cantos de sirena, empujó a la anciana a imprimir su huella digital en el convenio por el que le indemnizaban de la expropiación. Seguramente, porque se hace lo que el imitador del burgomaestre quiere, o lo que su amo de la cabellera de plata ordena.
Alguien le dijo tratando de consolarla: "Abuelita: de mi propio bolsillo recibe este dinerito y no molestes más, porque tu casa tenía que ser derribada". Lo inaudito del caso es que -según denuncia la única hija de Baculima- Lozada se niega a entregar a la afectada, un pequeño remanente del predio y pretende «astutamente y a la fuerza» vender dicho espacio al vecino contiguo, Rafael Argudo, como si él mismo fuera el propietario del terreno de Baculima. ¿Será posible tanto atrevimiento?. ¿Vender lo ajeno aprovechándose de que sus dueños legítimos son gente humilde, analfabeta y ahora, indigente?.
Matilde Solís, de 60 años, tiene su casa en la calle Cristóbal Colón. Para derribarla, Carlos Vicente utilizó otra estrategia. Valiéndose del hijo de aquella, su compañero de juego, Gonzalo Ortíz Solíz, convenció a éste a que él mismo derribara la casa de su propia madre con el ofrecimiento de que el pago de la indemnización se efectuaría inmediatamente "en honor de la camaradería que los unía". Sin embargo, hasta hoy, dicho pago no se concreta y doña Matilde reclama justicia.
Gilberto Ortega Vidal tiene su casa en la calle Sangurima. Recibe una planilla por 2742 dólares. Reclama solo y tanto Fernando Oyervide en el municipio como Vinicio Bedoya en ETAPA no le hacen caso. Cuando reclama con ayuda profesional, se descubre que el avalúo de su casa en ETAPA es de 12000 dólares y en el Municipio, 2000 dólares. O sea: la planilla de Etapa tenía un error de cálculo 6 veces sobredimensionado. Qué barbaridad: Ni siquiera saben calcular un avalúo entre ETAPA y el Municipio. ¿Cuántos cuencanos son perjudicados de esta manera y ni siquiera se dan cuenta?. ¿Cuántos errores de este tipo afectan más la escuálida economía del pueblo?. ¿Por esta negligencia, la calle Sangurima debería ser reliquidida?....
A Margarita Rivas le derribaron la mitad de su casa y todo su huerto, en la Av. 12 de octubre . Hasta hoy no le indemnizan un solo centavo por el atropello. Es maltratada cada vez que va donde Carlos Lozada porque es una carbonera. Pobre y humilde no puede ni levantar un nuevo muro para lo que le quedó de vivienda. Pierde las esperanzas de ser indemnizada!...
Lo inaudito es que -según denuncia la única hija de Baculima- Carlos Vicente Lozada se niega a entregar a la afectada, un pequeño remanente del predio y pretende «astutamente y a la fuerza», vender dicho espacio, al vecino contiguo, como si él mismo fuera el propietario.....
Inaudito Compadrazgo
Gonzalo Ortíz Solís, el amigo de Carlos Vicente, tiene su casa en las calles 12 de octubre y Cristóbal Colón. Mientras a Manuel Criollo se le derribará su casa para lo cual se le obliga a firmar un convenio con el que no está de acuerdo y se le prohibe construir sin retiro en la parte que le quedará; a Ortíz se le permitió construir en dicha esquina una casa nueva y sin retiro. Todo por la amistad con Carlos Vicente, el imitador del burgomaestre.
Denuncian Concejalas
Algunos de los ciudadanos aludidos denunciaron a las concejalas Gloria Astudillo, Ana Cecilia Salazar y Lucía Cardoso, las acciones de Lozada Carlos Vicente, recibiendo de ellas, las siguientes expresiones: ".... Lamentablemente, este funcionario hace quedar mal a nuestra institución... es un majadero, rústico, malcriado y placero...". Se sabe -de fuentes fidedignas- que hasta las abogadas de la Sindicatura Municipal han sugerido a muchos ciudadanos, denunciar legalmente a Lozada por este modus actuandi.
Podría escribirse un libro del drama humano implícito en este proyecto municipal pues estos son pocos ejemplos de las múltiples quejas ciudadanas sobre el Programa "Mejora tu Barrio" con el que el municipio no toma en cuenta la pobreza y el dolor humano de miles de cuencanos que son solamente cifras económicas para el Municipio. En modo alguno el proyecto municipal es –como con obsesivo afán se manifiesta por parte del burgomaestre Ferdinandus y su corte- un ejemplo de participación ciudadana. Como bien dice el Vicepresidente de la Federación Nacional de Barrios, Juan Bustillos: "...Sólo cuando las autoridades municipales de turno cambien el concepto de que participación ciudadana no es el hecho de que la comunidad sólo participe en la ejecución de las resoluciones sino en la toma de decisiones; entonces habrá verdadera democracia. De lo contrario, solamente se dice: yo participo, tú participas, él y ella participan, nosotros participamos y ellos deciden..."
Este "modus operandi" dice mucho, naturalmente, de la "transparencia" de Cordero, pues por obra y gracia suya, el Municipio se ha convertido en simple intermediario entre los ciudadanos que caen en la trampa del "Mejora tu Barrio" los mimados contratistas, arquitectos e ingenieros, a quienes se les entregan los contratos como dádivas del burgomaestre y la banca privada de la esquina que financia las obras y que ha lucrado con el mismo dinero de los ciudadanos que resultan endeudados con los bancos que disfrutan del negocio y de una hipoteca privilegiada: la amenaza de un juicio de coactiva y la garantía del municipio. Las entidades financieras son particularmente, el Banco del Austro y generalmente, el Banco de Guayaquil, el Banco del Pichincha, el Banco Bolivariano, la Mutualista Azuay y otros más.
Otros funcionarios están involucrados por un salario de más dos mil dólares y el favoritismo hacia Cordero : Marlon Antonio Villavicencio, Fernando Efraín Oyervide y Vinicio Bedoya en la negociación con la banca privada y el cálculo de los costos que deben pagar los cuencanos; Tarquino Alberto Orellana, en el entramado legal y Patricia Marianita Idrovo en la planificación.


Contraloría Investiga
El Alcalde no observó el art. 72 de la Ley
de Régimen Municipal que establece que es
su deber "Dirigir y supervisar las actividades
de la Municipalidad, coordinando y
controlando el funcionamiento de los distintos
departamentos"
¿Por qué no pensar que en el Programa Mejora tu Barrio hay gato encerrado?. No hay brujas caray, pero de haberlas, hay, dice el castizo refrán, y el Informe de Auditoría de la Contraloría, de fecha junio de 2003, confirma muchas cosas oscuras.
1.Inadecuada delimitación y segregación de funciones en la determinación y distribución del costo total de las obras del Programa Mejora tu Barrio.
Los costos directos de las obras fueron determinados por la Dirección de Fiscalización y las emisiones las realizó el Jefe de Rentas, pero fueron ino-portunas, incumpliendo la Ordenanza de Contribuciones Especiales de Mejoras que dispone que el plazo para el cobro, se contará después de 60 días de la fecha de la terminación de la obra. Esto se evidenció en las calles Esmeraldas (Remigio Crespo y Tungurahua), Remigio Romero (Remigio Crespo y Matovelle) y Matilde García (Francisco Moscoso y J. Rosales). En las obras ejecutadas en la calle Remigio Romero, se presentó una diferencia en más de S/. 14’143.662, por error de Contabilidad, encareciendo indebidamente el costo de la obra.
La inoportunidad en la emisión de títulos de crédito produjo un mayor costo financiero de las obras. En los casos mencionados por ejemplo, estos gastos se vieron incrementados en el 29.736,8 43,80respectivamente, considerando la forma de cálculo efectuada por la entidad.
El Jefe de Rentas calculó los intereses a fin de determinar el costo de las obras, utilizando una tasa promedio de interés que las entidades crediticias aplican a las fechas iniciales de cada desembolso, considerando el período existente desde la fecha del desembolso, hasta la fecha de vencimiento de la primera cuota y en los casos ya referidos, se incrementaron sustancialmente violando la Ley de Transformación Económica del Ecuador que dispone que las tasas serán reajustadas con una tasa del 16,8lo cual no fue considerado por el Jefe de Rentas.
Los documentos que sustentan las emisiones no se encontraron archivados completamente; así no se dispone del Informe del Director Financiero sobre los gastos financieros, en otras ocasiones no se adjunta el Informe del Director de Fiscalización sino únicamente un resumen sin fecha, firmado por el Fiscalizador de las obras.
2.Presupuestos para la ejecución de obras públicas no presentaron cantidades reales
Esto se observó en la pavimentación rígida de la calle Río Zamora entre Cutucú y Colta, en la construcción de caminerías en los Parques Lineales 4, 7 y 8 y en el bacheo de la vía a Baños, desde la Escuela Borja hasta Balnearios Durán. Los presupuestos referenciales no presentaron especificaciones y cálculos que establezcan las características y dimensiones reales de las obras, que permitan una valoración, construcción y ejecución correcta; es decir, no hubo adecuada planificación y previsión del costo. Se incurrió en costos adicionales por concepto de reajustes de precios, por suscribir los contratos y no entregar oportunamente los anticipos, ni cancelar a tiempo las planillas por avance de las obras, pese a existir suficiente disponibilidad de efectivo pues el Municipio contaba con líneas de crédito en diferentes bancos.
En varios casos, los anticipos no se cancelaron enseguida de la suscripción de los contratos y se pagaron con desfases de 1,2 y 3 meses y en ciertos casos, hasta con un año de retraso. Estos desfases incidieron en el incremento del costo de las obras por los reajustes de precios en períodos mayores a los previstos.
3.Anticipos no entregados oportunamente, generaron incremento en los costos de las obras.
El 30 de noviembre del 2000, se suscribieron 56 contratos y el 9 de diciembre, 9 contratos. Hubo desfases de 30 y 60 días entre la fecha de suscripción de los contratos y la entrega de anticipos, lo que incrementó el costo de las obras por pagos de montos mayores en el reajuste de precios y el incumplimiento de los plazos estipulados en los contratos. El Alcalde no observó el art. 72 de la Ley de Régimen Municipal que establece que es su deber "Dirigir y supervisar las actividades de la Municipalidad, coordinando y controlando el funcionamiento de los distintos departamentos" y el Director Financiero incumplió su obligación de asegurar la liquidación y cancelación oportuna de las obligaciones del municipio.

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