Chicaiza: hablé dos veces con Correa sobre el secuestro a Balda
La relación y la comunicación entre Rafael Correa y Raúl Chicaiza, el principal operador del secuestro a Fernando Balda, durante el operativo en Bogotá parece haber sido mucho más cercana de lo que se pensaba. Tan cercana que Chicaiza conversó telefónicamente con Correa en dos ocasiones: una poco antes del secuestro y otra después.
La revelación la hizo el propio ex agente de la Senain quien ha decidido acogerse al mecanismo de cooperación eficaz durante una versión anticipada, y para muchos sorpresiva, que hizo hoy miércoles 20 de junio en la Fiscalía sobre su participación en el secuestro. Según su abogado, Diego Chimbo, Chicaiza ha dicho en la Fiscalía que la primera vez que habló telefónicamente con Correa fue en agosto del 2012 a través del altoparlante del teléfono de Pablo Romero, entonces secretario de Inteligencia. En esa ocasión Correa le aseguró que contaría con su protección y apoyo, por lo que no debía temer nada durante la operación. La llamada se produjo porque Chicaiza dijo a Romero que no confiaba en su promesa de protección. Entonces Romero llamó al presidente Correa y se lo puso “en speaker” para que conversaran. Ahí Correa, según su abogado, le aseguró que no tenía nada que temer porque le iban a dar toda la protección institucional, política y económica. La segunda conversación se produjo poco después de producido el secuestro y la fuga de Balda. Ahí, Correa le volvería a ofrecer su protección.
La confesión de Chicaiza sirve a la defensa de Balda y a la Fiscalía para sustentar su tesis de que fue Correa quien ordenó el secuestro. De esta manera, neutralizan el de la defensa del ex mandatario que sostiene que ocurrido fue un exceso policial o una iniciativa de la policía que no tenía la aprobación o el conocimiento del Presidente. Felipe Rodríguez, abogado de Balda, dijo que esta versión muestra que fue Correa quien le dio “su soporte” antes y después de la operación y que estaba tan al tanto que él mismo coordinaba con el principal artífice material del secuestro. Rodríguez también dijo que es evidente que Correa cumplió con su ofrecimiento, al menos en lo institucional y político, pues mientras él fue Presidente y mantuvo el control de organismos como la Fiscalía, Chicaiza se mantuvo impune por lo que hizo. Nadie hizo nada por investigar lo que había hecho a pesar de las denuncias que se presentaron luego del secuestro.
La versión de Chicaiza se contrapone a lo que hasta ahora ha dicho Correa. El ex presidente sostiene que nunca conoció al ex agente de la Senain e incluso se quejó de que la jueza Daniella Camacho, de la Corte Superior, le haya involucrado al caso, entre otras cosas, por una carta que Chicaiza le había enviado, asimismo pidiendo ayuda. Correa, en su cuenta de Twitter, había dicho que jamás leyó esa carta porque le llegaban cientos cada día. Ahora hay esta versión sobre conversaciones directas entre ambos.
La comparecencia de Chicaiza arrojó algunos datos que no se conocían. Por ejemplo que el presidente Correa era conocido como “Carlitos” en los operativos de inteligencia y que el nombre de la operación para secuestrar a Balda hasta la frontera era “Wilson” o “Balón”.
Diego Chimbo, abogado de Chicaiza, aseguró también que su defendido logró establecer, mientras espiaba a Balda en Colombia, que el político se dedicaba a la venta de equipos de inteligencia y espionaje dando a entender que eso también precipitó la decisión de Correa de traerlo al Ecuador. Sin embargo dijo que lo más había motivado a Correa a traer a Balda “a cómo dé lugar” fueron los insultos y las burlas que hacía del Presidente en las redes sociales.
Las noticias sobre la declaración de Chicaiza estuvieron salpicadas con la protesta que el correísmo hizo por la forma en que fue llevado a la Fiscalía. Dirigentes del correísmo aseguraron en redes sociales que Chicaiza salió ilegal y clandestinamente de la cárcel para entrevistarse con el Fiscal, Edwin Pérez Reina, y sellar un pacto para que comprometa al ex Presidente. Desde la Fiscalía se informó que la salida de Chicaiza es un procedimiento regular cuando alguien decide acogerse al programa de cooperación eficaz con la Justicia. Asimismo la Viceministra de Personas Privadas de Libertad, Liliana Guzmán Ochoa, dijo que Chicaiza salió por pedido de la Fiscalía.
Esta es la versión de las llamadas de Chicaiza. Pablo Romero, quien está en proceso de deportación en España, la negó en una entrevista con Teleamazonas y también él, que abandonó voluntariamente el país, en Mayo del 2017, se dice ahora perseguido político. Correa ha dicho, precisamente en Madrid, que ha pensado en buscar el asilo político en Bélgica, país en el que vive con su esposa.
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