Aurelio Maldonado Aguilar
Por AGN -21 junio, 201826
Pido que recuerden aquel juego de la niñez cuyo final fue siempre encontrar un premio escondido con la ayuda de alguien que mediante el calor, aproximaba el hallazgo del tesoro escondido. Frío, frío, tibio, tibio, caliente, caliente y lo encontrábamos jubilosos. Cuenca y la región está fría, fría, pero en franca contradicción la justicia ecuatoriana empieza a guiarnos y lo tibio ya pasamos y vamos acercándonos al caliente que se va poniendo al rojo vivo y candente y falta poco para que esta vez encontremos personajes pestilentes agazapados en áticos y alcantarillas. Trujillo, adusto, patriarcal y severo que a su edad no tiene contemplaciones ni miedos, nos demuestra con su honesto trajinar que empezamos a recuperar el pudor en la justicia perdida en diez años de vandalismo y atropello.
Pido que recuerden aquel juego de la niñez cuyo final fue siempre encontrar un premio escondido con la ayuda de alguien que mediante el calor, aproximaba el hallazgo del tesoro escondido. Frío, frío, tibio, tibio, caliente, caliente y lo encontrábamos jubilosos. Cuenca y la región está fría, fría, pero en franca contradicción la justicia ecuatoriana empieza a guiarnos y lo tibio ya pasamos y vamos acercándonos al caliente que se va poniendo al rojo vivo y candente y falta poco para que esta vez encontremos personajes pestilentes agazapados en áticos y alcantarillas. Trujillo, adusto, patriarcal y severo que a su edad no tiene contemplaciones ni miedos, nos demuestra con su honesto trajinar que empezamos a recuperar el pudor en la justicia perdida en diez años de vandalismo y atropello.
Como Presidente y con todos los integrantes del CPCT y prevalidos del mandato del pueblo que les otorga toda fuerza, van con decorosa y criteriosa consigna, decapitando malandrines de la peor estopa y colocando gente de trayectoria y valía que, por fin, sabrán defender los derechos del pueblo y cercenarán toda opción de hierbajos y ortigas del camino. Muchos de aquellos vivarachos que por denarios regados a manos llenas por el autócrata con decenas de Honoris Causa comprados de la misma manera y con dineros del pueblo que dilapidó a diestra y siniestra, van cayendo en su abyecta genuflexión y con la frase altanera de “uno por uno” de uno de ellos, van despeñándose en manos de la justicia y claro, como el barco se hunde, las ratas empiezan a tratar de salvar su pellejo con implicaciones y denuncias entre ellos, cosa que, de una u otra manera ayuda y mucho a encarcelarles.
Los grilletes que indignaron a Villavicencio, Jiménez y otros más, están listos para liarse como ajorcas vengadoras en los tobillos del líder de “una pendejada” de revolución como lo declaró Lenín y su esperanza de verlo en la cárcel, se acerca. Las implicaciones del caso Balda son irrefutables y autores del delito encarcelados y acogidos al favor de la fiscalía de bajar penas por su ayuda, cantan ya tan claro como gallo en madrugada, pues confiesan ser ellos los autores siguiendo órdenes del mayoral y además existen cheques de presidencia y boletas de renta del auto donde intentaron el secuestro, con sus nombres. Caliente, caliente debe estar la celda ya. La orden de presentarse en el juzgado personalmente cada 15 días y si no lo asume, serán dadas otras acciones más drásticas, acorralan a Correa el aprendiz de Stalin. En otra acción criminal, en el caso Gabela, el perito argentino contratado por ellos, asegura que escondieron su informe y otra jueza miente cuando dice que es obra de la delincuencia común el asesinato. Caliente, caliente.
Por poco llegamos ya a la fogata, donde se quemarán algunos rabones de paja que cumplieron órdenes desde sus altas magistraturas, compradas por el poder central para esconderlo todo y ofrecer ridículas aclaraciones para ocultarlo todo. “uno por uno” caerán. Ya no son los valientes que mandaban caballos y piquetes de policía para acallar protestas justas del pueblo mientras organizaban con plata del pueblo, contramarchas protegidas por fuerzas armadas y policiales compradas y con tarimas con cantantes contratados con todo y bailarinas y coreografía sugestiva convirtiendo en fiesta la ocasión para discursear la jorga risueña y jubilosa de Patiño, Rivadeneira, Solis, Buenaño, Serrano y otritos, cubiertos por el sayal verdoso. Caliente, caliente, la cárcel se acerca para muchos. Caliente, caliente, la vindicta pública se hará presente. Caliente, caliente, porque no es solo lo expuesto aquí lo que tendrán que aclarar, sino, muchas cosas más, Caliente, caliente la celda que les espera. (O)
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