El telón va cayendo

Bridget Gibbs Andrade

Por AGN -22 junio, 201822
Poco a poco el telón va cayendo y la verdad se va sabiendo. Muchos acontecimientos reveladores se conocieron esta semana, todos ellos de la misma envergadura. La visita del perito argentino a nuestro país, qué, de acuerdo con su conciencia, declaró la veracidad sobre las dos pericias que realizó: la investigación sobre la muerte del general Jorge Gabela, por alertar al Gobierno de ese entonces que los Dhruv no servían ni para levantar el vuelo; la Fiscalía calificó el crimen como resultado de un delito común. Y el fallecimiento sospechoso del subteniente César Coronel en el 2012, por denunciar un acto de corrupción en un centro de diversión nocturna de Sucumbíos, en el que estaban involucrados altos jefes policiales. Habiendo sido zurdo, encontraron el arma en su mano derecha para justificar el supuesto suicidio. Hay que reconocer que las tácticas disuasivas y las hipótesis que emplearon los agentes de “inteligencia”, pondrían verde de la envidia a los personajes novelísticos de Agatha Christie y Sir Arthur Conan Doyle…

Diariamente surgen evidencias sobre nuevos involucrados en el secuestro a Fernando Balda. Este caso y los dos anteriores envuelven en una ola de suspenso, desconcierto y repugnancia al país entero. La mayoría de la ciudadanía está de acuerdo en que la revolución ciudadana, superó las expectativas sobre los atributos más viles que una secta de seres humanos puede demostrar y ejecutar. Todos los miembros del clan que desfilaron en el desgobierno anterior, hipnotizados por el olor del dinero mal habido, ya están en la mira de la Fiscalía: exministros, exsecretarios, exasambleístas. Unos prófugos, otros presos, varios reciclados y en funciones. ¿En funciones? ¡Sí, en funciones! Es injustificable que él Presidente esté rodeado de aquella gente…

Por último, el exmandatario que para sus sapadas usaba el alias “Carlitos”, el otrora omnipotente, omnisciente y omnipresente compañerito -ahora común y silvestre ciudadano-, se encuentra estresado más de lo habitual con las pruebas incriminatorias que le señalan con un dedo largo y puntiagudo como el “cerebro” detrás de todas las denuncias que a diario nos espeluznan. ¿Será que en Bélgica venden toronjil, pasiflora o valeriana? Pobre, me contaron que sueña que ya está en cana. Para su consuelo no es el único, nosotros también lo soñamos… (O)