Esta tarde, la justicia se ha mostrado condescendiente con el oprobioso ex dictador y contumaz delincuente Correa cuando, al vincularlo penalmente a la instrucción fiscal en el secuestro de un político ecuatoriano, ha dispuesto que el acusado se presente cada quince días en la Corte Nacional de Justicia, a partir del 2 de julio del presente año. El Fiscal General había solicitado se le imponga grillete electrónico, pero fue desechado. Gran parte del pueblo exige que a este ratero consumado se lo encierre en la cárcel mientras dure el juicio, y posteriormente cuando deba cumplir la sentencia penal.
Su abogado, el "gordo Caupolichoa", otro miembro de la gran banda delictiva "asalta país" que asoló al Ecuador, manejador hábil de contratos y negociados con el Estado, ha pataleado y llorado desgañitándose por la inocencia de su jefe, llamándolo "hombre de bien, hombre decente, que no rehuirá y que estará presente las veces que sean para aclarar las cosas que se deben". Aparte de pillo y ratero, este vulgar sujeto Correa que ha sido siempre un cobarde, un mitómano, un cínico, un hipócrita, un sinvergüenza... no se decidirá a venir porque sabe lo que acá le espera: una mazmorra fría y oscura.
Fernando Balarezo Duque
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