Los medios públicos, durante el gobierno de Rafael Correa, funcionaron como máquinas de propaganda al servicio del presidente y de su plataforma política.
Los medios públicos, durante el gobierno de Rafael Correa, funcionaron como máquinas de propaganda al servicio del presidente y de su plataforma política. Hubo una estrategia delineada para definir diariamente los contenidos noticiosos que debían transmitirse y publicarse en los espacios de prensa, radio y televisión.
El antecesor de Lenín Moreno tuvo una fijación con el periodismo y se mantuvo pendiente de la información que se publicaba. Si algo no le gustaba, ordenaba inmediatamente al Secretario de Comunicación, vía e-mail, la obligación de corregir “el error” cometido por el medio. Lo hacía con copia a otros ministros, quienes debían estar pendientes. En la Secretaría de Comunicación se planificaba y designaba a cada medio público una misión, la cual era ejecutada por sus periodistas.
Así funcionó la estrategia.
Presidencia de la República:
Periodistas y asesores del entonces presidente Rafael Correa confirmaron que en Carondelet se realizaba un monitoreo diario de los medios de comunicación nacionales e internacionales. Pidieron no revelar sus nombres, pero explicaron que también había comunicadores encargados de preparar una síntesis noticiosa que se enviaba a los funcionarios principales de la Presidencia.
Documentación a la que accedió FUNDAMEDIOS indica que, a través de la cuenta de correo “noticias1@presidencia.gob.ec”, Rafael Correa reenviaba alguna noticia de su interés a sus ministros para, de ser necesario, dar el seguimiento respectivo. Cuando él indicaba que una información publicada en un medio de comunicación debía tener la atención suficiente e inmediata de las autoridades de su Gabinete, se desarrollaban estrategias de comunicación, pues algunos mensajes se copiaban a los hermanos Fernando y Vinicio Alvarado.
Hubo temas prioritarios para los cuales se debían planificar campañas comunicacionales. Ese fue el caso Chevron:
Otros asuntos, como inauguraciones de obras emblemáticas, firmas de contratos con empresas extranjeras se delegaban a la Secretaría Nacional de Comunicación (Secom).
Secretaría de Comunicación:
El 1 de agosto de 2013, por Decreto Ejecutivo, se creó la Subsecretaría Nacional de Comunicación, como una entidad de derecho público, personería jurídica, patrimonio propio y autonomía financiera. Esta se convirtió en la piedra angular para la construcción de la imagen estatal del gobierno de Rafael Correa.
Fuentes que trabajaron en esa Secretaría narran que desde el inicio del gobierno correísta, las órdenes de lo que debía emitirse en los medios públicos llegaban directamente desde la Presidencia de la República. Los hermanos Alvarado eran el nexo entre el Mandatario y los medios públicos. Ellos tomaban contacto directo con los directores y acordaban qué informar.
Sin embargo, Fernando Alvarado lo niega. “Nunca se ordenó nada, siempre se les pidió a estos medios y a todos los medios del país que, por favor, se respetara la Ley de Comunicación”, afirmó el exfuncionario, a través de un correo electrónico.
En 2016 se creó una Coordinación de Información dentro de la SECOM. Allí la cadena era: Presidencia-Hermanos Alvarado (principalmente Fernando Alvarado)-Coordinación de Información-Directores de medios de comunicación-Jefes de información-Periodistas.
Quien estuviera a la cabeza de la Coordinación de Información debía mantener una buena relación con los directores de los medios, para entregar la agenda gubernamental. Es decir, las noticias que al poder le interesaba difundir. Además, gestionaba entrevistas entre ministros y periodistas de los medios públicos.
Como parte de la Coordinación, se creó un Consejo de Contenidos, constituido por directores de medios públicos o sus delegados, ministros o delegados, y personal de la SECOM. Esta entidad convocaba a reuniones, según la agenda informativa de los distintos ministerios. Si un funcionario debía informar al país sobre una obra, se reunía con el Consejo y exponía el tema. Una vez definido el eje informativo, se pedía a los medios públicos cubrir la noticia y dar seguimiento.
Si un medio no cubría lo indicado por la Secom, se llamaba la atención a su director y se insistía en la publicación. Las agendas informativas programadas por la Secretaría se enviaban por correo electrónico a medios públicos y privados, a los primeros se exigía la cobertura. Según camarógrafos y periodistas, los equipos de Ecuador TV, Gama TV y TC Televisión siempre estuvieron presentes en las actividades del Gobierno.
Gama TV:
Gama TV fue incautado en 2008. El gobierno de ese entonces prometió venderlo, pero se mantiene en manos del Estado. En 2009, el secretario particular de Rafael Correa, Fernando Alvarado, se convirtió en Secretario Nacional de Comunicación. Desde ese entonces, el gobierno dispuso a su gusto de los medios de comunicación incautados.
En junio de 2015, a través del Decreto 699, el Presidente dispuso crear la Unidad de Gestión de Medios (Ugemed), dirigida y representada legalmente por un delegado suyo, quien tendría todas las facultades para establecer la estructura y normar el funcionamiento de la misma. En ese momento se designó a Fernando Alvarado como el representante del Primer Mandatario ante la Ugemed.
La Unidad tenía a su cargo el manejo del paquete accionario, la gestión, seguimiento y control de la administración de las compañias: Cadena Ecuatoriana de Televisión C. A. ‘Canal 10’ (C.E.T.V.); Compañía Televisión del Pacífico Teledos S. A., Compañía Editorial Ominasa del Ecuador S. A., Radiodifusora del Pacífico S. A. Rapasa, Radio Bolívar S. A., Organización Radial C. A., Cablevisión S. A., Américavisión S. A., Radio La Prensa T.V. S. A., Editores e Impresores Edimpres S. A. y Movidad C.A.
Varios trabajadores de dichos medios coinciden en que Alvarado eligió a los administradores de cada canal y, no solo que marcaba la agenda, sino que tomaba espacios para pautar publicidad con los clientes de sus agencias: Creacional y Percrea.
Al respecto, Fernando Alvarado sostiene que “como lo dice el Decreto, incluso así lo declaré a la Contraloría y Fiscalía: en la primera Junta del Fideicomiso Mercantil AGD CFN NO MÁS IMPUNIDAD-MEDIOS, celebrada el 23 de noviembre del 2011, se me designó como Presidente de la Junta del Fideicomiso. Mis funciones en este cargo, como las de cualquier miembro de Junta de cualquier fideicomiso, se circunscribieron a la dirección del mismo, alejado del manejo directo, las decisiones administrativas y financieras de las empresas que conformaban el mismo, en virtud de que las mismas contaban con autonomía propia en estos sentidos. Posteriormente, mediante Decreto Ejecutivo No. 699 de fecha 8 de junio de 2015, se creó la institución de derecho público Unidad de Gestión de Medios – Ugemed. En la Disposición Transitoria Cuarta del mencionado Decreto Ejecutivo, el señor Presidente de la República me designó como su delegado y representante legal de la Unidad de Gestión de Medios – Ugemed, cargo que lo ejercí hasta el 10 de junio de 2016. Como delegado y representante legal de la Ugemed tuve única y exclusivamente dos facultades: 1) Establecer la estructura de la Ugemed; y, 2) Normar el funcionamiento de la Ugemed. Estas dos facultades tampoco incluyen ninguna que tenga relación a la administración, dirección o manejo en ningún sentido de las empresas a cargo de la Unidad”.
Actualmente la Contraloría analiza estas empresas y la relación que Alvarado tuvo por medio de ellas con los canales incautados. En un primer informe, con número de oficio 0263-0001-DNA4-2017, se determina que Creacional y Percrea contrataron espacios publicitarios en Gama TV por 3.476.836,00 dólares. Ambas empresas tienen una cuenta pendiente que pagar al canal que asciende a 112.906,37 dólares.
A cargo de la agencia Creacional están Vinicio Alvarado y su madre, Daisy Espinel Álvarez. De Percrea, según el informe de Contraloría, se encarga otro hermano Alvarado, Carlos Enrique, junto a su suegra, Martha Isabel de la Torre.
Durante el período comprendido entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de octubre de 2017, las dos empresas contrataron a Gama para pautar comerciales de empresas públicas y privadas. Según el informe de Contraloría, por estas contrataciones la familia Alvarado recibió en comisión 1.011.963,33 dólares.
Algunos trabajadores comentaron a FUNDAMEDIOS que el medio perdió dinero en todas las épocas electorales en que Correa estuvo como mandatario, ya que no se pautaba propaganda. Se prefería gestionar espacios gratuitos y se utilizaban los noticieros para promocionar al movimiento oficialista mediante reportajes.
En la más reciente campaña electoral (2016-2017), según el testimonio de un colaborador del medio, por solicitud de un grupo de trabajadores del canal, Alianza PAIS (AP) invirtió 20 mil dólares en publicidad.
Periodistas y camarógrafos cuentan que Fernando Alvarado ordenaba al director del medio qué emitir en los noticieros. Solo él podía interrumpir la programación habitual para transmitir la inauguración de alguna obra.
Los empleados también recuerdan que Alvarado trabajaba directamente con dos reporteros, uno en Gama TV y otro en TC Televisión: los hermanos Hubel y Alcibiades Onofre. A ellos les habría encargado “el trabajo sucio”. Es decir, construir notas periodísticas en que se ataque a opositores. FUNDAMEDIOS los buscó, logró conversar con uno de ellos, pero él se negó a aparecer en este reportaje.
Cada periodista planteaba la agenda diaria, pero también llegaba una programación desde la Secom. Según un trabajador del medio, si algún comunicador realizaba una nota neutral, sin inclinación hacia Alianza PAIS, los directores del noticiero le decían: “¿Acaso no sabes para quién trabajas?”.
Alvarado se comunicaba con el director del canal, por medio del teléfono y el correo electrónico. La prioridad era grabar al entonces presidente Correa. Un periodista recordó que siempre debían cubrir la salida del exmandatario, cuando este viajaba a otro país, pues interesaba publicar su despedida antes de subirse al avión.
TC Televisión:
El esquema de TC Televisión es parecido al de Gama TV, en donde Fernando Alvarado disponía de los espacios para publicidad e informativos, como de los bienes materiales. Como Secretario de Comunicación, hablaba con el director del noticiero y marcaba su agenda. Los periodistas debían acatar órdenes.
Fernando Alvarado niega estas denuncias. Al preguntarle si ¿durante el gobierno de Rafael Correa se priorizó la información oficial como parte de la línea editorial de los medios en manos del Estado? Él responde que “bajo ningún concepto. Eso se decía, dado que los medios privados nacionales ocultaban a propósito las noticias sobre obras o estadísticas que pudiesen mostrar resultados favorables por las políticas económicas o sociales del gobierno. Ese contraste entre unos medios y otros lo utilizaban de plataforma para generar esa crítica. Sin embargo, la realidad es que la agenda de estos medios privados estaba orientada por sus dueños a ocultar estos hechos noticiosos”.
Un periodista que trabajó en el medio y que ahora labora en el sector público, dice que en alguna ocasión mostró su incomodidad con las órdenes que llegaban de altos mandos. Entonces, el jefe de información le dijo: “si no te gusta, búscate otro sitio para que hagas las coberturas que tú creas correctas”.
Si alguna noticia que se solicitaba desde la SECOM no se publicaba, se reclamaba al Director y al Jefe de Noticias.
En 2009 se creó la Unidad de Contenido Político. Ahí trabajaba uno de los hermanos Onofre, Alcibiades. Ese espacio fue destinado para realizar notas contrarias a quienes se denominaron “sujetos de oposición”.
En TC Televisión, al igual que en Gama TV, se trabajaba la imagen de los militantes de Alianza PAIS. Un excolaborador de la SECOM contó que una de las órdenes de la Secretaría era realzar la imagen de los actores políticos de las filas del partido oficialista.
Ecuador TV:
En este canal se creó un Consejo Editorial en donde se hacían observaciones si el noticiero estaba muy inclinado hacia el gobierno. Pero dichas críticas no eran aceptadas por sus directores, quienes, al igual que en los otros casos, acordaban la agenda informativa con la SECOM.
Según extrabajadores, en un inicio -desde su fundación en 2007-, Ecuador TV estuvo a favor de la comunidad y se perfilaba como un medio público. Tras la intervención de Vinicio Alvarado, las órdenes cambiaron y se dispuso que el canal esté a favor del correísmo con el pretexto que, al estar con el régimen, se tenía lealtad social. Los “desleales” fueron sacados del medio.
Ecuador TV se convirtió en una plataforma al servicio de la agenda de los distintos ministerios. Según exfuncionarios, los reporteros parecían “corresponsales ministeriales”.
Radio Pública:
La dirección de la radio coordinaba con la SECOM los temas que debían difundirse, pero los reporteros tenían sus temas. Según servidores de este medio, la prioridad era dar cobertura a los actos realizados por los diferentes ministerios.
Se trabajaba junto con la Secretaría de Comunicación. En la radio se presentaban temas cada semana, de acuerdo a un calendario; y después se añadían los pedidos de los ministerios. Los llamados “actores de oposición” no acudían, por temor a ser agredidos, comenta un extrabajador.
En la actualidad, según exfuncionarios de Radio Pública, este medio tiene conflictos con las personas que fueron despedidas pues aún no se cancelan las respectivas liquidaciones.
El Telégrafo:
El Telégrafo, al igual que los otros medios, recibía directrices desde la Secom, pero desde el inicio del gobierno de Correa mantuvo una estrecha relación con la Presidencia de la República. Desde ahí salían órdenes directas.
Su refundación fue el 17 de marzo de 2008. En un inicio, el diario fue manejado por administradores y directores de noticias, ubicados por Vinicio Alvarado. En el principio se proyectó la imagen de que era un periódico independiente, de puertas abiertas incluso para “la oposición”. Pero luego del 2009, el panorama se ajustó y se prefería a gente que estaba con el régimen.
Este medio contaba con un asesor de comunicación que funcionaba como nexo entre Alvarado y el director de noticias de turno. Según un periodista que trabajó como director de este medio, era prohibido dirigirse directamente al Presidente o a Alvarado, claro que ellos sí podían comunicarse con el Director del diario, si un tema no les parecía adecuado. Este asesor también decidía el eje periodístico de las noticias: siempre a favor del Gobierno.
Si bien se coordinaban los temas entre el director, el editor y los periodistas, los temas propuestos por la SECOM eran impostergables. A partir del 2012, año en que Orlando Pérez asumió la dirección del diario, se mantuvo una comunicación directa con Fernando Alvarado y Rafael Correa; este último se comunicaba con el encargado del medio y no al revés.
Excolaboradores de El Telégrafo comentan que el entonces presidente Correa acostumbraba leer el diario en la noche o en la madrugada y, si le disgustaba algo, inmediatamente enviaba un correo electrónico o mensaje al responsable del medio, sin importar la hora.
Pero Fernando Alvarado niega que desde la Secretaría de Comunicación se hayan determinado y aprobado los contenidos que debían publicarse en los medios en manos del Estado durante el gobierno de Rafael Correa.
El exfuncionario sostiene que esto nunca ocurrió. Y añade: “esto lo puede corroborar el actual secretario de Comunicación, Andrés Michelena, que era quien mantenía la relación con los medios cuando fue mi Subsecretario por un año, y cuando fue Subsecretario de Comunicación de la Vicepresidencia. Siempre me manifestó lo mal que estaban actuando los medios nacionales y que ocultaban a propósito la labor del entonces vicepresidente Lenín Moreno. Él también, dentro de ese contexto, organizó la Cumbre Para Un Periodismo Responsable (CUPRE). Incluso en su rendición de cuentas dejó muy clara la situación que se vivía por el cerco mediático impuesto por los medios nacionales”.
Como se puede observar en la ejecución de esta estrategia, la Presidencia de la República y la Secretaría de Comunicación fueron las entidades dominantes. El mecanismo para ejecutar sus órdenes en cada medio público fue parecido, ya que todos debían responder a los intereses del gobierno y al partido oficial. Hubo más propaganda que información. FUNDAMEDIOS.
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