Jurado y Guzmán, dos activos tóxicos para Moreno
¿El gobierno de Lenín Moreno ya tiene cadáveres políticos en los armarios de Carondelet? Uno de ellos se llama Eduardo Jurado Béjar y mientras nadie lo remueva sigue siendo el Secretario General de la Presidencia.
Jurado, como Secretario General de la Presidencia, tomó decisiones que no estaba facultado legalmente para tomar y que tenían relación con un tema en el que tiene un grave e insalvable conflicto de interés: la contratación de seguros para el sector público, porque es accionista de una empresa vinculada al campo de los seguros que presta servicios a la estatal Seguros Sucre.
Eduardo Jurado ha firmado al menos tres oficios sobre la contratación de seguros con entidades del estado ecuatoriano, cuando su cargo no lo faculta hacer cosas como esas ya que él, por ley, solo puede tomar decisiones relacionadas con la gestión del direccionamiento estratégico de la Presidencia, como dice su nombramiento. Es decir, tomó decisiones completamente por fuera de sus atribuciones legales y reñidas con la norma según la cual un contratista del Estado no puede ser funcionario público.
Básicamente, Jurado dispuso que Seguros Sucre, una empresa con la que su compañía Consolidos S.A. tiene contratos, siga gozando del monopolio que un decreto de la era correísta le concedía para que las empresas públicas únicamente contraten con esa aseguradora. Sobre la relación de Jurado y la empresa Consolidos tampoco hay duda alguna. Fue él mismo el que en una entrevista en Teleamazonas, el 5 de julio del 2018, dijo que, en efecto, era accionista de Consolidos S.A. que tiene contratos con Seguros Sucres. Jurado llegó a negar en esa entrevista que su condición de contratista con el Estado fuera un impedimento para ser funcionario público.
El problema de Jurado se agrava, además, porque hay asambleístas y activistas que ya han pedido al Gobierno e incluso a la Contraloría que investiguen su evidente conflicto de interés. A la Presidencia ha llegado, entre otras, una petición firmada por el activista Darío Esteban Burbano Macías para que se investigue a Jurado y, sobre todo, para que se derogue el decreto que permite que el monopolio de Seguros Sucre siga vigente.
Pero Jurado no es el único funcionario que está en capilla por el tema de Seguros Sucre. Diego Guzmán Espinosa, presidente de esa aseguradora estatal, es otro que, como Jurado, está a punto de ocasionar una crisis en el gobierno si no se hace algo rápido con él. Si bien Guzmán pudo sortear mal que bien las preguntas que algunos periodistas le hicieron sobre las razones por las que Seguros Sucre está incumpliendo sus pagos por siniestros a las empresas públicas, ahora tendrá que responder, oficialmente y con precisiones, sobre esas mismas dudas y otras más. El asambleísta Roberto Gómez de CREO ha enviado a a Guzmán un cuestionario oficial que apunta a las interrogantes que Seguros Sucre ha suscitado en las últimas semanas. Es decir que no ha contratado los reaseguros para las empresas públicas como TAME, por ejemplo, que no ha recibido lo que le correspondía por el accidente de uno de sus aviones en la pista del aeropuerto de Cuenca.
En su oficio dirigido a Guzmán, Gómez le pide, en su primer punto “conceder copias certificadas de todos los slips o notas de la cobertura original de los reaseguros que fueron suscritos por Seguros Sucre S.A. con las empresas públicas, desde enero de 2012 hasta junio del 2018, donde se detalle: empresa pública asegurada, monto de cobertura, duración de cobertura y el broker de seguros que ha intermediado en los mencionados contratos”.
Gómez también pide a Guzmán que entregue toda la información oficial sobre los reclamos de las empresas públicas por siniestros desde el 2012 hasta el 2018, así como el listado de los contratos de seguros y reaseguros que ha firmado Seguros Sucre.
Guzmán tiene la obligación de entregar la información. Si no lo hace o si no precisa las preguntas, el tema de Seguros Sucre olerá aún más feo de lo que está oliendo actualmente.
Lenín Moreno tiene un problema muy gordo, sin duda, con el tema. Jurado entró al Gobierno por recomendación, se sabe, del encuestador Santiago Cuesta quien ahora es asesor presidencial. Si no hace algo rápido con el tema de Jurado o con el monopolio garantizado para Seguros Sucre, Moreno tendrá en poco tiempo un petardo político que erosionará aún más las cifras en baja que registran los sondeos.
Guzmán también es un serio problema para Moreno. El actual presidente de Seguros Sucre ha sido muy cercano al Presidente desde mucho antes de llegar a Carondelet y es evidente que está encargado de la aseguradora únicamente por su amistad con el Presidente y no porque sea un experto calificado en el tema de los seguros. O hacen algo con los cadáveres políticos de Jurado y Guzmán o al gobierno se le viene una crisis con muy malos ratos para el Ejecutivo.
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