Dhruv y Gabela: el correísmo tapó todo desde el inicio
Ahora hasta el Consejo de Participación Ciudadana Transitorio quiere ayudar a esclarecer el asesinato del general Jorge Gabela: acaba de nombrar, como veedor en la Comisión que se conformó en la Asamblea Nacional para analizar la documentación relacionada con este caso, a Mario Pazmiño, un coronel en servicio pasivo. Estas iniciativas, más la investigación que lleva adelante la Fiscalía, muestran que, tras el ataque contra el ex Comandante General de la FAE, el 18 de diciembre de 2010 en su domicilio en Guayaquil, la indagación sobre su asesinato y sus responsables, está al fin en buen camino. El general Gabela murió 10 días después en el hospital Luis Vernaza, víctima de esos disparos.
Su caso vuelve a la Asamblea Nacional donde Fausto Cobo planteó, el 4 de enero de 2010, con el respaldo de 54 firmas, un pedido de juicio político contra Javier Ponce. Entonces Fausto Cobo era asambleísta de Sociedad Patriótica y Javier Ponce Ministro de Defensa. Cobo pidió su enjuiciamiento político por las irregularidades manifiestas en la compra de siete helicópteros Dhruv a la empresa Hindustan, de India. Dos meses antes (el 27 de octubre de 2009), uno de ellos se había precipitado a tierra, en el aeropuerto Mariscal Sucre en una ceremonia militar.
La historia no repasa los platos. Es inútil pensar lo que hubiera pasado si la Asamblea Nacional hubiera dado paso a ese juicio político, examinando las pruebas, algunas con el sello de “secreto”, suministradas por el coronel Cobo. Como ex militar, él compartía los graves cuestionamientos hechos por el general Gabela sobre la idoneidad técnica de los helicópteros Dhruv y, como él, criticaba la compra de esos helicópteros por $45 millones. El hecho histórico es que Fausto Cobo planteó ese juicio político once meses antes del asesinato del general Gabela y tras el primer accidente de un helicóptero Dhruv. Hubo tres accidentes más hasta que el gobierno de Rafael Correa decidió dejarlos en tierra.
En la denuncia entregada por ese asambleísta, hoy parlamentario andino por CREO, figura la historia de cuatro procesos precontractuales fallidos que antecedieron la decisión de comprar esos helicópteros, la decisión (el 20 de marzo de 2008) de la Junta de Defensa Nacional de declarar como urgente (ellos dicen equivocadamente “emergente”) esa adquisición y la adjudicación (el 23 de junio de 2008), por parte del Comité de Contrataciones de la FAE, a la empresa india. Javier Ponce asumió el despacho de Ministro de Defensa el 9 de abril de 2008. Es decir, 76 días antes de que se adjudicara ese contrato. Cobo quiso enjuciarlo políticamente no solo por no haber parado esa compra sino por haber firmado (el 5 de agosto de 2008) el contrato para adquirir esos helicópteros.
Quince días antes de pedir el juicio político contra Ponce, Fausto Cobo presentó una denuncia en la Fiscalía en la que, además del ministro de Defensa, incluía a 18 militares: Rodrigo Bohórquez, Comandante de la Fuerza Áerea. A seis miembros del Comité de Contrataciones de la FAE. A cinco miembros del Comité de Análisis de Ofertas de la Comisión Técnica. A cinco miembros suscriptores del Informe Técnico de aceptación de los helicópteros. Al general Alonso Espinosa, Comandante de Operaciones Aéreas y Defensa de Guayaquil, responsable directo (según Cobo) de la recepción de esos aparatos.
A la Comisión de Fiscalización de la Asamblea de esa época, con mayoría correísta, le bastaron 37 días para archivar (el 11 de febrero de 2010) el pedido de juicio político contra Javier Ponce. Al denunciante le respondió que “no determinó con exactitud las funciones que el encausado ha incumplido”. La resolución fue aprobada por César Rodríguez, Betty Amores, Gastón Gagliardo, Mauro Andino, Pamela Falconí y la infaltable Silvia Salgado. Y sin investigar realmente las denuncias, esos mismos asambleístas correístas pidieron que se analice la conducta de Jorge Gabela por haber dispuesto que no se notifique la adjudicación del contrato y se destituya la Comisión técnica que avaló la compra de los Dhruv. Una junta investigadora, para rematar, concluyó en enero de 2010 que el primer Dhruv que se desplomó fue “por falla humana”.
Galo Chiriboga nada hizo sobre la denuncia presentada en 2009 por Fausto Cobo. En abril de 2016 hizo saber, en la Asamblea, que iba a pedir a la Corte Nacional de Justicia que archive el proceso legal. Dio una razón: la Contraloría, manejada por Carlos Pólit, no determinó indicios de responsabilidad penal… por peculado.
Así procedió el correísmo con una denuncia que se presentó en la Asamblea Nacional y en la Fiscalía casi un año antes de la muerte del general Gabela. Y años antes de que otros tres helicópteros Dhruv se accidentaran causando la muerte de tres militares y heridas a otros once.
La historia no repasa los platos, pero esos son los hechos sobre la denuncia de una compra polémica (que causó la muerte del general Gabela) y que el correísmo, como se ve, tapó desde el comienzo.
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