Papa Francisco
pide buscar la verdad, la belleza y el amor
REUTERS
Roma
·
Noticias Relacionadas
El Papa Francisco pidió en la noche
del sábado a los 1.200 millones de católicos romanos que rechacen la
indiferencia y vivan su fe con osadía, durante la liturgia de la Vigilia
Pascual.
En su tercera Semana Santa desde su
elección en 2013, el Santo Padre mantuvo la tradición de bautizar a personas
recién convertidas al catolicismo durante la Vigilia Pascual.
Francisco administró el sacramento a
una niña de 13 años de Camboya y a nueve adultos, incluida una mujer de 66 años
de Kenia, el país donde milicianos islamistas de al Shabaab mataron a 148
personas en una universidad, en un ataque en el que aparentemente persiguieron
a los cristianos y permitieron que los musulmanes escaparan.
En la misa de Viernes Santo, el Sumo
Pontífice había orado por los cristianos perseguidos.
Uno de los adultos convertidos al
catolicismo era un ciudadano italiano de 29 años de origen egipcio, cuyo nombre
indica que podría haber nacido en una familia musulmana.
El Vaticano no entregó detalles sobre
los antecedentes religiosos de los conversos.
En su homilía, Francisco pidió a los
católicos que aprendan a "entrar en el misterio" de la Pascua, cuando
los cristianos conmemoran la resurrección de Jesús tres días después de su
crucifixión.
"Entrar en el misterio significa
ir más allá de las cómodas certezas, más allá de la pereza y la indiferencia
que nos frenan, y ponerse en busca de la verdad, la belleza y el amor",
dijo el Papa Francisco.
"(Significa) buscar un sentido
no ya descontado, una respuesta no trivial a las cuestiones que ponen en crisis
nuestra fe, nuestra fidelidad y nuestra razón", agregó.
La Basílica de San Pedro estaba a
oscuras al inicio de la liturgia, para representar la oscuridad de la tumba de
Jesús entre su muerte y resurrección.
Los fieles sostenían velas mientras
el Santo Padre caminaba por el pasillo principal, luego las luces de la
basílica se encendieron simultáneamente.
Las enormes campanas de la basílica
repicaron a mitad de la liturgia, marcando el final del período de penitencia
de la Cuaresma, que comenzó el 18 de febrero con el Miércoles de Cenizas.
El domingo, el Papa encabezará otra
misa en la Plaza de San Pedro y dará su bendición bianual "Urbi et
Orbi" (a la ciudad y al mundo) desde el balcón central de la basílica.(I)
No hay comentarios:
Publicar un comentario