lunes, 27 de abril de 2015

PAIS

'Al populismo se le gana con educación'

Lunes, 27 de Abril de 2015
ENTREVISTA. Gloria Álvarez, durante su diálogo con La Hora.
ENTREVISTA. Gloria Álvarez, durante su diálogo con La Hora.



"En el manual del populista el primer paso es insertar odio en la sociedad. Pueblo y antipueblo, ellos y nosotros, los culpables y los inocentes".

"El peligro está en que las libertades se disminuyan y así se logra hacer creer a la gente que no existe otra forma de opinión o de pensamiento".



GUAYAQUIL

Desde la visión de la politóloga guatemalteca Gloria Álvarez, un populismo impera en algunos países autocalificados progresistas de la región. Ella dice que este sistema enseña a la gente a vivir en la miseria y a tener una autoestima muy baja.

Cree necesario que las fuerzas políticas que no practican esta doctrina apunten a eliminarla, diciéndole a la gente que siempre tenga presente que puede salir adelante con sus propios medios y sin depender de las dádivas. Ella ha hecho una gira por varios países y comenta cómo encuentra, en este sentido, a Ecuador.

¿Qué ha recopilado hasta ahora?
En el caso de Brasil y Argentina se percibe una corrupción institucionalizada. Tanto el Partido de los Trabajadores (PT) de Dilma Rousseff ,como el Kirchnerismo, que llevan 12 años en el poder, han institucionalizado la corrupción de tal manera que cualquier trámite burocrático o subida de impuestos funciona para alimentar el aparato burocrático estatal.


¿Y qué análisis tiene de la situación de Ecuador?
Lo primero que me sorprende es ver una bonanza económica que no esperaba. Cuando uno transita por las calles de Guayaquil, por ejemplo, se puede percibir que el país no está en los puntos del populismo y escasez que tiene Venezuela.


No toca el extremo.
En el parámetro internacional siempre se pone a Ecuador, Bolivia y Venezuela como si los tres estuvieran en el extremo. En la parte económica a Ecuador lo salva la dolarización, porque su Gobierno no tiene la posibilidad de prestar dinero al Banco Central o imprimir billetes para generar una inflación desmesurada. Pero por la baja del precio del petróleo el Gobierno se está quedando sin dinero.


Dice que en sus conferencias habla de las libertades de expresión y de prensa. ¿Cómo ve a Ecuador?
En un sentido muy preocupante porque los excesos que no se ven en la parte económica se los está viendo en los medios de comunicación y su libertad de prensa. El hecho de que exista una superintendencia con abogados vigilando todo lo que los periódicos publican y haya multas, es preocupante; que el Presidente demande a los periodistas por miles de dólares, también es una preocupación. Y si no hay prensa libre la población no estará adecuadamente informada. En esa parte Ecuador está por arriba de la línea de Brasil y Argentina.
¿El control a la prensa es una forma de hacer populismo?
El Gobierno se apropia de la palabra ‘pueblo’ y básicamente todo lo que es pueblo es lo que está a favor del Gobierno. El peligro está en que las libertades se disminuyan y así se logra hacer creer a la gente que no existe otra forma de opinión o de pensamiento.
¿Cree que en Ecuador hay un populismo salvaje?
Diría que Ecuador está completando ciertos pasos, pero le falta todavía la debacle económica, que es cuando empiezan las expropiaciones, las violaciones a la propiedad privada, aunque ya hay uno: la reforma laboral. Fijar techo a los sueldos de los directivos de las empresas también es  controlar a la economía, pero aún no se ha llegado a completar ese populismo salvaje.
La oposición ha criticado que la Asamblea tramita muchas leyes que vienen del Ejecutivo.
En el manual del populista consta que el primer paso es insertar odio en la sociedad. Es decir, lo primero que hacen los populistas es dividir la sociedad: pueblo y antipueblo, ellos y nosotros, los culpables y los inocentes. En esa dicotomía el pueblo se divide y busca soluciones en el líder mesiánico, que una vez que llega al poder anula la oposición del Legislativo.
¿Este podría ser el caso ecuatoriano?
En alguna medida diría que sí porque, al tener 100 asambleístas de 139, que van a responder a ciegas a lo que el Presidente diga, definitivamente es preocupante.
¿Cómo terminamos esta forma de populismo?
La única forma de ganarle al populismo es con la participación de ciudadanos que no dependan del Estado y con educación. (DAB)

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