martes, 17 de febrero de 2015

Elizabeth Benites Estupiñán

La tolerancia

La Real Academia Española define a la tolerancia como el respeto por los pensamientos y las acciones de terceros, es la actitud que presenta una persona ante adversidades y posturas, discernimientos, con lo que afirman o niegan de un suceso, acto o ideas que manifiesta la persona en desacuerdo. Respetar las creencias y opiniones de los demás, sean estas verbales o escritas, que difieren antagónicamente a las propias. Es necesario saber escuchar lo que opinan y sienten de manera diferente los demás con objetividad sobre un tema o una acción contraria manteniendo su postura y prudencia, es cuestión de afinar los valores que recaen en una sociedad democrática y civilizada. Antiguamente, las adversidades se aceptaban sin mayores problemas, los romanos debatían y lo trataban en el Senado con total libertad de opiniones. En la época de la Ilustración se actuaba con prudencia como una batalla constante contra las opiniones adversas. Freud define a la tolerancia como un reflejo narcisista visto de manera social y no particular, ya que es un tema que afecta a la sociedad, empleado en los últimos años por los políticos y fanáticos religiosos cuando no están de acuerdo con sus pensamientos y modos de accionar, recurriendo a la vía jurídica o la violencia como represión y aniquilándolos como persona al contrario de sus opiniones o ideas opuestas a él. En un reportaje publicado por diario El Mundo, en el Informe de Perspectivas desde el Barómetro de las Américas 2011, los cinco países con mayor tolerancia resultaron Estados Unidos, Argentina, Trinidad y Tobago, Costa Rica y Surinam con un puntaje de 71,9%, en dicho estudio indica que hay variables que se relacionan con la tolerancia: los más educados, las personas prósperas, varones y los que viven en las grandes ciudades y expresan disenso respecto del sistema de gobierno de cada país.
En el Ecuador, en los últimos años, la tolerancia está en sus niveles bajos de aceptación, el estar en desacuerdo está en si no estás conmigo, estás contra mí. Los políticos, organizaciones étnicas, sociales gremiales y otros viven un constante desafío verbal contra quienes no están de acuerdo en sus posturas e ideologías creyéndose abusados y ofendidos e incluso utilizando el marco legal, tratan de destruir la profesión, institución o empresa de sus adversarios. Es hora de aplicar los principios de valores y moral para con la sociedad, convocar a una sociedad opuesta entendiendo la diferencia, discutiendo con serenidad, enfrentando tesis y principios sin agravios ni ofensas para la búsqueda de soluciones.
Nuestros programas nacionales, como La pareja feliz, cuya sintonía tenía un alto rating de aceptación y fue vetado a solicitud de un grupo social que se sintió ofendido e intolerable a la presentación de personajes que los hacían ver diferentes, pero no miraron el mensaje que transmitía ese programa siendo una parodia a lo político, cultural y económico de nuestra sociedad ecuatoriana. Durante mucho tiempo, el caricaturista Bonil también en sus dibujos expresa con autonomía su perspectiva a la situación económica, social y cultural, nacional e internacional, desde el punto de vista artístico. Algunos estarán de acuerdo, otros no; se debe debatir con él sin agredirlo ni desacreditarlo por su punto de vista, tampoco aprovecharse de los errores que cometa tratando de entender el mensaje que da en sus dibujos este brillante caricaturista ecuatoriano.
Es hora de que los ciudadanos comiencen a tolerar el pensamiento o accionar del otro y no limitarse a descubrir los errores de quien los dice, sino a escuchar y entender lo que realmente quiso decir y el contenido, ya que todos en democracia tenemos el derecho a disentir. (O)

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