2025: Viaje sin retorno al planeta Marte
Mars One, el proyecto
creado por una fundación holandesa que prepara una misión sin retorno a Marte para establecer en 2025 una
colonia permanente en el planeta rojo, no está exento de
críticas y algunos detractores consideran poco ético que este viaje sea solo de
ida.
El cofundador del proyecto e
inspirador de la aventura Mars One, Bas Lansdorp, dijo a Efe que esas críticas vienen “normalmente de
personas que no conocen en detalle” su plan.
Mars One es un proyecto gestionado
por la fundación holandesa creada por Lansdorp y el físico Arno Wielders, que
pretendeenviar en 2018 un primera
expedición y a partir de 2025 iniciar una colonia humana permanente y
autosuficiente en
el planeta rojo.
La iniciativa ha tenido algunas críticas procedentes del
prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT) de Estados Unidos, que
en un reciente estudio elaborado por estudiantes bajo la dirección de la
doctora Sydney Do alertaba de problemas de viabilidad técnica y en la previsión
de costes.
Lansdorp entiende que un proyecto
así tenga detractores, pero consideró que “Marte es ahora el paso más lógico en el camino de expansión
humana en el sistema solar y más allá” y agregó que viajar a otro planeta
sigue siendo algo complicado de entender.
“En este momento, Marte parece algo difícil y cualquier
intento más allá de este planeta parece casi imposible. Sin embargo, cuando ya
estemos viviendo en Marte, todos los nuevos avances en nuestra exploración nos
parecerán sencillos y cercanos”, añadió.
El emprendedor holandés dijo valorar “mucho más la
opinión de los profesionales y empresas que trabajan en el proyecto que esas
críticas”, al tiempo que prefirió centrarse en los logros de una misión que
“cambiará totalmente la visión que tenemos de nuestra especie y del universo”.
“Si conseguimos llegar y establecernos en Marte, ¿qué es
lo que no podemos hacer?”, preguntó.
Mars One, explicó, está avalado por
los “contratos que ya se han cerrado con las mejores compañías de
naves espaciales y de sistemas de soporte vital” y por un equipo de “profesionales con
mucha experiencia y con grandes conocimientos que forma parte tanto del consejo
de embajadores como de asesores, entre los que se encuentra Mason Peck, ex
director tecnológico de la NASA”.
La primera tripulación con cuatro voluntarios que no regresarán a la
Tierra, ya que el proyecto no contempla tecnología de regreso,
partirá hacia el planeta rojo en 2024.
Viajarán durante todo un año hasta el cuarto planeta del
sistema solar más cercano al sol y que los científicos señalan como el más
parecido a la Tierra, aunque su delgada atmósfera es de dióxido de carbono.
Está previsto que desde 2025 y cada dos años viajen a
Marte otros seis grupos de cuatro tripulantes cada uno.
Entre esos futuros tripulantes, un
puesto para el que la fundación recibió 202.586 solicitudes, podrían figurar españoles o latinoamericanos ya que hay cuatro en la lista de los
100 candidatos que van a pasar a la tercera ronda de selección.
Son el físico Pablo Martínez, de 37 años, y el técnico de energía solar Ángel Jané, de 39, además
de la estudiante boliviana de antropología Zaskia Antelo,
de 20, y la profesora brasileña de seguridad pública y diseñadora de acuarios
Sara Feliciano da Silva, de 51.
La fundación ya mencionó en su convocatoria
que no solo se requieren astronautas, ya que “para
diseñar un asentamiento humano permanente en Marte se necesitan personas sanas
y bien preparadas”.
Para la fundación de Lansdorp, “la habilidad más
importante de los individuos que formarán parte de esta colonia es su capacidad
de funcionar dentro de un grupo. Personas que entrenarán durante años para
prepararse físicamente y además desarrollar el talento para producir comida”.
La primera tripulación dispondrá de comida de emergencia,
pero el plan prevé cultivos para autoabastecer a la primera comunidad marciana.
Está previsto que la producción de agua potable se consiga mediante el hielo que
contiene el suelo de Marte y
que la deoxigeno se logre a partir de
ese hielo mediante electrólisis, así como a partir del
nitrógeno existente en la atmósfera del planeta.
El coste de la aventura se ha calculado en 6.000 millones de
dólares para llevar a los primeros cuatro viajeros, más 4.000 millones por cada
misión tripulada, según figura en la web de la
fundación, que espera conseguir financiación de colaboraciones, patrocinios y
de la venta de derechos de propiedad intelectual y los derechos de emisión, ya
que la misión será televisada.
Fuente: EFE/LP
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