miércoles, 12 de agosto de 2015

AL LÍMITE DE LA TOLERANCIA por Estuardo Melo

AL LÍMITE…
EStuardo meloFrancamente, no por el hecho de ser Presidente, se puede decir cosas alejadas de la verdad. Su discurso ha llegado demasiado lejos, justo al límite de nuestra tolerancia…
Siendo el causante y principal responsable de la inaceptable y aguda crisis económica que se le viene al país, sigue propalando absurdas excusas y desorientadoras expresiones con las que desinforma a aquellos que todavía las creen.
No ha sido acaso el Presidente, quién ha ejercido al mando absoluto del gobierno y ha asumido las decisiones del Estado en los últimos ocho años?
No han sido sus ¨políticas públicas¨ las que han sido implementadas sin restricción ni oposición de los otros poderes?
No es este funcionario el responsable del impacto que las políticas económicas tuvieron en la crítica economía actual del País?
No es su llamado al diálogo un desesperado intento de aplacar la protesta de los ciudadanos ante tanto desatino? Pretende un diálogo sincero o se trata de una maniobra truculenta?
Entonces, siendo así, lo mínimo que se espera es que asuma sus responsabilidades y rinda cuentas, como ejercicio final de su fracaso.
Ahora resulta que por la caída de los precios del petróleo, la revalorización del dólar, dice haber manejado tan bien la economía, que todos siguen recibiendo sus sueldos, asignaciones y la obra no se ha detenido. Enorme falacia, porque todos sabemos con justificada indignación, que tales pagos están siendo realizados por secuencia frenética de créditos del exterior, que conocemos de antemano, serán imposibles de pagar y que complicarán la economía del país por largo término.
En lugar de tergiversar la situación real para consumo de los partidarios que todavía le quedan, díganos con claridad y sin ambages, cómo es que ha pensado pagar la deuda que contrajo, si fuera que en algún momento se dio tiempo para hacerlo y si su desbordado anhelo de continuar en el poder será para agudizar al extremo la grave crisis que generó.
Ya todos conocemos, a pesar de la opacidad de su régimen, que en ningún momento el gobierno se detuvo a planificar la economía del país, que administró de forma atropellada y demagógica utilizando todos los recursos en el afán de mostrar obra vistosa de las bondades aparentes del gobierno, porque las carreteras eran en verdad pavimentos, pintura y cunetas de las vías existentes; que en muchos casos los hospitales fueron reacondicionados con equipamiento que en muchos casos no funcionó y lo compraron por comprar, como las medicinas e insumos; que las escuelas del milenio, los centros de acogida infantil o las ¨ciudades del buen vivir¨ son muestrarios ofrecidos para pequeños segmentos focalizados, no sustentables, sin generalizar resultados pero eso sí, todos construidos con precios exorbitantes, mientras otros establecimientos funcionaban con cubiertas llenas de goteras, inundados, sin pizarras inteligentes y con pupitres oxidados. Hubo acaso una planificación real, con población estimada, estructura académica, preparación docente, equipamiento uniforme, programación o prioridades? En el supuesto plan cuando cambiaría a la versión del milenio la infraestructura de las escuelas precarias? Funciona el criterio de equidad?
O cree acaso que su discurso de buen gobierno, puede opacar el tremendo sobreprecio de las Hidroeléctricas, de las vías, de los puentes y toda la obra pública realizada, que se constituye en un abuso de sus administradores, porque a un país pobre lleno de necesidades y carente hasta de lo último no se lo puede saquear para que unos pocos se enriquezcan gracias a la corrupción peor aún, cuando un millón de ecuatorianos se debate en la pobreza. Por qué no dedicó una buena parte de la inconmensurable fortuna que se gastó en redimirlos? Hubo alguna vez un proyecto para eso?. Le fallaron los ceros?
En el ejercicio del poder, Usted demostró una insoportable pose de nuevo rico, en su súbito ascenso de la precariedad a la omnipotencia, pero con dinero ajeno y falta de delicadeza, cuando compra una flota de aviones para su uso personal e impresiona a Castro, regalando 500 viviendas a Cuba, restaura una residencia universitaria, construye carreteras en Haití, dejando hasta el equipo caminero, envía víveres y papel higiénico a Venezuela, todo por ser países políticamente afines a su gobierno, demostrando su generosidad y magnanimidad con nuestro dinero, sin meditar eso sí que en nuestros guasmos y zonas marginales hay gente que se gastó sus únicos quinientos dólares para alzar su casucha de caña dejando de comer, a las que Usted no tuvo escrúpulo en hacerlas demoler, dejándoles en la intemperie. Una acción infame que jamás vamos a olvidar.
Hasta cuándo señor Presidente abusará de nuestra paciencia, como Catilina, cuánto tiempo más va a durar su burla y su insensatez? A qué extremos va a llegar su audacia sin freno? Es que va a continuar endeudándose para cubrir los salarios dignos y las plazas de burócratas que creó, engañando a la población con el cuento que lo hizo bien?
Ni la protesta, ni la crítica, ni las evidencias de inestabilidad económica han conseguido perturbarle. No siente Usted que el fracaso de sus planes está a la vista de todos? Qué falta por esperar, si de la Banana repúblic nos llevó directo a la No república; si de la abundancia petrolera jamás vista, nos llevó a la potencial implosión económica y desdolarización, y solo le hace falta echar mano de los ahorros en la Banca, es decir del dinero de todos nosotros, o pasará a pagarnos con emisiones inorgánicas.
Ha llegado la hora de parar esa locura, y debe dejarnos ordenar el país para saber a qué atenernos. Ya puso suficiente esquizofrenia en su manejo. Todas sus intenciones están para nosotros tan claras como la luz del día. Ya no puede engañar más pero si puede profundizar la crisis, aunque según sus discursos, gocemos de la mejor economía de América, porque es muy probable haya querido llevarnos maquiavélicamente a una situación sin retorno, como en Venezuela o Grecia, obligados por la crisis y cegados por su fanatismo. Lo hizo a propósito?
Si su engaño fue suficiente para entronizarse en el poder y sus súbditos incondicionales lo apoyaron por la conveniencia, y el temor de perder sus privilegios políticos, en qué país estamos o qué clase de gobierno es este que nos lleva al desastre mientras busca la reelección indefinida y se niega a responder tan graves cuestionamientos sobre su gestión. O es que pretende continuar, para extinguir hasta la última posibilidad de recuperación de nuestra economía e institucionalidad?
Ya no nos es posible convivir en medio de tanto desatino, resulta insoportable, intolerable, inaceptable para quienes salimos a las calles a protestar, como si no tuviéramos mejores cosas que hacer. Si hemos aceptado incrédulos los rumores de lo que estaba aconteciendo y sus complejidades, ahora nos toca luchar por los intereses superiores del Estado, la vida y seguridad de todos los ecuatorianos exigiendo su dimisión. No por nuestro deseo, sino por su irresponsabilidad.
Lo que Usted habrá estado sintiendo en esta última época es el rechazo ciudadano, la frase que debe martillar en sus oídos, el desprecio a sus colaboradores, que lo reciban a pedrada limpia. No son esos indicativos suficientes? Puede Usted ahora, presentarse en un foro cualquiera sin antes haber escogido su auditorio? Tiene que seguir enviando su limosina vacía como señuelo, para ver qué pasa y luego desentenderse de nuestro rechazo? Tenía temor de asistir a la misa Papal?
No quiere darse cuenta de la gravedad de la situación, presta oídos sordos a sus críticos, finge inocencia, se aferra a su mandato. Pero si es que siente el desprecio de sus conciudadanos, no piensa que es momento de renunciar? Si estoy tan gravemente cuestionado y mis conciudadanos me detestan, preferiría quedar fuera de su vista, antes de ser blanco de la mirada hostil de todo el mundo y Usted, a pesar de tener clara conciencia de sus actos de gobierno, no cree que es justo y merecido el desprecio que todos le tienen y aún duda en aceptar que fracasó? Porque fracasó en todo, hasta en la imposición de sus consignas ideológicas. Finalmente, las cuentas las va a tener que rendir lo quiera o no.
Hasta es posible que tenga votos para un cuarto mandato, seguramente sus borregos aprobarán tal inconstitucionalidad; es posible que las encuestas le favorezcan, tal vez su poder en el resto de las instituciones le permitan asegurar un fraude electrónico, pero las dudas sobre la pulcritud de su gobierno, la falta de control y auditoría al gasto enorme revelan una deshonestidad que ya no puede esconder ni el país soslayar. Un gobernante no puede aceptar de buen grado, la duda de un solo compatriota, no se diga de la pléyade de gente que manifiesta en su contra. Además, si tanto dinero tuvo para administrar el país, qué pensaría hacer con el país en quiebra y por su culpa.
Entonces, será la necedad y el convencimiento que expresa en sus discursos, la ruta de sus actuaciones? Con qué cara va a presentarse ante el país los próximos dos años luego que todo se le ha dicho. Porque todos nos hemos encargado de decirle fuerte y claro lo que pensamos de Usted y de su gobierno y sus partidarios de buscar desesperadamente las excusas. Basta ya Catilina!

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