viernes, 21 de agosto de 2015

POR:Publicado en la Revista El Observador, Agosto del 2005



        La Bolsa de Trabajo es un sistema de búsqueda de oportunidades laborales para desempleados a los que la Pastoral pretende ayudar previa inscripción. En abril del 2003, su administradora, Aida Ortega, persona de íntima confianza de Fernando Vega, fue aparentemente engañada por un ciudadano español, Leonardo López, quien ofreció a la Pastoral Social 500 puestos de trabajo en empresas españolas y con esta oferta hizo que, a través de Ortega, 40 personas le entregaran más de 40 mil dólares para preparar sus viajes a España y formalizar los puestos ofrecidos. Cuando tuvo el dinero en sus manos huyó del país burlándose de Ortega y  Vega, quienes para deslindar sus responsabilidades explican que la oferta fue un engaño y la Bolsa de Trabajo tuvo que cerrar sus puertas.

        Los perjudicados denuncian que tanto Fernando Vega cuanto Aida Ortega nunca arreglaron el perjuicio que sufrieron a pesar de ser los responsables directos del escándalo. Ortega les organizó para recibir el dinero pero no trabajaba desde la Pastoral Social sino desde su casa y para los trámites, prestó su propia línea telefónica y exigía a los perjudicados cancelar sus planillas de consumo, amén de imponerles multas arbitrarias cuando ella así lo decidía por cualquier razón injustificada.

ABUSOS
        A raíz de esto, Rómulo Parra, Director Ejecutivo de la Pastoral Social, por conflictos de intereses con Fernando Vega, fue despedido, al parecer, por haberse presentado varias irregularidades en su administración. No obstante, Parra demandó a la Pastoral Social y ganó un juicio laboral por despido intempestivo.
        Desesperado, Vega buscó un hombre de confianza y desde marzo del año 2004 ingresó a la Pastoral, en calidad de Director Ejecutivo, uno de sus más fieles colaboradores dentro de la Iglesia, el diácono José Astudillo, a quien acusan, personas de la propia institución, de haber iniciado una purga de empleados de la Pastoral Social para ubicar en ella a personajes relacionados con fundaciones como SENDAS, lugar en el que su esposa, la diaconesa Ana Cecilia Salazar, tiene vinculaciones laborales y políticas pues es militante de Pachakutik y fue alterna de Doris Solís en el Concejo Cantonal durante los dos últimos años de la anterior administración municipal. 
        SENDAS está involucrada en un grave escándalo de corrupción con el proyecto de riego de Cuchil que resultó un fiasco en el Sígsig con dinero venido desde el Canadá. Las denuncias apuntan al hecho de que la actual directora administrativa de la Pastoral Social, Yolanda Padilla, estaría vinculada con esta fundación y se teme que la Pastoral Social sea tomada por cuestionadas fundaciones que, a través de Astudillo, intentan manejar proyectos sociales de la Iglesia que reciben dinero del exterior.
PROYECTOS
        Uno de los principales financistas de la Pastoral Social es Caritas Internationalis y desde la Arquidiócesis de Viena llegan anualmente miles de dólares que, según denuncias de gentes del interior de la misma Pastoral Social, no son bien manejados. El Proyecto de reinserción social y laboral de las trabajadoras sexuales fracasó el año pasado a pesar de que el mismo tenía presupuesto para tres años.  El Proyecto de Salud, según denuncias fidedignas, fracasó por mala administración y después de despedir a sus responsables, el diácono lo rehabilitó para entregarlo a otra fundación, La Pájara Pinta, que maneja la red SIDA. Un proyecto de construcción de casas prefabricadas ha quebrado por mala administración. Para salvar sus pellejos, Astudillo y Vega decidieron vender los materiales del proyecto a particulares y de esta forma recuperar la inversión pero el diácono Astudillo, durante varios meses, no deposita el dinero de la venta en las cuentas de la Arquidiócesis, a pesar de frecuentes insistencias de que lo haga, por parte del Canciller de la Curia, Marcelo Cevallos.
        Existen denuncias de que Caritas Internationalis envía desde Austria anualmente, dos inspectores que vienen a observar los proyectos de la Pastoral Social y como de ellos depende que el dinero extranjero siga llegando, cuando están en Cuenca, en cada mes de marzo, Astudillo y Vega organizan  recibimientos con  recorridos turísticos para contar con su favor. Entonces se les muestra superficialmente la gran labor social de la Pastoral y de esta manera, se garantizan el peltrecho futuro. Según denuncian empleados del interior de la misma Vicaría, hay un exagerado gasto de dinero en este tipo de recibimientos.
PURGA de empleados
        La purga de los empleados de la Pastoral Social fue consumada por Astudillo con el argumento de no disponer de fondos para cancelar sus sueldos. Así, han dejado sus puestos de trabajo los siguientes trabajadores: Yolanda Hoyos, Silvia Pérez, Mónica Ulloa, Leonardo Loaiza, Narcisa Zavala, Alexandra Pacurucu, Ximena Chérrez, Silvia Gutiérrez, Iván Sacaquirín, Leonardo Macancela, María Vinueza, Yolanda Gómez, Josefina Culquer. Todos ellos ven con mucha desconfianza la labor administrativa del diácono Astudillo y el presbítero Vega y les acusan de utilizar partidas presupuestarias de otros rubros para llenar los huecos presupuestarios de los malos manejos económicos de la institución.
        También denuncian que el diácono los ha reemplazado con otros personajes vinculados con fundaciones que ven a este Departamento de la Arquidiócesis de Cuenca como una posibilidad para vivir del dinero extranjero a nombre de la miseria, ejecutando proyectos que, en vez de solucionar los graves problemas sociales del pueblo, enriquecen a personajes de dudosa reputación moral. Lo dicho se confirma cuando hace poco, por ejemplo, la Fundación Prodesarrollo, de Monserrath Butiñá, perjudicó a cientos de ciudadanos a quienes ofreció vivienda sin haber cumplido con sus ofertas.
        Mientras se despiden empleados para reemplazarlos a la vuelta de la esquina, el diácono Astudillo y el presbítero Fernando Vega dicen que la Vicaría de la Pastoral Social no tiene recursos económicos.  Sin embargo, en forma contradictoria, perciben grandes salarios según denuncian al interior de la Pastoral, Fernando Vega viaja permanentemente al exterior a nombre de la pobreza y en honor de los migrantes para los que supuestamente existen planes de ayuda social. Por su parte, como una burla y ofensa a la pobreza, el diácono Astudillo ha adquirido un vehículo 4x4 de exagerado lujo y valor, sólo para su uso personal, denuncian algunos empleados de la Vicaría. ¿Qué hace la Iglesia para disciplinar el comportamiento y la conducta de un diácono y un presbítero que han olvidado sus responsabilidades eclesiales?.
¿CENTRO político o eclesiástico?
        Por otro lado, el diácono Astudillo ha convertido a la Pastoral Social en centro de reuniones políticas y sociales pues las instalaciones de la institución son utilizadas permanentemente con estos fines. Hay denuncias fidedignas de que en este lugar se han llevado a cabo varios encuentros de personajes que pretenden usufructuar de la caída del último gobierno a nombre de la refundación del país y muchos de ellos, están ya en importantes puestos políticos de la provincia.
        Asimismo, la institución es el centro de una campaña de recolección de firmas contra el ALCA, por obra y gracia de su diácono director. Por cosas de esta naturaleza, José Astudillo pretendió ser nombrado como Presidente de la Red Cívica Anticorrupción de Cuenca en contubernio con Balbina Alvarado de Mora, Fernando Vega y varias fundaciones y ONGs severamente cuestionadas en la ciudad. Por ventaja, fracasó en su intento a causa de que la Comisión de Control Cívico de la Corrupción, CCCC, se dio cuenta del  intento y retiró el aval de la constitución de la red a dicho grupo.
ALERTA al futuro
    No es posible que algunas fundaciones utilicen la pobreza de nuestro pueblo para pedir dinero extranjero que, al llegar, jamás es utilizado en las obras de beneficencia con las que ciertos personajes de dudosa reputación moral se rasgan las vestiduras para pescar a río revuelto. Hay que rescatar a la Pastoral Social. Está muy bien que se trate de vivir un evangelio social pero siempre será inmoral aprovecharse de la miseria para hacer de las suyas en nombre de ella. Eso no es cristiano.

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