viernes, 21 de agosto de 2015

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Por su vocación, la Universidad de Maestros y Escolares se consagra a la investigación, a la enseñanza y a la formación de los estudiantes, libremente reunidos con sus maestros y animados todos por el mismo amor del saber pues, en efecto, es natural al hombre aspirar al conocimiento de la verdad.

Como institución suprema la Universidad goza de aquella autonomía institucional que es necesaria para cumplir sus funciones eficazmente y garantiza a sus miembros la libertad académica, salvaguardando los derechos de la persona y de la comunidad dentro de las exigencias de la verdad y del bien común.
En esta perspectiva, la Universidad de Cuenca, fundada en 1867, ha llegado a constituirse en un importante centro educativo del austro ecuatoriano y tiene a su haber una proficua historia en la que se destacan grandes figuras que hicieron de ella una institución respetable por excelencia en la morlaquía. Por el rectorado del alma mater cuencana han pasado personajes de altísima talla intelectual como Juan Bautista Vázquez, Benigno Malo, Honorato Vázquez, José Peralta, Luis Cordero o Gabriel Cevallos García, entre los más importantes. Otros rectores, en cambio, se convirtieron en legendarios dirigentes que guiaron el centro de estudios superiores con una notoria influencia como es el caso de Carlos Cueva, quien levantó el actual campus universitario y a causa de sus múltiples rectorados se volvió una figura paradigmática.
¿RENOVACION o cambio?
Hoy, la Universidad de Cuenca se encuentra en una nueva época de su historia. Debe renovar a sus autoridades y se han presentado dos candidaturas para el Rectorado: Jaime Astudillo Romero, quien busca la reelección para un segundo período y Gustavo Vega Delgado, quien intenta regresar a dirigirla después de un quinquenio de ausencia en el que mucha agua ha corrido bajo el puente para que la comunidad universitaria sienta que ninguna de las alternativas le resulta conveniente. Por ello, amplios sectores universitarios claman por la necesidad del surgimiento de una tercera opción.
Las razones del desasosiego débense primordialmente a ciertas actuaciones cuestionadas de Astudillo y Vega que -sea dicha la verdad- dejan mucho que desear a la hora de justipreciar sus ejecutorias, obnubilando el panorama si se ha de considerar que es menester, de veras, priorizar lo ético sobre lo técnico y el actuar traslúcido frente a las manipulaciones que esconden un desmesurado apetito de poder.
¿PELIGROSO continuismo?
Las denuncias existentes en contra de Astudillo, por ejemplo, señalan que, durante su rectorado, la prepotencia, la arbitrariedad, la imposición, el abuso de poder; en suma, la autocracia y el hecho de que su palabra es la suprema ley, han constituido los rasgos particulares en el ejercicio del rectorado. Trabajadores y empleados de la Universidad de Cuenca se quejan de que, a causa de este actuar dañoso, existe bastante impopularidad en la imagen del actual rector, quien ha sabido, en cambio, granjearse la simpatía de profesores y decanos o jefes departamentales a quienes ha favorecido en grado superlativo con exageradas alzas de sueldos y permanentes canonjías que sólo tienen como motivo, contar con su favor y apoyo para gobernar a la Universidad de Cuenca como un feudo sin Dios ni Ley.
Se dice por ejemplo, que por obra y gracia de Astudillo y con anuencia y complicidad de estos privilegiados colaboradores en el Consejo Universitario, el rector y vicerrector perciben un salario de 7 mil dólares mensuales, un decano gana 3mil dólares por mes y los profesores de la Universidad de Cuenca son los que mejor remunerados están en toda la provincia. En contraposición, el trabajador que más bajo salario percibe, no recibe sino un estipendio de 300 dólares y es discriminado y maltratado permanentemente.
GRAVES acusaciones
La prensa ha cuestionado al actual rector sobre este peculiar asunto y él se defiende manifestando que no teme a nadie ni siquiera a Dios y por tanto a nadie debe rendir cuentas. Guiado de esta consigna gobierna la Universidad con suma prepotencia. Sebastián Cevallos, presidente de la FEUE denuncia que en varias ocasiones, algunos vehículos de la Universidad han sido destruidos por el propio Jaime Astudillo, al parecer, en estado etílico. Lo grave del caso es que el Rector y su círculo íntimo han ocultado este tipo de abusos todo el tiempo pues con tal de llevar los autos a la mecánica, en secreto, de nochecita, sin que nadie les vea, como Nicodemo en el Evangelio, piensan que nadie se da cuenta de tamañas irregularidades o abusos de poder.
Otras denuncias señalan que durante los últimos cinco años ha habido una excesiva preocupación por la obra física en la Universidad de Cuenca en desmedro del aspecto académico con grandilocuentes construcciones y adornos en el campus universitario. No obstante, para construir una serie de fuentes, piletas y adornos de los jardines fueron derribados irresponsablemente varios árboles frondosos y peculiares de la Universidad de Cuenca como álamos, pinos, arupos, fresnos y sauces. Esto constituye un irremediable atentado a la naturaleza, irreparable en grado sumo por más que se trate de justificar el insólito maquillaje que Astudillo ha decidido ejecutar en el centro de estudios.
¿UN EX-EMBAJADOR controvertido?
En la otra cara de la medalla, Gustavo Vega Delgado no cuenta con mejores simpatías en el espectro universitario. Entre profesores, empleados y trabajadores existe desconfianza a su persona después de un cuestionado ejercicio público en la Embajada del Ecuador en México, sitio en el que estuvo entre el año 2000 y 2003. La Unidad de Auditoría Interna de la Cancillería encontró muchas anomalías en el manejo económico de dicha Embajada por parte de Vega. El 15 de abril del año 2004 Auditoría exigió a Vega, devolver USD 8.245,78 utilizados indebidamente en su gestión y USD 6.426,69 por rubros con los cuales no había pagado a tiempo gastos elementales de agua, luz, teléfono y seguridad social en dicha Embajada a pesar de que el gobierno ecuatoriano envió el dinero a tiempo. Además, la Cancillería concluye en su Informe que, por las actuaciones de Vega nuestro país vio desmejorada su imagen ante las autoridades de México.
¿MANIPULACIONESa la orden del día?
Por otro lado, ciertos sectores universitarios acusan a Vega de hábil manipulador de las conciencias pues cuando se trata de satisfacer sus personales intereses no escatima esfuerzo para burlarse de la inteligencia de la gente maniatando las decisiones para que aparezcan de democráticas y consensuadas. Su apetito de poder no tiene límites y la vanidad le ha hecho autoconsiderarse como indispensable personaje para el futuro del alma mater cuencana. Si bien, su gran experiencia profesional es una buena carta de presentación, sus cuestionadas actuaciones de la vida pública no lo catapultan como un personaje ético a carta cabal.
También él proclama su ateísmo como característica indeleble de su personalidad pero prefiere decir que es panteísta y aunque nada dice para oponerse a los sueldos privilegiados de las autoridades universitarias, propone un escalafón más equitativo para el distributivo de sueldos y defiende la grave responsabilidad del ejercicio del rectorado para justificar los grandes salarios.
¿UN NUEVOlíder?
Ante la disyuntiva, amplios sectores universitarios creen que ha llegado la hora de pensar en una tercera opción. Hace falta pues el surgimiento de un nuevo líder que sea paradigma de la ética y que esté exornado de una mentalidad que promueva la libertad, la equidad, el sosiego, la moderación y la sabiduría.
Es conveniente que el nuevo rector demuestre un servicio desinteresado para proclamar el sentido de la verdad, valor fundamental sin el cual desaparecen la libertad, la justicia y la dignidad del hombre. De hecho, los descubrimientos científicos y tecnológicos, si por una parte conllevan un enorme crecimiento económico e industrial, por otra imponen ineludiblemente la necesaria correspondiente búsqueda del significado, con el fin de garantizar que los nuevos descubrimientos sean usados para el auténtico bien de cada persona y del conjunto de la sociedad humana.
Sólo un candidato con estas cualidades podría enrumbar a la Universidad de Cuenca hacia mejores días buscando eso que se llama desde siempre el gozo de buscar la verdad, de descubrirla y de comunicarla en todos los campos del conocimiento. Su tarea privilegiada será la de unificar existencialmente en el trabajo intelectual dos órdenes de realidades que muy a menudo se tiende a oponer como si fuesen antitéticas: la búsqueda de la verdad y su transmisión desinteresada a los jóvenes y a todos aquellos que aprenden a razonar con rigor, para obrar con rectitud y servir mejor a la sociedad.

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