JORGE RIBADENEIRA
¿Vale la pena rememorar a un personaje que fue la gran figura ecuatoriana -y súper polémico- en tiempos tan lejanos como los comprendidos entre 1858 y 1875? Valga o no, la historia del santo o demonio Gabriel García Moreno ha vuelto a sonar por dos motivos. El jueves 6 de agosto se cumplieron 140 años de su tremebundo asesinato y un intelectual ecuatoriano -Hernán Rodríguez Castelo- está terminando un libro de mil páginas que recoge tanto la leyenda negra como la leyenda dorada del gran tirano que para don Benjamín Carrión fue nada menos que el “santo del patíbulo”. Rodríguez Castelo cuenta -según hemos leído- que no había pensado escribir este libro, pero preparaba el quinto tomo de su obra sobre la literatura ecuatoriana y llegó el momento de recolectar y analizar los escritos que dejó García Moreno. Se entusiasmó y siguió buscando información sobre el personaje que fue durante 17 años el mandamás del Ecuador. No solo se dedicó a la obra literaria y periodística sino que acumuló documentos y fue tomando forma el nuevo libro garciano. Los que lo han revisado dicen que es un aporte histórico. La leyenda dorada de García Moreno se refiere, obviamente, a sus momentos positivos. Por ejemplo, cuando a la altura de 1859 el joven país Ecuador tenía cuatro gobiernos: en Quito un triunvirato provisional, en Guayaquil la jefatura suprema del general Guillermo Franco, quien traicionó al Ecuador al firmar con el presidente del Perú el Tratado de Mapasingue. En Loja un gobierno federalista y en Cuenca un gobierno franquista. García Moreno atacó con todo y el perverso Franco terminó huyendo al Perú. Un gran triunfo. Pocos años después, en 1864, en circunstancias extraordinarias, se registró un combate marítimo en Jambelí, entre naves dirigidas por el general liberal José María Urbina y otras por García Moreno, quien fue el triunfador. Lástima que el desenlace consta en la leyenda negra porque 27 urbinistas fueron pasados por las armas. Además, se incluyen varios fusilamientos, castigos crueles, dos amargas derrotas internacionales ante Colombia, una actitud religiosa cercana al fanatismo, la “carta negra”, una Constitución exageradamente presidencialista, exigiendo la práctica del catolicismo para ser ciudadano, los azotes al general Ayarza. En fin, hay muchos temas para la leyenda negra, aunque los garcíamorenistas anotan que en los tiempos de Vicente Rocafuerte y Eloy Alfaro también hubo fusilados. No faltan los puntos a favor de García Moreno. Una entrega total al progreso del Ecuador, una mente organizada y buen manejo de la economía, esfuerzos por la modernización del país, un gran avance en la vialidad -carreteras, ferrocarril- y en la educación. Todo en un marco ultra derechista y dictatorial. Aciertos, fallas, blanco de odios y un gran error final: se fabricó a los 54 años un tercer período presidencial. El grupo magnicida le esperó a la 1 y 30 de la tarde del viernes 6 de agosto de 1875 y él llegó a Carondelet caminando, con un solo edecán para protegerle. Hace 140 años.
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