Estimado Jaime Cedillo

Azogues, 04 de septiembre de 2016

DIRECTOR DE RADIO-REVISTA EL OBSERVADOR

En el siglo XVII, Galileo Galilei pronunció ante los tribunales obedientes de la santa Inquisición su famoso Eppur si muove (y sin embargo, se mueve, traducida al español), con ella renegaba retractarse de su visión heliocéntrica que le mereció la condena de
una justicia parcializada y sumisa al pensamiento oficial oscurantista.

Siglos después pareciera que la justicia aún pende de poderes. Lo sucedido con usted Jaime es inaudito, pues personalidades vinculadAs al régimen correísta tejieron una red de persecuciones que amenazan la libertad de expresión y censuran la opinión distinta.

Lo hacen para demostrar supuesta firmeza e invencibilidad, pero para los ojos de la juventud, los trabajadores y los pueblos del Ecuador, no dista de la prepotencia y autoritarismo con las que el régimen actúa para legitimar criticables posturas fascistas que desnudan las últimas horas del correísmo.

Estimado Jaime, la solidaridad que me merece su causa es incondicional, no sólo por su trajinar en el periodismo honesto; sino por su valía humana.

Permítame invitarle a replicar a Galileo, el oscurantismo actual también terminará:

Eppur si mouve Jaime.

Con sentimientos de profunda amistad, me suscribo de usted

Francisco Escandón Guevara