El observador

 SE VIENE EL “NARCOJUICIO” A LA FISCAL DEL ESTADO

POR JAIME CEDILLO F.

“Las redes de delincuencia organizada constituyen negocios multimillonarios que operan en muchos ámbitos delictivos”.

Los correístas se lamen y relamen por el narcojuicio a la Fiscal General del Estado, Diana Salazar. En estos días de receso están afilando las uñas y poniendo en remojo las lenguas viperinas para lanzarle sapos y culebras cuando acuda a la desprestigiada Asamblea Nacional, para ver si logran consumar su venganza por haber procesado y encarcelado a los más avezados de los “revolucionarios”, que saquearon el país más de una década, para lo cual se organizaron planificadamente para hacer del robo descarado una práctica diaria.

La Fiscal Salazar con frontalidad les ha dicho en sus descaradas caras que está lista para acudir al narcojuicio, donde, seguramente querrán enfrentarla con los prófugos como interpelantes, como los “padres” de la ética y la moral. A esos cobardes que Diana les puso en capilla, huyeron despavoridos a esconderse en los países cómplices de las corruptelas, apenas iniciaron las investigaciones, empezaron los operativos, atando cabos, develando la delincuencia organizada, y todas las tramas que montaron para llevarse de las arcas fiscales todo lo que pudieron empuñar.

Seguramente no cerrarán los ojos en estos días de vacaciones para forjar pruebas en contra de la Fiscal, tal como lo hicieron en el frustrado intento anterior, cuando les falló la emboscada, y se quedaron con las cajas destempladas. Se rasgaban las vestiduras, vociferaron, chillaban las correístas, estaban como enloquecidas, porque la Fiscal no se dejó caer en la trampa. Simplemente no se prestó para el show miserable, y abandonó la sala, y la Pame que zapateaba, y la Veloz que iba y venía como poseída, y la Pierina que le chismeaba por celular al ñaño prófugo, que el tiro les salió por la culata, y el ñaño traidor a la Patria, que lanzaba el celular por los aires, es que no era para menos, se le escapaba, una vez más, la impunidad, el regreso triunfal, que ya tenían lista la narcofiesta, con el Boscán de invitado de honor, para el festeje en el “Recinto de la Democracia”.

Se frotan las manos sucias, están contando los días, hacen cálculos, cuentan los votos, saben que faltan, negocian, pactan, ofrecen el oro y el moro, intentan comprar conciencias. Están contentos porque el Kronfle cuando llegue la Fiscal, él ya no estará en la presidencia de la Asamblea, será la Veloz la encargada de quemar los últimos cartuchos, la que fije día y hora para la comparecencia de la mujer que les quita el sueño, a la que le tienen en la mira, es que la venganza es dulce, destilan odio, babean la revancha. Saben que esta es la última oportunidad de sus vidas, pero estamos seguros que volverán a morder el polvo de la derrota, eso les doy por firmado.

Tiempo al tiempo estimados observadores, porque no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. La Fiscal General del Estado, Diana Salazar Méndez, con todos los defectos que pueda tener, como ser humano, con los errores que seguramente pudo haber cometido, con los sinsabores que le ha tocado en este duro y difícil camino, nos ha enseñado que tiene agallas, que sus ovarios están bien puestos, para continuar con la titánica y desigual batalla para encarcelar a todos los delincuentes de cuello blanco que se tomaron el poder político para amasar fortunas incuantificables, desde la presidencia, desde los ministerios, se alzaron con la justicia, con el Consejo de la Judicatura, con el Consejo de Participación Ciudadana, con el Consejo Nacional Electoral, porque como dijo el prófugo de la justicia, Rafael Vicente Correa Delgado: “Yo soy el jefe de todos los poderes, y puedo hacer lo que me venga en gana, y porque no me da la regalada gana no enjuicio a mi ñaño que se alzó con millones en contratos con el Estado”, y meto las manos al fuego por mi primo Pedro, porque él todo puede ser, menos falsificador de títulos, y mejor le hago un homenaje de desagravio, volveré por más”.

Mientras llega el día del narcojuicio político; en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que de ciudadano no tiene nada, peor de social; pero tiene mucho de cloaca, los peones correístas, quieren por la fuerza, convalidar un reglamento a su medida, para que sus narco-postulantes puedan ser calificados y uno de ellos proclamado como el nuevo Fiscal General del Estado, seguramente con una calificación de 10 sobre 10, y dirán que es lo mejor que ha parido el país, tal como dijeron de su engreído Carlos Pólit, que está a punto de recibir una larga condena en los Estados Unidos de Norteamérica, por haber hecho de las glosas un contrato entre privados. Amén.

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