El observador

 AJUSTE DE CUENTAS ENTRE EL DANI Y LA VERO

POR JAIME CEDILLO F.

“Luchamos contra tres gigantes, mi querido Sancho: la injusticia, el miedo y la ignorancia”.

Los vecinos distantes se andan ajustando las cuentas que no cuadran desde tiempos de la campaña electoral. Algo que empezó como un tórrido romance “politiquero”, algo así como una telenovela de amores y desamores, de mala calidad, donde el niño rico se enamora perdidamente de la pobretona, pero el romance sufre una desilusión cuando el galán se entera que la plebeya, ha estado traicionando su confianza a sus espaldas, y zas, fin de la telenovela rosa.

Daniel, ya en la Presidencia, cobró venganza y desterró a la Vero a las catacumbas de la guerra en Israel, lejos, lo más lejos de su vista. No quería saber nada de la “cenicienta”. Y, ella que hacía maletas y partía con el corazón partío, sería echada al olvido, con una suculenta remuneración de 17.800 dólares mensuales, para pasarse la buena vida como “momia coctelera”. Es que la agenda de la Vero en Israel, está llena de balas, digo de compromisos de alto nivel, que los cocteles, que los té con las damas de las embajadas, que el brindis por la paz mundial, que la Vero no se alcanza, y que quisiera volver, pero el Dani no la deja.

A pesar de cumplir a rajatabla el libreto, con sacrificios y desvelos, al pie del cañón, poniendo el pecho a los misiles, haciendo de la Hermanita de la Caridad; cuando se viene un nuevo Decreto Ejecutivo del Dani, y la Vero tiene que armar maletas y cumplir con la orden del Excelentísimo Señor Presidente Constitucional de la República del Ecuador, que dice: A partir mañana deberá servirle al país desde Turquía (Turkiye). Y, la Vero que se pone en aprietos, porque ni español habla bien, peor el turco.

Y, la Vero, ni tonta ni perezosa, mueve su Dama y le pone en jaque al Dani, y le denuncia ante el Tribunal Contencioso Electoral, por acoso, por violencia de género, por no dejarla soñar en paz en medio de la guerra. Y, la Vero monta en cólera y busca la destitución del Rey, y el Rey que mueve sus fichas para no dejarse dar jaque mate. Y, el Rey que arma un nuevo Tribunal Contencioso con su gente, para impedir que le destituyan del reinado, que le inhabiliten, que le quiten sus derechos políticos hasta por cuatro años; porque si eso llegara a suceder, perdería pan y pedazo, es decir, la corona y la capa.

Y, que saltan al ruedo los ministros, las ministeresas, los milicos y los chapitas, para defender la democracia, el orden establecido, la Constitución, y que de ser necesario sacarán los tanques, los mismos tanques que se pasearon por Durán para que el Danielito pueda tomarse las fotos y hacer los tik toks, para impedir que la Vero consuma su intento desesperado por tomarse el Poder, con el auspicio de las mafias politiqueras que están dispuestas a todo con tal de volver a sus andanzas, hasta la victoria siempre.

Y, entra en escena la “asesora” del Dani, la Diana, y contraataca, pasa a la ofensiva, denuncia a la Vero, por tratar de usar la ley como una arma política en contra del gobierno”. Y, cierran filas todos, se juntan y rejuntan, es que la corona y la capa está en juego, las delicias del poder penden de un hilo. Es que no queremos ni pensar que nuestro amando país pierda la democracia, la justicia, el reparto de poderes, sin Consejo de la Judicatura, sin Consejo de Participación Ciudadana, sin “Padres” y “Madres” de la Patria, sin Tik Toks del Dani, sin farándula de la Lavinia, sin el Habeas Corpus para el “Diablo” Terán, sin las justicieras Enma Teresita Tapia Rivera y Katerine Betty Muñoz Subía. Todo mismo sería un relajo.

Lindo mismo es mi Ecuador politiquero, donde se clavan puñaladas por la espalda, donde se cambian de camisetas al son de las ambiciones personales, donde se pasan las facturas para que te estés quieto, donde acuerdan y desacuerdan de la noche a la mañana, donde se dicen vela verde en las curules, y, en la noche están celebrando los pactos y repartos de la regalada gana, donde las conspiraciones son cosa de todos los días, donde las razones del bolsillo, prevalecen siempre sobre las del corazón. Amén.

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