NO HAY CAMA PARA TANTA GENTE
POR JAIME CEDILLO F.
“AQUÍ HAY MUCHAS BOCAS QUE HABLAN Y MUY POCAS CABEZAS QUE PIENSAN”.
17 binomios se han inscrito en el Consejo Nacional Electoral para participar en las próximas elecciones presidenciales de febrero del 2025. El día de los comicios, concretamente el domingo 9 de febrero, cuando usted señor elector acuda a las urnas, le entregarán en la mesa, una “sábana” de unas tres plazas, en esa “sábana” multicolor, con fotitos a colores de los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la República, con sus nombres, y número de la agrupación política a la que representan; la mayoría “chimbadores”, que se prestan para el juego macabro de las mafias politiqueras, que sueñan hasta el delirio con seguir amasando fortunas, gracias al lucrativo negocio que ellos llaman democracia, servicio al país, bienestar y prosperidad para pueblo, pero a la hora de la hora, el cuento se convierte en la misma pesadilla de siempre.
La fórmula de los caciques de la componenda y del reparto es: divide y vencerás. Sólo así se entiende que hayan 17 binomios, de los cuales, varias son piezas correístas que en el pasado, es decir, en la década saqueada, fueron figuras protegidas del correato, muchos encarcelados, otros están siendo procesados, y varios lograron escapar de la justicia terrenal, pero no de la divina.
El jefe de banda y prófugo de la justicia, se las juega, porque sino es por el lado de la revolución ciudadana, con sus peones Luisa González y el arrepentido Diego Borja, tiene otros ases bajo la manga, tal como hizo en Venezuela el dictador Maduro, colocar en la papeleta y en diferentes listas a sus testaferros, aquí también Correa, hace la misma jugada con José Serrano, Carlos Rabascal, Leonidas Iza, Pedro Granja, y otros camuflados más, porque si no es Chana será con Juana.
Así nos engañan hábilmente, es de esperar que esta vez el pueblo no se deje estafar y vote analizando bien, sin dejarse manipular, lavar el cerebro, por los que han hecho de la política una forma de vida, que les deja ganancias millonarias, mientras la gran mayoría vive haciendo sacrificios, apretando más la correa, porque lo que se gana ya no alcanza ni para un almuerzo decente, peor pensar en un buen desayuno, y de cenar ni soñar.
Eso de las elecciones primarias es una tomadura del pelo, una estafa, una maniobra antidemocrática, que cuenta con el aval del Consejo Nacional Electoral. No hay primarias, no sean hipócritas, funciona la dedocracia de los amos y señores de los partidos y organizaciones políticas. Ellos son los que deciden quién es y quién no es candidato, los que mejor cotizan, es como una subasta, las candidaturas se compran y se venden al mejor postor.
Hay los camiseteros expertos que un día son de un color y para la siguiente elección ya están bien acomodados en otra tienda, y cuando se les pregunta por qué esos cambios repentinos de la izquierda a la derecha, dicen que son puras coincidencias, como el caso de la asambleísta azuaya Sofía Sánchez, que se inició en Pachakutik, luego se aprovechó de la figura de Fernando Villavivicencio, para continuar en la Asamblea, y hoy aspira seguir en el primer poder del Estado, por el partido de extrema derecha Social Cristiano. Por la ambición del poder pierden principios y valores, hasta la vergüenza.
Así, entramos en una abierta campaña electoral, en medio de la corrupción, del crimen y la violencia a nivel nacional, con la esperanza de que algún día vivamos orgullosos de tener un país auténticamente democrático, donde la corrupción, el crimen y la violencia sean cosas del pasado. Viviremos en paz cuando todos los delincuentes de cuello blanco, estén ocupando no cargos públicos, sino recluidos en cárceles de máxima seguridad, pagando por todo lo que nos han robado con el cuento de las “manos limpias, mentes lúcidas y corazones ardientes”. Amén.
El Observador
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