miércoles, 7 de agosto de 2024

 De los zapatos rotos al Olimpo.

Como si fuese el guion de una película, la vida deportiva de la imbabureña Glenda Morejón ha estado marcada por el esfuerzo inagotable en medio de muchas carencias. Y aún así, los notables triunfos aparecieron desde temprano.
El 15 de julio de 2017, la imagen de Glenda dio la vuelta al mundo al ganar la medalla de oro en el mundial de Atletismo sub 18, en Kenia. Pero la proeza de esta joven de 17 años adquirió tintes titánicos cuando se supo que entrenaba con unos zapatos deportivos con unos huecos enormes. Su familia no tenía los recursos económicos para comprarle unos nuevos y el apoyo de la Federación Deportiva para ella era de apenas 60 dólares, que no alcanzan para gran cosa. Por eso para hidratarse tomaba agua de la llave y como energizante, agua de panela.
Ninguna limitación la detuvo. La admiración se convirtió en asombro.
De eso pasaron siete años y las condiciones para Glenda cambiaron para bien, como mejoraron también sus tiempos en las competencias mundiales de marcha. Ganar una medalla olímpica era su objetivo.
Y este siete de agosto quedó marcado para Ecuador como otro día de triunfo deportivo con otra medalla de plata. Al final de la carrera, el mensaje de Glenda fue sencillo: Con trabajo, los sueños se hacen realidad.

 
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