viernes, 30 de agosto de 2024

 ¡QUÉ TIEMPOS AQUELLOS!

En la Redacción de Diario El Mercurio, preparando las informaciones para la edición del siguiente día. La tarea de Cronista cumplí, al pie de la letra, desde el 5 de marzo de 1985 hasta el 3 de diciembre de 1992.
Fueron ocho años de aprendizaje, de cubrir los acontecimientos de la vida cultural de la ciudad, pero también los hechos políticos, con reportajes y entrevistas a las autoridades. Día a día, sin pausa, porque el periódico no descansa, los cronistas tampoco. En la mañana se acudía a las fuentes y en la tarde y noche se redactaban las notas, se atendía a las visitas que llegaban al Diario, se conversaba con los compañeros, se hablaba con los directivos sobre los sucesos del día, las coberturas, los traslados a lugares alejados de la ciudad cuando los casos ameritaban.
El Mercurio fue mi primera Escuela, en la apasionante actividad periodística, primero en el viejo inmueble patrimonial de la calle Padre Aguirre, luego, en el moderno edificio de la Circunvalación. Llegó el momento, dije gracias, y decidí continuar el camino en busca de nuevos retos. Y, aquí sigo, como si fuera el primer día.
El Observador
Puede ser una imagen de 1 persona

No hay comentarios:

Publicar un comentario