martes, 18 de junio de 2024

 

«Un grupo de sicarios fue interceptado en la frontera con Colombia, venían a matarme» dijo Noboa al New Yorker

El destacado cronista de 67 años, Jon Lee Anderson, experto en temas de Latinoamérica y de guerra llegó a Ecuador y acompañó al presidente Daniel Noboa en sus operativos contra la mafia y el narcotráfico y sus experiencias las relató en una crónica titulada «La arriesgada guerra de Ecuador contra los narcos».

Según reveló el periodista, poco antes de su llegada, «una docena de sicarios fueron interceptados cruzando la frontera desde Colombia, aparentemente enviados por narcotraficantes para matarlo (a Daniel Noboa). Cuatro de los posibles asesinos habían muerto en un tiroteo con las fuerzas de seguridad ecuatorianas. El resto estaba detenido, pero presumiblemente había otros por ahí. Ahora que era presidente, dijo con una risa arrepentida, nunca volvería a estar fuera de peligro» relata el New Yorker.

Precisamente cuando el periodista arribó, la alcaldesa de San Vicente (Manabí)Brigitte García, fue asesinada a tiros la madrugada del 24 de marzo pasado, en pleno estado de excepción, mientras se movilizaba en un vehículo junto a su director de Comunicación, Jairo Loor, a la altura de Playa Napo.

Anderson precisa que la «situación de Noboa en seguridad es delicada». El periodista lo notó cuando lo saludó a Noboa y preguntó cómo estaba. «Sobreviviendo», dijo el Primer Mandatario. El presidente le confesó que una semana antes, una docena de sicarios fueron interceptados cruzando la frontera desde Colombia, aparentemente enviados por narcotraficantes para matarlo. Así, relata el New Yorker, cuatro de los posibles asesinos habían muerto en un tiroteo con las fuerzas de seguridad ecuatorianas. El resto estaba detenido, pero presumiblemente había otros por ahí.

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«Ahora que soy presidente», dijo con una risa arrepentida, «nunca volvería a estar fuera de peligro».

Además, reveló que su Gobierno recibió cooperación en inteligencia y seguridad de la CIA y el Mossad.

Noboa barajó la posibilidad de una cárcel en la Antártida

Mientras volaban de regreso a Quito, después de una visita a una prisión en Cuenca, en donde las autoridades habían descubierto un túnel secreto cavado por los privados de la libertad, Noboa empezó a filosofar y se preguntó si sería posible construir una cárcel en un territorio al que Ecuador tiene acceso legal en la Antártida.

Miró a Jon y le dijo: «Tenemos una porción, así que ¿por qué no?» esbozó, con una sonrisa maliciosa.

«Una prisión para sólo cien tipos». Un asistente presidencial le respondió: «Señor Presidente, no es una mala idea, pero creo que las naciones antárticas están sujetas a un tratado y su presencia allí se limita a la investigación científica y cosas similares», dijo. «Pero investigaré», respondió Noboa y planteó otra posibilidad.

«Si la Antártida resultaba demasiado complicada, ¿podría proteger a los fiscales y jueces que enfrentaban amenazas trasladándolos a embajadas ecuatorianas en el extranjero? ¿Podrían juzgar y sentenciar legalmente a los criminales desde allí?» pareciendo dudoso, el asistente prometió investigar eso también.

Noboa se expresa de otros mandatarios

Tanto en redes como en discursos oficiales se ha hablado de que «Noboa busca aplicar en Ecuador un modelo de seguridad al estilo del presidente de El Salvador, Nayib Bukele».

No obstante, el presidente ecuatoriano definió su par salvadoreño como «un arrogante que sólo busca controlar el poder para sí mismo y hacer rica a su familia», expresó. Había un puñado de familias que poseían todo en El Salvador, dijo, «y ahora están los Bukeles». Observé que Bukele se había referido a sí mismo como «el dictador más genial del mundo». Noboa sonrió y dijo: «Sí, en un país del tamaño de Guayas», una provincia mediana de Ecuador.

Distinguió su campaña de seguridad de la de Bukele, quien había impuesto medidas autoritarias anulando las instituciones de su país. «Lo que hice fue enteramente democrático», expresó Noboa. «Le pregunté al poder legislativo y al poder judicial cuando declaré mi guerra. Tuve el respaldo de los tres poderes para hacerlo».

Contrario a ello, Noboa sorprende al afirmar que se siente más alineado con Lula, presidente del Brasil, quien es considerado desde hace mucho tiempo un emblema de la izquierda. Pero, dijo que había conocido a Lula quince años antes, en una »cumbre de líderes empresariales de padre e hijo» organizada por el magnate mexicano de las comunicaciones, Carlos Slim. Lula lo impresionó con su astucia política y capacidad para impulsar una agenda.

Noboa dice que los carteles hablaban con Glas y José Serrano

Sobre la toma de fuerzas policiales para capturar a Jorge Glas en el interior de la embajada de México en Quito, el presidente Noboa explicó al medio estadounidense que: “La opción de ingresar a la Embajada siempre estuvo en mi cabeza durante los últimos meses”.

Esto habría sido como resultado de las investigaciones y declaraciones de testigos en el caso Metástasis que adelanta la Fiscalía entorno a tramas de corrupción que involucrarían al mismo exvicepresidente a quien Noboa señaló como “una figura muy oscura”.

Sobre el poder que tuvo Glas en el gobierno de Rafael Correa (2007-2017) Noboa sostuvo que “si eras un cartel, necesitabas hablar con dos tipos (…) Glas y otro tipo, José Serrano, que era ministro del interior”.

Respecto a la situación del exministro de Correa, Serrano, el mismo Noboa había pedido a los funcionarios estadounidenses que lo arrestaran, pero hasta el momento se habían negado.

Por su parte, Glas que había liderado la culpa del equipo de Correa. Noboa señaló al periodista que “Si sale de la cárcel, tendrá poder”, y “el día que hable, toda la estructura se derrumba”, concluyó Noboa.

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