viernes, 14 de junio de 2024

 SOFIA: DESLEAL Y TREPADORA

POR JAIME CEDILLO F.
"HAY PERSONAS QUE SON COMO LAS MONEDAS: VALEN POCO Y TIENEN DOS CARAS".
Las redes sociales han explotado de indignación por la deslealtad de las asambleístas Sofía Sánchez y Gissela Molina, que llegaron gracias a la figura del asesinado candidato a la Presidencia de la República, Fernando Villavicencio. Horas antes de la emboscada, en un mitin político, le juraban a Villavicencio lealtad, levantaban las manos en señal de triunfo. Sí, juramos, dijeron, pero a la vuelta de la esquina, le clavaron una certera puñalada por la espalda.
Pero no es de admirarse de los camisetazos, de la venta de conciencias, de las traiciones, de votos a cambio de troncha, la corrupción lo puede todo.
Esto no es un servicio señores, es un gran negocio que deja suculentas ganancias. Así hemos vivido en el país, y seguiremos siendo víctimas de estos seres despreciables, que llegan a importantes funciones, no precisamente por tener principios éticos y valores morales, bien cimentados, sino todo lo contrario, porque se vuelven expertos traicioneros, los Judas de la politiquería ecuatoriana.
El caso de la azuaya Sofía Sánchez, es para poner los pelos de punta a los ciudadanos honestos y decentes de la Patria, saqueada y engañada, hasta más no poder. Seguro que Fernando Villavicencio, se estará revolcando en su tumba, con semejantes buitres que caminaron a su lado, que comieron y bebieron de su mano.
A punta de traiciones, Sánchez ha ido escalando en la política. Llegó a ser concejal suplente por el movimiento Renace de Jefferson Pérez. Luego con Pachakutik y de la mano de Yaku Pérez, se encumbró como asambleísta azuaya, con las mismas promesas de lealtad y amor eterno, pero sus ambiciones de poder no tiene límites.
Su coideario, en la Asamblea, Bruno Segovia, ya le denunció oportunamente, que andaba en malos pasos, pactando bajo la mesa, cotizando sus votos a cambio de prebendas en el gobierno de Lasso.
La administración de una parte de la provincia estuvo a su disposición, como el Consejo de la Judicatura. La joven política, la que acusaba de extorsionadores a los otros, más pronto que tarde se convirtió en una oportunista a tiempo completo. Ella que era una convencida de que la "juventud debe ser el pilar para fortalecer y cambiar la cultura política democrática del Ecuador", terminó dando un giro político de 180 grados, pasando de la izquierda a la derecha, en menos de lo que canta un gallo. De Pachakutik a CREO hay un abismo de diferencia.
Pero las ansias de poder no termina allí. Con la muerte cruzada, se acabó la Asamblea Nacional, vinieron las nuevas elecciones, y la Sofi ni tonta ni perezosa se apegó a buen árbol. Abandonó las filas de Pachakutik y se enroló al naciente movimiento de Villavicencio. Y, bingo, volvió a ganar una curul, pero esta vez por Construye. Esta "Madre" de la Patria desmantelada, experta en artimañas, master en cinturitas y contorsiones, con un doctorado en falsedades, acaba de ser recibida con vítores en el partido que más atacó y amenazó a Villavicencio, cuando ejerció la presidencia de la Comisión de Fiscalización en la Asamblea, llegando a ser intimidado de muerte por el procesado Pablo Muentes (otrora poderoso delincuente de cuello blanco), el Partido Social Cristiano. Así paga el diablo a sus devotos. Ahora, pasa a ser servil de la oligarquía socialcristiana. Ya le veremos en la próxima campaña electoral, vistiendo la camiseta de los enemigos de Villavicencio.
No podemos olvidar otro triste episodio de la pintoresca polítiquera Sofía Sánchez: Con su voto los revolucionarios correístas, captaron la poderosa Comisión de Fiscalización, poniendo punto final a las investigaciones y denuncias de Fernando Villavicencio. Es decir, ni siquiera esperó que el cuerpo del candidato presidencial, se enfríe, la Sofía se convirtió en Judas. Una de ustedes me traicionará, y ella, preguntó: seré acaso yo Maestro. Y así fue. Dime de qué presumes y te diré de qué careces.
EL OBSERVADOR
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