Publicado en la Revista El Observador, edición 110, Abril de 2019 |
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También se arguye que los eucaliptos son para cosechar. Ciertamente antes servían como madera para construir casas. Hoy los eucaliptos han sido sustituidos por el hierro en la construcción de casas y edificios.
Entonces ahora hay que conservarlos, porque los eucaliptos en el valle de Cuenca son los únicos que dan oxígeno, sombra, frescura y paisaje a los cuencanos; cualquier otro árbol será una minúscula excepción. En verdad en el valle de Cuenca se debía planificar con bosques de conservación y bosques de producción, pero falló la inteligencia de la administración municipal. En el valle de Cuenca no hay ningún bosque de conservación, ni siquiera los árboles urbanos de parques, calles, avenidas y otros lugares públicos son de especies nativas. En Cuenca se han cometido muchos errores en contra de los recursos naturales y culturales. Se introdujeron pinos en las fuentes de agua del Macizo de El Cajas. En San Joaquín, la única parroquia hortícola del austro ecuatoriano, “a sangre y fuego” se construyó la llamada la Autopista Medio Ejido-San Joaquín-Sayausí; arguyendo que era el quinto tramo de la carretera Cuenca-Molleturo-Naranjal, con dirección hacia el sur, cuando el Terminal Terrestre estaba al norte. Acaba de meterse el Tranvía por el Centro Histórico de Cuenca, con terribles consecuencias presentes y futuras. Etc., etc. Con esta experiencia de hechos absurdos, el razonamiento apropiado es que los eucaliptos no son ningún mal para Cuenca y que se debe conservarlos con afecto y gratitud. Especialmente los eucaliptos de las márgenes de los ríos Machangra, Milchichig, Tomebamba, Yanuncay y Tarqui, donde permanecen en una simbiosis extraordinaria, precautelando con su fortaleza sostenida en sus raíces profundas, el desborde de los ríos cuando llueve. De esta manera los eucaliptos y los ríos se llevan muy bien, conviviendo en total armonía. Además los eucaliptos constituyen el hábitat diurno y nocturno de los mirlos, de los chugos, de las tugas, de los gorriones, de los jilgueros, de las golondrinas que viven todavía y de otras aves creadas por Dios o la Madre Tierra. Asimismo se arguye que los eucaliptos son árboles peligrosos y pueden caer sobre las casas y las personas. En cambio nuestros hermanos campesinos no tienen este “tonto pensamiento”, porque nunca los eucaliptos han caído sobre sus casas “ni han aplastado a nadie”; debido a sus raíces gruesas y profundas, permaneciendo siempre erguidos. Las casas de nuestros hermanos campesinos están junto y en medio de los eucaliptos, recibiendo su frescura y su sombra, y el agradable trino de los pájaros que posan en sus ramas. Nuestros hermanos campesinos no son ingenuos al vivir junto y en medio de los eucaliptos, ellos saben y tienen experiencia inclusive en calcular hasta la edad de los eucaliptos. Saben que a los treinta años son maderables, saben que a los cuarenta años en la madera no entran ni los clavos, peor la polilla. Saben que no se debe talarlos en luna tierna porque la madera se pudre y por el diámetro del árbol saben hasta el número de tablas que se puede obtener. Nunca en el sector rural los eucaliptos han causado daños de ninguna clase. La argucia urbana de la peligrosidad de los eucaliptos, es una argucia interesada para talarlos y sustituirlos con pequeñas plantas exóticas, de pocos centímetros, que jamás llegarán a la privilegiada altura de los eucaliptos, ni tendrán su amplia frondosidad; eso también si es que logran vivir. Si los árboles y los seres humanos somos hermanos de la creación, por qué los humanos somos asesinos de nuestros hermanos árboles, sabiendo que necesitamos su oxígeno para vivir, aparte de la sombra, la frescura y el paisaje que nos brindan ?. La Corporación Ecológica Tierra Viva, defensora de la vida en todas sus formas, al tener conocimiento de la tala de los eucaliptos, al escuchar el reclamo público y la protesta de muchos cuencanos conscientes, el Miércoles 19 de Diciembre del 2018, inició la protección de estos seres indefensos. Utilizando el derecho de petición consagrado en el Numeral 23 del Art. 66 de la Constitución, solicitó a la Gerente de la EMAC, Dra. María Andrea Arteaga Iglesias, que suspenda inmediatamente la tala de los eucaliptos de las márgenes de los ríos Yanuncay y Tomebamba; hasta que se realice una auditoría y peritaje de la Contraloría General del Estado, la Defensoría del Pueblo, las Universidades de Cuenca y la Sociedad Civil. En el Inciso Segundo del Art. 14, la Constitución declara de interés público la preservación del ambiente, la biodiversidad, la prevención del daño ambiental. El Art. 30 de la Constitución establece que toda persona tiene derecho a un hábitat seguro y saludable. El Numeral 6 del Art. 83 de la Constitución establece que es responsabilidad de todos los ecuatorianos respetar los derechos de la Naturaleza, preservando un ambiente sano. Los Numerales 2, 4 y 5 del Art. 61 de la Constitución establecen que los ecuatorianos tenemos derecho a participar en los asuntos de interés público, a ser consultados y a fiscalizar los actos del poder público. Y el Numeral 6 del Art. 66 de la Constitución establece el derecho de todos los ecuatorianos a opinar y expresar nuestros pensamientos libremente y en todas sus formas y manifestaciones. De modo que la Corporación Ecológica Tierra Viva utilizó su legítimo derecho para solicitar a la Gerente de la EMAC, Dra. María Andrea Arteaga Iglesias, que suspenda la tala de los eucaliptos. Y dado que la tala era de eucaliptos que no estaban torcidos, viejos, podridos ni con eventualidad de caerse, el Miércoles 2 de Enero del 2019, la Corporación Ecológica Tierra Viva, solicitó a la Gerente de la EMAC, Dra. María Andrea Arteaga Iglesias, que proporcione una Copa Certificada de los “Planes de manejo de los eucaliptos de las riberas de los ríos Machagra, Milchichig, Tomebamba, Yanuncay y Tarqui; identificando a los autores y las fechas de realización de dichos Planes de Manejo”. Y adjuntó 500 hojas de papel y un CD para obtener la Copia solicitada. El Martes 15 de Enero del 2019, en el programa Derechos Urbanos de la Radio “Ondas Azuayas”, la Gerente de la EMAC, Dra. María Andrea Arteaga Iglesias, afirmó que la tala de los eucaliptos se estaba realizando conforme a los respectivos planes de manejo. Por este motivo y habiendo transcurrido veintiséis días después de la primera petición, el Lunes 28 de Enero del 2019, por segunda vez la Corporación Ecológica Tierra Viva solicitó los Planes de Manejo referidos; acompañando otras 500 hojas de papel y también otro CD. Y habiendo transcurrido dos meses nueve días después de la primera petición, el Lunes 11 de Marzo del 2019, por tercera vez la Corporación Ecológica Tierra Viva reitera la solicitud de los Planes de Manejo; sugiriendo a la Gerente de la EMAC, Dra. María Andrea Arteaga Iglesias, que conteste con franqueza y sinceridad indicando que no existen los Planes de Manejo de los Eucaliptos; ya que no puede hacer milagros ni debe ahogarse en un vaso de agua. Pero hasta la presente fecha, habiendo transcurrido tres meses, no entrega los planes de manejo, a los que hizo referencia en una entrevista radial. Segunda parte |
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