El observador

LOS LUJOS DE EVO

Patricia Estupiñán | @monestupinan jueves, 23 de mayo de 2019 - 11:28

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Cuando Evo Morales acudió por primera vez a una gira en Europa como presidente electo de Bolivia sin utilizar un traje sastre, fue percibido como un indígena sencillo, a quien el protocolo y la pompa lo tenían sin cuidado.

 

Sin embargo, el poder cambia  a las personas.  Los trajes que usa Evo hoy, son de finos paños europeos como cachemir decorados con los “aguayo”, cintas fabricadas por indígenas bolivianos para tapices y alfombras. 

 

Y no cualquiera fabrica sus chaquetas. Para ellas cuenta con Manuel Sillerico, un sastre que aprendió su oficio en Europa y que no solo ha vestido a Evo sino también a otros presidentes de ese país como como Rene Barrientos, Hugo Banzer y Sánchez de Lozada. 

 

 

Sillerico le ha confeccionado más de tres docenas de trajes y en cada ocasión como fiestas nacionales, discursos o viajes, Evo estrena uno nuevo.

 

Otra de sus excentricidades es la construcción de un lujoso palacio de gobierno a un costo de 42 millones de dólares. Denominado “la Casa del Pueblo”, el Palacio resulta ser un atentado a la estética colonial del centro de la Paz y un insulto a un pueblo que tiene muchísimas carencias.

 

Después de Haití, los índices de pobreza de Bolivia son los más altos del continente Americano. El Palacio alberga a algunos ministerios, tiene el despacho del presidente y en el penthouse una “suite de descanso”,  con piscina, gimnasio y jacuzzi. 

 

Para trasladarse entre la residencia presidencial antigua donde vive y la “Casa del Pueblo”, Evo utiliza un helicóptero, aunque hay de por medio cuatro kilómetros.  Pero además tiene para su uso un vehículo Lexus blindado, que costó un millón de dólares.

 

 

Los bolivianos también han censurado su gasto en el avión presidencial, un Falcon Dessault 900EX cuyo valor fue de 38.7 millones de dólares en 2011, aunque él no lo considera un lujo, sino una necesidad.

 

El avión había sido originalmente ordenado por el equipo del Manchester United, que desistió de adquirirlo. Morales lo reacondicionó exigiendo 103 dispositivos adicionales de seguridad.

 

 

El último de los excesos es la construcción de un museo y estadio en Orinoca, que llevará el nombre del padre de Evo, “Dioniso Morales”. 

 

El estado tiene galerías para 5000 personas.  El problema es que es que según el censo, Orinoca tiene 163 habitantes.  En el museo edificado en casi 11.000 metros cuadrados, exhibe más de 13.000 regalos que le han entregaron durante su gobierno.

 

Costó siete millones de dólares y para su mantenimiento se destina anualmente 150 mil dólares. Desde que se inauguró en 2017solo lo han visitado 10 mil personas, es decir un promedio de 30 por día.

 

 

Otra peculiaridad de Evo es que para la entrega de cualquier centro deportivo, el presidente se asegura un partido de fútbol con estrellas internacionales y él juega con un equipo conformado por miembros de su seguridad. El partido se retransmite en cadena nacional. Su pasión por el fútbol es tal que ha ido a los tres últimos mundiales de la FIFA, aunque Bolivia no ha clasificado desde 1994.

 

Su corazón está en el fútbol, pero eso no le impide interesarse por otros deportes, como el golf, considerado un deporte de ricos, practicado principalmente por presidentes de Estados Unidos. 

 

Ahora junto a las fotos de Donald Trump y Barack Obama puede colocarse la foto de Evo en La Victoria, una hermosa cancha de golf a 11 kilómetros de la ciudad boliviana de Tarija. 

 

La foto difundida en las redes sociales se volvió viral…casi tanto como algunas de sus más famosas frases: “La calvicie es una enfermedad por comer alimentos transgénicos.  A futuro todos los hombres serán calvos y no habrá peluqueros por el desempleo” o aquella sobre: “Los pollos tienen hormonas femeninas y los hombres que consumen pollos se desvían de sus funciones masculinas”.

 

En realidad, Evo está tan endulzado por el poder y los lujos, que ha hecho lo imposible para convertirse en presidente eterno de su país.

 

En 2016,  Bolivia se pronunció mayoritariamente contra la reelección presidencial en un referendo, pero Evo cambió a los magistrados de la Corte Suprema para que acepten una enmienda y él sea candidato el próximo 20 de octubre. ¡Viva el socialismo!