Jacobo Zoldán, el cruzado contra los vehículos oficiales sin placas
Miles de vehículos oficiales, incluidos patrulleros policiales, circulan sin placas por el país. Con ello violan la Ley de Transito y se convierten en un peligro público: ¿cómo se sabe si son o no vehículos del Estado o vehículos usados para cometer delitos? No se sabe, porque son carros fantasmas. Esta es la historia de Jacobo Zoldán, un ciudadano común que ha denunciado a estos vehículos fantasma.
Durante cuatro años, Jacobo Zoldán, comerciante y vecino de Quito, ha caminado las calles y veredas retratando a los autos oficiales que no llevan placas. Él no entiende por qué el Ecuador puede ser quizá el único país en el cual los vehículos oficiales, inclusive los de la Policía Nacional, no llevan placas. Esto es violar la ley, como lo han reconocido las autoridades de tránsito del Ecuador, en las sendas cartas de respuesta que ha recibido de parte de organismos del Estado.
Zoldán, un hombre enjuto y cabello canoso, de aspecto frágil, no ha tenido empacho en acercarse a cada patrullero, moto policial o carro del Estado para preguntar por qué no llevan placas. Las respuestas son casi las mismas: los jefes no dan, pregunte a los jefes. Y finalmente la que le saca de quicio: es por seguridad, porque los delincuentes identifican las placas de los carros del Estado... Y si un carro de vidrios oscuros y sin placas circula por la ciudad, ¿cómo sabemos que es del Estado? se pregunta. ¿Cómo sabemos que no son delincuentes que circulan sin placas y que reciben incluso paso preferencial? Esa pregunta se la hizo a los agentes municipales de tránsito: ha de ser del Estado, fue la respuesta. ¿Qué tal que sean narcos con vía libre o ladrones de bancos, o choferes del Estado que cometan un atropellamiento, un choque, una infracción? No saben contestar...
Vehículos oficiales, sin placas, y además en la sede del partido de gobierno, Alianza Pais.
¿Es vehículo oficial o un vehículo con el cual se ha cometido un delito? No se sabe, porque no lleva placas, pero invade el carril exclusivo de la Ecovía con total impunidad, violando varias leyes de tránsito.
Otra muestra de un supuesto vehículo oficial que no solo no lleva placas, sino que utiliza el espacio ilegalmente.
Otro vehículo supuestamente oficial, con balizas y sin placas. En el parque La Carolina.
Jacobo Zoldán registra con su celular todas las infracciones de los vehículos oficiales fantasmas.
En octubre del 2018, Zoldán envió una carta al presidente de la República, Lenín Moreno. En ella decía que quiere denunciar la corrupción de funcionarios del Gobierno y de la Policía Nacional. La corrupción radicaba en que "un alto porcentaje de funcionarios de Gobierno y Policía circulan en vehículos sin portar identificación obligatoria (placas), hecho sui géneris en el mundo, que sucede en nuestro país. La razón que aducen los infractores es que tienen salvoconducto por seguridad. ¿Salvoconducto de quién? Todos sabemos que los salvoconductos son para circular en vías restringidas, no para circular sin identificación".
En la carta, Zoldán ponía un ejemplo al presidente Moreno: si un vehículo sin identificación arrolla a un transeúnte, ¿cómo se lo identifica para sancionarlo? Y le contaba que al denunciar a la Policía de Tránsito Municipal sobre los carros oficiales fantasmas, los agentes contestaban: es que deben ser vehículos de Estado, porque tienen vidrios ahumados y luces rojas y azules que titilan, y no se atreven a parar a estos por ser del gobierno supuestamente; "los criminales y secuestradores y corruptos se aprovechan de esta situación para realizar actos prohibidos por la Ley".
Caravana del entonces presidente Rafael Correa, sin placas e invadiendo vía exclusiva de la Ecovía.
Vehículo fantasma sin placas camino a Carondelet, por la calle Guayaquil, centro de Quito.
Imagen tomada en el exterior del Servicio Nacional de Contratación Pública.
Vehículo fantasma, supuestamente del Estado, sin placas y con vidrios polarizados. Ambas cosas prohibidas por la ley de Tránsito.
Zoldán citaba además casos recientes de actos ilegales, en los cuales participaron vehículos de Fuerzas Armadas y Policía Nacional sin placas. Y adjuntó al presidente decenas de fotografías de vehículos oficiales sin placas y también fotos de cuerpos de seguridad de presidentes de varios países, hasta del papa Francisco, donde todos llevan placas. Para que no salgan, dijo Zoldán, con el cuento de la seguridad.
La respuesta de la Presidencia llegó al día siguiente, el 23 de octubre. La directora de Atención Ciudadana de la Presidencia, decía a Zoldán que su Despacho había hecho el traslado administrativo de la denuncia a la ministra del Interior, María Paula Romo, y al director de la Agencia Nacional de Tránsito, Álvaro Guzmán Jaramillo, para el trámite pertinente.
Todos los vehículo de Organismo Internacional llevan placas.
Pasaron dos meses. Pero antes, a instancias del asambleísta por Tungurahua, Fernando Callejas, la Asamblea Nacional emitió una Resolución, votada el 15 de noviembre del 2018, en la cual, en sus considerandos se reconocía que "en las calles y avenidas del país transitan varios vehículos —especialmente utilizados por las autoridades de alta jerarquía del Estado— que no portan placas, lo cual, a más del incumplimiento de la ley, causan inseguridad en la ciudadanía", y que "el ordenamiento jurídico que rige en el país no hace excepción para que autoridad alguna circule en vehículos sin placas".
Supuestos servidores policiales en motos sin placas.
Grupo de supuestos policías en motos fantasmas.
En el sector de La Carolina. Las motos tampoco llevan placas.
La Asamblea citaba las normas pertinentes que obligan a todos los vehículos a portar placas, y el artículo del COIP que impone sanciones a quien conduzca sin placas: 30% del salario básico unificado y seis puntos menos en la licencia.
La Resolución señalaba que quien conduce sin placas infringe la ley y debe ser sancionado sin excepción de persona alguna, sea o no autoridad. Y afirmaba que esto causa inseguridad e impunidad. La Resolución exigía a las autoridades pertinentes y a los gobiernos provinciales y municipales que implanten un estricto control; instaba a Contraloría a incrementar los controles sobre el buen uso de vehículos del Estado y tome las medidas necesarias en caso de que circulen sin placas; solicitaba a la Policía a que haga un control eficiente. Eso aunque los vehículos policiales, motos y patrullas, son los primeros que no tienen placas.
Todas las motos de los agentes municipales de tránsito llevan placas.
Uno de los resultados de la lucha de Jacobo Zoldán. Un patrullero con placas.
El 27 de diciembre, Zoldán recibió una carta personal del director ejecutivo de la Agencia Nacional de Tránsito. Entre otras normas, el funcionario citaba el Art. 177 del Reglamento de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre, el cual en una parte dice que: "Los vehículos que circularen sin portar las dos placas, o con una sola, y sin los demás medios de identificación vehicular establecidos por la Agencia (...) serán retenidos hasta que su propietario los presente e instale en el vehículo". La carta estaba remitida también a 31 autoridades del Estado, incluidos todos los ministros, donde les recordaba los requisitos legales para la circulación de vehículos de las dependencias a su cargo.
También se le hizo llegar un oficio de la ministra del Interior, María Paula Romo, dirigido al comandante general de la Policía, Gral. Nelson Villegas, con el asunto: verificación de vehículos de la Policía Nacional que circulan sin placas.
En el oficio se mencionaban las denuncias de Jacobo Zoldán y el recordatorio del director de la Agencia de Transito a las entidades públicas de la Función Ejecutiva sobre la obligatoriedad de usar placas en los vehículos oficiales, conforme manda la ley. También le recordaba la prohibición de usar vidrios con películas antisolares obscuras o polarizadas, con las excepciones de ley.
El "cazafantasmas" Zoldán sigue con su celular haciendo fotos de carros oficiales sin placas. Si se quiere tener seguridad en las calles, dice, que se empiece por el propio Estado y organismos oficiales, que cumplan —una paradoja— la ley.
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